Manoban Kim: La Unión | Jenlisa

CAPÍTULO 16

Maratón 4/5

Lisa dormía tranquilamente, eran pasada de las tres de la madrugada cuando, de repente, su sueño fue interrumpido

— Lía...deja de patearme... — habló dormida abrazandose más al cuerpo de su esposa, en su vientre más precisa, le encantaba dormir con su oído pegado a ese lugar

Dormir en medio de sus dos amores a veces no era bueno

Jennie, gracias al embarazo, dormía profundamente sin que nadie logre interrumpir su sueño, así fuera un terremoto ella seguía sin mover un solo dedo

— Mmm.. — se quejó Lía cuando su madre empezó a darle pequeños empujoncitos

— Lía.... — se volvió a quejar cuando sintió otra patada robándole todo el sueño de ese momento

Se sentó frotando su rostro y abriendo un ojo buscando el problema sin darse cuenta que tenía una de sus manos sobre el vientre de Jennie

Observó a su hija mayor y esta estaba abrazando una almohada girada al lado contrario de donde ella estaba durmiendo, hasta que de pronto...

— ¡Aahh! — su mano fue golpeada brutalmente — Pero que.... — posó su mano nuevamente y fue rechazada — ¡ahhh! ¡Jennie! — salió de su cama enredandose entre las cobijas cayendo al suelo — agh..

Pero eso no la detuvo, se desenredó de las sábanas y se acercó al lugar de los golpecitos

Con cuidado, levantó la blusa de la pijama de Jennie

— ¡Ah! ¡Jennie! ¡Jennie! ¡Jennie! — se alarmó al ver el estómago de su esposa ser removido por dentro de manera brusca

¿Acaso las amebas, por tantos caramelos que habrá comido de niña, quieren salir en estos momentos?

— ¡Lía! ¡Lía despierta! — empezó a remover a su hija con desespero

— ¿Qué pasó? ¿Yeji si quiere ser mi esposa? — la pequeña levantó su cabeza dormida con sus cabellos adornando todo su rostro

— ¿Qué? nooo... espera ¡¿Yeji y tu que?!

— Nada, mamá ¿Qué ocurre? — la pequeña cambió el tema al ver la cara de horror de su madre así que decidió levantarse a ayudarla a cualquier cosa que quería en estos momentos

— Tu madre... — recordó su problema señalando el estómago de la mayor — Tiene un terremoto de 4.5 ahí dentro

— ¿Qué? — la niña estaba confundida, se levantó y fué hasta su madre levantándole la blusa — Ow! — se alejó apenas vió aquellos movimientos

— ¿Viste? ¿Viste? ¿Será que tu madre tiene hambre? — se abrazó a la niña

— ¿No será que mis hermanitos están peleando ahí dentro? — dedujo Lía llamando toda la atención de Lisa

¿Eran sus hijos teniendo una batalla mundial?

— Tienes razón, eso parece un ring de boxeo de la WWE — ambas asintieron sin saber que hacer — Alzale la blusa

— ¿Qué? ¿pero porque yo? Tu eres su esposa

— Ash, todo yo, todo yo — pataleó elevando la blusa de Jennie, los movimientos ahí dentro parecían estar terminando — Son tus hermanitos, Lía... — su sonrisa se extendió

¿Cómo no lo vió antes? ¡Sus hijos ya estaban dando señales de querer salir a la superficie!

— ¿Todos los niños son así de salvajes? — preguntó ya más calmada posandose al lado del vientre de Jennie al igual que Lisa