़ ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 13 ़

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Pitch entró al quirófano segundos después de mí, al mirarme, pude notar una peculiar confusión en su rostro. A pesar de que la mitad de su rostro estaba tapado por el cubrebocas, no pudo disimular si molesta mirada.

--- ¡Manos arriba!--- Ordenó uno de los oficiales, obedecí cerrando un poco mis puños para evitar mostrar mi transformación.

En cuanto iban a esposarme, los dos tomaron mis manos y aproveché para poder escapar. Los tiré al suelo usando un poco de mi fuerza y salí corriendo de aquel callejón.

--- ¿Dónde diablos estabas?--- Preguntó Elsa, mirándome. Dirigí mi mirada a Pitch y él seguía con esa mirada de confusión y molestia.

Volteé para encararlo e hice una pequeña reverencia como saludo.

--- Comiencen ya la cirugía--- Dijo y sin más salió del quirófano sin siquiera mirarme.

--- Una vez que termine la cirugía, deberás darme una explicación--- Exigió Elsa, atrayendo la mirada de la mayoría de los médicos.

--- ¿Vitales?--- Pregunté ignorando el comentario de mi colega.

--- Pulso 130, presión sanguínea 80/40--- Dijo el enfermero a cargo--- No se ve bien, debemos empezar ahora.

--- La extracción del hígado está completa, puede comenzar ahora--- Dijo Fenner luego de dirigir su vista hacia mí.

Asentí--- Gracias a todos--- Dije y comencé a caminar hasta la camilla con la paciente.

Pitch caminó en el observatorio que apuntaba al quirófano. Se sentó en una de las sillas y observó atento hacia la sala. Soltó un suspiro y frotó su frente.

--- Mientras esperábamos, la trombosis en la vena porta empeoró--- Explicó Fenner--- Y no hay flujo de sangre.

Lo miré de reojo escuchando su explicación.

--- Podríamos haberlo evitado si hubieras venido antes--- Reprochó Elsa.

--- Saca la pinza--- Le dije. Ella obedeció. Miré un poco y moví el enorme coágulo que se había formado.

--- Tal como dijo el doctor Fenner, no hay flujo sanguíneo--- Dijo Elsa luego de mirarme--- Así que será difícil sacar los coágulos ahora. Tal vez deberíamos abrir las venas para sacarlos.

--- No--- Dije finalmente--- La vena porta es demasiado delgada, empeorará la hemorragia y dañará la vena--- Expliqué.

--- Entonces no hay otra manera--- Elsa cruzó sus brazos.

Medité unos segundos.

--- Trajiste la vena ilíaca¹ del donante, ¿verdad?--- Pregunté mirándola.

--- Sí, ¿por qué preguntas?--- Preguntó Elsa, correspondiendo mi mirada.

--- No sacaremos los coágulos--- Comencé--- Colocaremos la vena del donante y haremos un baipás².

Todos me miraron confundidos. Recordé entonces que la mayoría de ellos no tenían conocimiento sobre ese tipo de procesos, solo eran enfermeros y asistentes.

--- Primero, conectemos la vena del donante con la porta, dámela.

La joven junto a mí asintió y obedeció, tomó la pequeña charola que contenía la mencionada vena y la acercó hasta mí.

Tomé unas pinzas y con cuidado de no tomar uno de los pequeños hielos, tomé la vena y la introduje entre el río de sangre que se había formado dentro del cuerpo.

--- Pinza--- Pedí. Se hizo caso a mi pedido y me otorgaron la herramienta. Elsa y Fenner prestaban atención al procedimiento.

Tomé el nuevo hígado y lo introduje cuidadosamente en el cuerpo.

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