़ ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 20 ़़

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Tiana revisó la temperatura del tembloroso paciente.

--- Es extraño, su temperatura es de 36'8. Es normal--- Murmuró mirando el termómetro.

--- ¿En serio?--- Preguntó el hombre--- Qué raro, estoy temblando y tengo mucho frío.

--- Podría ser el medicamento--- Ella respondió con una sonrisa--- Si se siente mal, avísele al médico.

--- De acuerdo, lo haré--- Respondió él. La enfermera dedicó una sonrisa, tomó sus cosas y se marchó.

--- ¿Y Bella?--- Preguntó Annabeth al mirar a Tiana acercarse a ella.

--- Fue a traer a la paciente que será admitida hoy.

--- Oh claro... La niña con cáncer de hígado--- Murmuró Anna--- Pobrecita, es solo una niña.

--- Lo sé.

--- ¡Suéltame! ¡Estoy bien!--- Comenzó a escucharse--- ¡Quiero irme a casa!

--- ¡Entiende! ¡Necesitas tratamiento y recuperarte para poder jugar con tus amigos!--- Exclamó Bella, jalando con cuidado a una pequeña que se negaba a acceder a la sala.

--- ¡Ni siquiera es asunto tuyo!

Annabeth levantó su mirada y alzó la voz.

--- ¡Diana!--- Habló luego de mirar su expediente, llamó la atención de la pequeña--- ¡Debes respetar a tus mayores!

--- ¿Y tú quién eres?--- Preguntó molesta.

Annabeth miró a Bella, negó con su cabeza e indicó el paso. Como pudieron la llevaron a una de las habitaciones vacías.

--- ¿Quién crees que eres para decirme que no puedo ir a casa?--- Lloriqueó la niña.

--- ¡Cálmate!--- Ordenó Tiana con suavidad en su voz--- Vas a estar bien.

--- ¡Quiero ir a casa!

--- ¡Oye, basta!--- Exclamó Bella que intentaba quitarle una almohada de las manos. La niña la agitaba constantemente evitando el contacto con las enfermeras.

--- ¡Déjenme ir a casa!

--- ¿Es que acaso no vas a parar tu drama?--- Elsa caminó hacia adentro de la habitación.

De pronto, la habitación estaba muy silenciosa.

--- Tú, ¿cómo es qué le gritas así a un adulto?

--- ¡Haré lo que quiera!--- Exclamó engreída.

--- ¿En serio?--- Elsa se acercó y con suavidad golpeó la pequeña cabeza de la molesta paciente.

--- ¡Hey! ¿Cómo te atreves a golpearme?

--- Haré lo que quiera--- Respondió la platinada.

--- ¿Qué clase de médico le pega a la gente?

--- ¿Por qué crees que no puedo? Acabo de hacerlo--- Elsa sonrió burlona.

--- ¡ME VOY A CASA!

Elsa detuvo su caminar y le arrebató la almohada de la mano, la empujó con cuidado hacia la cama y la sentó en ella.

--- Escúchame...--- Elsa hizo una pausa--- No me importa si golpeas e insultas a los adultos que te lastiman y son malos contigo, pero ser así con los que son amables e intentan curarte es muy estúpido. ¿Entiendes?

La niña miró a Elsa con atención, soltó un suspiro y asintió. Elsa le dedicó una amable sonrisa.

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