Diario de una chica con problemas 1 COMPLETO

2 de agosto 3:00 am

Soy mi propia destrucción.

Como si el monstro que vive en mi interior, siempre quisiera salir para dañarla todo, pero sobre todo para dañanarme a mí. Pero siempre salen peor dañados la gente que te ama. Por eso, se que el amor es lo más perjudicial de todo, aunque sea un sentimiento normal del ser humano.

Me he dado cuenta de que estoy enferma, pero no quiero decírselo a nadie.

Sí, ya me había dado cuenta antes, con todo eso de los trastornos psíquicos que tuve que estudiar aquella vez en Biología en el infierno llamado instituto.

Algo me persigue, no una persona, ni un objeto, algo horrible. Se siente como si alguien se pusiera de pie sobre tus hombros y tuvieras que cargar con él y con tu propio peso. Se siente como si algo te oprimiera el pecho y te quemara las costillas, lo cual no es del todo desagradable. Es una sensación de angustia que me controla y me hace querer romper cosas y "no tener pensamientos buenos hacias las peronas que me rodean, pero sé que no debo hacerlo, que tengo que controlar todos mis sentimientos y esa gran impotencia.

También siento como el típico nudo en la garganta que se te hace cuando estás a punto de llorar, ¿Ese que te sale cuando lloras y no sabes por qué? pero sin ninguna razón y todo el tiempo. Es algo que me impide hablar y tengo miedo de mostralo todo.

Joder, tengo tantos temores ¿Por qué tengo que ser tan frágil? ¿Por qué no puedo luchar contra mis demonios interiores? Y por culpa de estos demonios interiores, creo que perderé a la gente que todavía me rodea ( o a la poco gente que todavía me queda, mi madre). Pero, no es hecho de perderlos lo que me asusta, si no yo misma, porque...... simplemente exploto delante de .... ella y termino tratándola mal y con las palabras en la boca de "tu no me entiendes".

Odio que pase esto, porque no soy capaz de controlarme, y por un momento me dejo llevar por.... yo misma, por lo que piesno y siento.

No quiero que pase esto. Ella es la única que se preocupa por mí y lo mejor que tengo. Aunque, tampoco es que tenga mucho valor para decírselo, puesto que en mi boca lo que suelan salir son cosas como " déjame en paz" "vete" o un "!Cállate!" que retumba por toda la casa.