Capítulo 11

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Sentía odio. Detestaba sentirlo pero lo sentía. Odiaba la forma en la que Caitlin trató a Scorpius y como después se hacía la inocente.

Siempre había tratado de darle el gusto, de ignorarla, de agradar a los demás pero hasta aquí había llegado mi paciencia. Si me estaba buscando me había encontrado.

Al amanecer, me levanté muy decidida. Decidida, a enfrentar a Caitlin, a defender a Scorpius e incluso contarle toda la verdad a Draco. Decirle todo lo que Caitlin había hecho, tenía que abrir los ojos. Él era demasiado bueno e inocente para ella. Nunca me había gustado entrometerme en su relación pero a Draco todo esto le estaba haciendo mal, no era feliz como yo pensaba.

Me levanté de la cama y me dirigí hacia la ventana de mi habitación como todas las mañanas ya que me gustaba saber el tiempo que hacía antes de comprobarlo yo misma al salir.

Me acercaba lentamente a la ventana y poco a poco podía notar como un rayo de luz del sol molestaba a mis ojos. Hoy hacía un día brillante, que coraje que no podía disfrutarlo sintiendo el calor atravesando mi piel.

La noche anterior Draco me dijo claramente que quería hablar conmigo junto a Scorpius y Caitlin pero no me citó hora ni lugar. Yo simplemente salí de mi habitación para ver donde estaba y aclarar todo.

Mientras bajaba las escaleras principales pude ver a Draco solo, con una carpeta en la mano y su varita sobresaliendo del bolsillo trasero de su pantalón, bajando el último escalón.

Y como me había propuesto no iba a ser la estúpida de siempre, no debía tenerle miedo a nada ni a nadie, por lo que decidí llamarlo.

-¡Draco! -exclamé a lo que él se giró al terminar de bajar el último escalón. Sus ojos estaban fijos en mí por lo que me puse algo nerviosa. Esos ojos grises volvieron a hacerlo, me derretía con solo mirarlos pero no me podía desconcentrar.

-¿Si? -me dijo.

-Querías hablar conmigo ¿verdad? -le dije en tono seco. Draco asintió.

-Pásate cuando acaben las clases por mi despacho. -me dijo y se marchó muy frío.

Se le notaba enfadado. ¿En serio creía que Scorpius y yo nos compinchamos para hundir a Caitlin? O estaba demasiado cegado o no me conocía realmente. Alguien que me conociera sabría perfectamente que no soy capaz de hacer algo así. y más con todo lo que habíamos hablado y pasado. Entonces me convencí que estaba cegado por esa estúpida.

Esa mañana no tenía ganas de ir al comedor a desayunar con los demás. Realmente no tenía ganas de hacerme la amable con la gente. Solo tenía ganas de solucionar lo de anoche y dejar las cosas clases. Además tampoco tenía ganas de entrar y encontrarme con la bruja, como a veces decía Scorpius.

El caso es que decidí no asistir al desayuno y salí al patio ya que ahora se encontraba vacío y solo era lo que necesitaba escuchar, silencio.

Cuando necesitas al silencio se escucha hermoso.

Creí que la soledad pero duraría algo más pero al sentarme en uno de los bancos que se encontraban allí, observé la entrada al patio donde alguien se acercaba hacia mí.

Allí estaba Scorpius, con una camisa blanca y su corbata de Slytherin. Llevaba los pelos algo alborotados y los ojos pegados.

-¡T/n? ¿Has hablado con mi padre? -me preguntó mientras se acercaba a mí con un rostro como si hubiera acabado de abrir los ojos después de dormir profundamente toda la noche. Scorpius tomó asiento al lado mío.

-Cuando acaben las clases he quedado con él, en su despacho. -le contesté.

Él solo se quedó en silencio.

Ghost [Draco Malfoy//Scorpius Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora