Porque un para siempre, no es eterno Muzan.

Capítulo 7: Muichirou Tokito...

Chicos oficialmente estoy libre, ya termine el semestre 0u0 y lo pase¡¡¡ asi que oficialmente voy a publicar todos los viernes, menos aquellas historias que tiene una fecha de publicación o actualización estipulada.De la misma forma gracias por el apoyo y por los nuevos seguidores realmente gracias los amo¡¡ kokoritos del yaoi¡¡ 0//u//0 .

Sin más que decir ...Comenzamos¡¡ 0u0 

.........................................

     Después de aquella noche, no puedo dejar de mirar al pilar de la niebla con otros ojos, aquel joven que se había vuelto mi sensei, se alguna forma había logrado que recuperara mi humanidad, haciéndome recordar la verdadera razón por la cual lucho cada día; más allá de sus suaves, tranquilas y hasta frías palabras nuevamente había conseguido salvarme de mis doloroso recuerdos y arrepentimientos, "vivir en el pasado o aprender de él", es un gran consejo, no podía evitar preguntarme ¿qué había sucedido en el pasado de Muichirou Tokito, para que fuera tan consciente de su propia vida?. Aun deseo volver a ver esa radiante sonrisa que me dedica meses atrás.

     Luego de la última reunión de los pilares, donde todos terminaban de planificar el entrenamiento y la llegada de los demás chicos, decidí esperar al joven de cabello negro y puntas azules, llevaba días notando ligeros cambios en el comportamiento y personalidad del menor —Sempai...—ver sus ojos azules, en aquella expresión calmada era gratificante de alguna forma, a pesar de su rostro sereno, sabia de cierta forma notar cuando él estaba de buen humor — ¿Ocurrió algo mientras dormía? actúas un poco distinto —la pregunto y la duda eran evites tenía miedo de que quizás el pilar, ya no deseara seguir entrando conmigo por alguna razón, pero su silencio fue su respuesta — ¿Qué es lo que pasa?

Tokito me mira por unos instantes y después aparto la mirada, eso era extraño siempre me miraba a los ojos cuando hablábamos —Lamento que tengas que ver esta actitud molesta mía, pero no es nada, es solo que siento que te expones demasiado, al estar con nosotros aquí, ayudando en todo lo que puedes —sus palabras sinceras fueron como un balde de agua fría para mi mente, por extraño que fuera mi corazón se sentía comprimido —Si te perdemos, realmente no sabremos a dónde seguir y sí, yo te pierdo, voy a perder a mi sucesor y uno de mis amigos —su sonrisa cálida, provoco que mis mejillas se llenaran de sangre marcando el notorio sonrojo que las cubría —Por favor, ya no te arriesgues más por nosotros y déjanos el trabajo, a mis compañeros y mí, por algo somos los que lideramos la organización de los cazadores —Muichirou suspiró y dio una reverencia ante Karma —Me retiro, voy a preparar mi zona de entrenamiento para cuando lleguen los novatos, nos veremos luego —dijo para darse vuelta e irse.

Sus pasos ligeros y rápidos, impidieron ver la reacción de Karma; mis labios estaban pegados, mis mejillas coloradas y mis latidos acelerados, quizás fuera algo idiota sentir que el mundo se volvía lento y que el tiempo no existían, cada que el pilar hablaba con ese suave tono de voz, trataba de pensar, meditar y analizar sus palabras, el destello de la preocupación, ese joven realmente se preocupaba por mí, me veía como algo valioso, un amigo y un sucesor, alguien de confianza; por alguna razón, las lágrimas inundaron mis ojos, maldecía mi corazón por hacerme sentir ¿feliz? tenía que ser una mala broma de los dioses.

     — ¡¡Hey, Karma!! — Rengoku se acercó para saludarme, su voz alegre y animada, como siempre solo logro despertarme de mi letargo, mientras me tomaba por el hombro — ¿Qué tal? ¿cómo te ha ido en estos días?

Mis ojos seguía fijos por el camino por donde el joven pilar se había marchado, no era consiente de como las lágrimas recorrían mi rostro hasta caer de él, un suave jadeo escapa de sus labios —Creo que me enamore.... —aquellas palabras salieron de mis labios, mi mente no era consciente de lo importante que era; aquel sentimiento cálido que llenaba mi corazón, era sofocante mente agradable, ese anhelo de un futuro juntos, esa preocupación por mantenerlo con vida; todo en mi cuerpo temblaba ante la mirada del pilar de la niebla, ¿quizás realmente podía encontrar el amor?