़ Sangre ़

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[ 21 / 10 / 2021 ] [ República de Chechenia, Rusia ]

Jack.

Miré a mi alrededor. Estaba solo, nunca había visto tanta tranquilidad.

Aceleré el Jeep que me habían prestado. Este rebotó en varias ocasiones debido a la terracería.

Al llegar a mi destino detuve el vehículo, y luego de bajarme, observé el desolado lugar en el que me encontraba.

Finalmente entré a aquellas ruinas caídas. Un abandonado cementerio con lápidas descuidadas y mugrientas estaba detrás.

Eché un vistazo. El hedor era insoportable, así que tapé mi nariz con mi bufanda. Había mucha niebla, el cielo estaba completamente gris. Los cuervos me miraban y emitían sus conocidos graznidos.

Me acerqué lentamente a una descuidada lápida y me puse en cuclillas. Me percaté de algo peculiar: un mensaje escrito en ella.

De mi bolsillo saqué un pequeño pañuelo y procedí a limpiar las letras, encontrándome con la siguiente frase:

“ 𝕹𝖔 𝖇𝖚𝖘𝖖𝖚𝖊𝖘 𝖆 𝖑𝖆 𝖒𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊. 𝕷𝖆 𝖒𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊 𝖙𝖊 𝖊𝖓𝖈𝖔𝖓𝖙𝖗𝖆𝖗𝖆 ”.

No aparté la mirada de aquel concreto, analicé aquellas palabras y luego de unos segundos, me levanté, tomé la pala que había traído conmigo y comencé a cavar.

Huesos, cráneos con colmillos en las mandíbulas, dedos con uñas demasiado largas y unos trozos de tela gastada y sucia es lo que descubrí enterrado.

Miré las piezas. Tras varios segundos de indecisión, decidí finalmente tomar algunas muestras. Sin duda serían piezas clave para mi investigación.

Al cabo de un rato y luego de obtener lo que quería, volví al hospital en el que estaba haciendo mi servicio.

Pude ver a muchos soldados desalojando el viejo y descuidado edificio frente a mí. Apagué el motor del auto y salí, quitándome la bufanda del rostro.

--- ¡Doctor Frost!--- Llamó uno de mis colegas al verme llegar al lugar.

--- ¿Qué pasa?--- Saqué una goma de mascar del bolsillo de mi bata. Luego de sacarla de su empaque la introduje en mi boca.

--- En dos horas los rebeldes van a pasar por aquí--- Comenzó--- Así que hay una orden para que evacuemos a una estación segura.

--- Pero aún no hemos operado a la niña. ¿La han trasladado?--- Pregunté.

--- Emm... no, ella sigue adentro--- Murmuró.

--- ¿Qué?

--- Durante el traslado, la posibilidad de muerte por shock hipovolémico¹ es alta--- Explicó él.

--- Aún así no podemos dejarla--- Regañé--- La operaré y me la llevaré.

--- No, no. Es imposible hacer esa cirugía solo--- Espetó deteniendo mi caminata. Miré su agarre y después lo miré a él--- ¿Cómo va a hacerlo sin un anestesiólogo ni un asistente?

--- Puedo hacerlo--- Gruñí. Él me soltó de inmediato.

--- ¿Qué hacen aquí? Tenemos que irnos--- Dijo uno de los soldados luego de llegar hasta nosotros.

--- Por favor, déjame un auto--- Pedí--- Los veré después. Debo operar a una niña.

--- ¿Está loco?--- Regañó el camuflajeado--- Los rebeldes no perdonarán a nadie, ni siquiera a niños o a doctores--- Permaneció en silencio un momento--- Hace dos semanas...