Capítulo 21:...Detalles desconocidos

29 13 0
                                    

En la mansión Buongiorno...

Fiama...

Odio cuando me atrae alguien, y este alguien decide oponer sus caprichos y ridículas nociones de lealtad, a mis deseos. Y no, en este caso no me refiero a Alessandro, porque él es ya como una parte integrante de mi patrimonio...quiero decir, si no otra cosa, yo lo ayudé a lograr todo lo que actualmente es, yo lo ayudé a conseguir muchos de los contratos que ha firmado hasta la actualidad, de lo que en realidad, podría decir, él es tan mío -más, de hecho, que la ropa interior que cubre mi intimidad, ahora mismo-...no pienso conformarme con algo tan tibio como su patética amistad. Sí, tal vez sea cierto que, al tiempo que yo lo distraía, sucedían cosas que en otras circunstancias, me transformarían en algo así como autora mediata de los hechos, pero bueno, esas son nimiedades que por supuesto, nadie podrá demostrar nunca. Además...sólo deseo que él esté conmigo, tampoco es como si lo estuviera lanzando a los brazos de Medusa. Por otra parte, la verdad es que nadie va a amarlo como lo hago yo, al punto de haberlo ayudado a conseguir cada cosa que ha querido en su vida. Lo de Valerio? En realidad, en ese sentido, lo ayudé, a perder a su máximo competidor, y también, a no sentirse una basura por ello. Admito que es altamente probable que si él llegara a saber qué ocurrió realmente con su hermano, o que lo llevé a París -es verdad, yo lo llevé, yo lo hice entrar en ese torneo, con mis influencias-, es probable que no me lo perdone, pero bueno, Alessandro Gentile tenía que ser la estrella, y por supuesto, no podía ser opacado por el poca cosa de Valerio. Creo que en este sentido, todos podríamos estar de acuerdo. No es que yo estuviera ciega por mi chico, es que sencillamente, hice lo que había que hacer, que creo, es algo que, en la entonces árida, vida de Alessandro Gentile no es que muchas personas lo hubieran hecho. Es verdad, hasta ahora mismo, no puedo asegurar que Valerio efectivamente, esté muerto, pero en cualquier caso, tampoco hace de sombra a Alessandro.
Al mismo tiempo, surge en mi mente, mientras estoy aquí, acostada en mi cama, en la mañana de un día jueves -lo siento, pero no tenía ganas de asistir al colegio-, que tal vez, debería hacer lo mismo con la condenada criatura insignificante que insiste en escupirme el pastel, modo metafórico de decir que quiere quitarme a Alessandro...el problema, en este sentido es que, entre ella y yo, está el heredero, y es probable que si insisto en tocarle las pelotas, sea yo, quien acabe ejerciendo la profesión en las vías. Maldita Gioia, que me ata de pies y manos.
Al mismo tiempo, no podría precisar qué demonios tiene ella que ver con Alessandro, pero ahora mismo, él está muy accesible conmigo, muy dócil, dado a hacer lo que sea que yo quiera, así que es inútil negar que voy a aprovecharlo. Claro que voy a hacerlo, especialmente, porque no es algo que se dé muy a menudo, así que pienso aprovecharlo, a pesar de que no estoy dispuesta a renunciar a mi objetivo de convertir al heredero en mi esclavo personal. Quiero decir, el día que llegó, en un gesto de bienvenida, lo invite a mi cama, esto es cierto, pero estoy absolutamente decidida a que venga a mi cama, porque me desea, porque no pueda resistirse a mí.

En el instituto Santa Olivia...
Robertino...

Vine sólo al insti. La princesa Fiama, ha decidido que hoy no vendría a clase, lo cual es ampliamente mejor, porque de esa manera, no tengo que estar mirando por encima del hombro, preocupado por lo que ella decida hacer. No soy su niñera, esto es verdad, pero en algún momento, entre el día que llegué a la mansión y la actualidad, ella...se convenció de que quiere que yo la desee -mis ojos giran, ante lo veloz de su cambio de actitud, con Robertino Rosso, el bastardo, en comparación a la que guarda ahora hacia el heredero de Adolfo-. Por otra parte, admito que me gusta más, cuando mi única preocupación en el Santa Olivia, es Gioia, y convencerla de que sea efectivamente, mi novia. Casi me causa una carcajada icontenible, el sólo hecho de imaginar la reacción de Fiama, ante este hecho, de lo que se deduce, Gioia tiene que aceptar ser mi novia, esta mañana.

Distantemente Mío... [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora