Manoban Kim: La Unión | Jenlisa

CAPÍTULO 15

Maratón 3/5

Las dos pequeñas estaban sentadas en el sofá de la sala, Lisa caminaba de un lado a otro repitiendo cosas en susurros

— Quiero que expliquen todo con detalles — dijo Jennie mostrando su rostro autoritario, ella tenía los brazos cruzados desde un sofá frente a las infantes

— Yo no quiero escuchar, ellas son niñas ¡Niñas! — Lisa se tapaba los oídos

— Cálmate, Lisa. Ven aquí — la mayor fue hasta ella para tomarle la mano y acariciarla

Aunque Jennie tampoco estaba contenta, pero necesita una explicación, las niñas solo querían irse de ahí, estaban asustadas

Yeji ya quería mucho a Lisa, y le aterraba la idea de que la tratara como antes

— Está bien — suspiró sentándose al lado de Jennie, solo quedó esperando una explicación

— Ahora sí, empiecen — Jennie daba la orden haciendo a las dos niñas tragar pesado, Lisa era la cómplice de las dos y por eso se lo confesaron a ella primero

Jennie si les daba terror

— M-me gusta Yeji, por eso es mi novia — soltó la niña con la cabeza baja, sus madres estaban atentas a la conversación

— Tienes nueve años, Lía — intervino una molesta tailandesa al ver las manos de las niñas, juntas — No estas en edad de esas cosas

— Yo la quiero mucho, tu y mamá se quieren y por eso están juntas ¿Porqué yo no puedo estar con Yeji? — ambas se sorprendieron ante aquel ataque, Lía tenía un punto

— No pueden porque...

— S-si es porque no estudio o no tengo una buena casa, les aseguro que por eso no se preocupen — Yeji habló decidida tratando de nos verle los rostros a las mayores, estas se sorprendieron por su tono de voz al igual que Lía — Yo entraré a estudiar el próximo año, mi abuela dijo que iba a vender la casa para mudarnos a una más pequeña pero tendríamos el dinero para pagar la escuela, yo estudiaré mucho y seré una gran doctora en el futuro para ser digna de su hija — Yeji, a la edad de casi once años, nunca había hablado de esa forma

Pero Lía le gustaba mucho, había leído tantos cuentos como para saber que ella era su princesa

Así que se arriesgaría por ella, enfrentaría a sus temibles suegras por ella

A la pequeña castaña le latía tan rápido el corazón que no pudo hacer otra cosa que abrazar a la pelinegra

Jennie y Lisa no sabían que decir quedando en silencio, su hija mayor estaba creciendo

— ¿Qué implica eso de ser novias? — Lisa habló primera llamando la atención de todas

— No lo sé, supongo que tengo que comprarle helados y tomarla de la mano — dijo Lía, Jennie aún no tenía algo para decir, jamás se imaginó en una situación así

— Yo soy la mayor, pero Lía cuida más de mí, entonces prometo cuidar mejor de ella — siguió Yeji oyendo el suspiro de Jennie

— Son niñas, Lili. No saben de estas cosas porque no nombraron nada malo, pero quieren estar juntas porque se gustan

— ¿Y cuando quieran aprender a besarse? Tú me diste mi primer beso a los diecinueve años, Lía talvez lo tendrá a los doce

— ¿Fuí tu primer beso? — a Jennie le creció una sonrisa

— Ese no es el momento para hablar de eso, nuestra hija tiene novia — cambió el tema algo avergonzada

— Son niñas, mi amor — la castaña parecía estar más calmada