Au: Actual.
Zoro condujo su automóvil por las pobladas calles de la ciudad con cansancio, había virado casi diez veces en la misma intersección a la derecha en lugar que a la izquierda por lo que se terminó perdiendo en la gran ciudad. Freno por unos instantes en un parque repleto de infantes correteando entre ellos, otros jugaban y un par lejano se encontraban saboreando el mundo ingresando a sus pequeñas bocas trozos de tierra y arena.
Resopló al ver una mujer empujando una carriola, con una mirada cansada pero alegre al pequeño bebé que dormitaba profundamente oculto del intenso sol.
Desde hace un tiempo pensó en tener descendencia con su amada pareja. T/N era una cirujana muy reconocida, trabajaba en un hospital con largos turnos ya sean diurnos o nocturnos y cuando entraba al departamento de ambos se recostaba en el sillón con miles de historias que contar sobre su día cuando el masculino le preguntaba; ella lanzaba su bolso y las llaves para dejarse caer al reposando su cabeza en el regazo del de corta melena verde con una boba sonrisa mientras hablaba y hablaba, Zoro solo la escuchaba atentamente sin dar ninguna acotación de gran importancia, fijo en cada expresión que su amada expresaba tan abiertamente mientras él con dedos tímidos se encargaba de peinar la melena C/P.
Aunque él también trabajaba largos turnos en la empresa de un amigo para ahorrar lo suficiente como para comprar una casa en un lugar tranquilo y silencioso en donde vivir con la T/A, donde tal vez formar un Dojo donde entrenar a pequeñas criaturas en el arte de la espada y su amada tuviera finalmente un jardín de flores coloridas y frutas, incluso el comprar un perro el cual pudiese correr libremente por el verde prado.
Nunca en toda su vida el Roronoa pensó en tener esos pensamientos.
El tostado pasó sus dedos por su cabello bien peinado, recostando su cuerpo por completo en el sillón de cuero de su auto, pensando seriamente en las múltiples ideas recorriendo su mente al detener su automóvil y apagar el motor, retirando la llave de su hendidura y girándola en sus dedos al comprobar que las ventanas estuvieran bien cerradas, desde la última vez había aprendido la lección. Las parejas pasaban riendo por la acera, otros cuantos haciendo deportes o sacando a pasear a la mascota, mujeres con niños, familias enteras con canastas de picnic y una que otra pareja de diferentes edades. Sus oscuros ojos se detuvieron en una pareja de ancianos que arrastraban sus pies lentos por la acera dirigiéndose a una banca bajo a un mullido árbol frente a la callejuela de arena por donde jugueteaban los mocosos, los adultos mayores permanecían con sus manos unidas, arrugadas y con el curioso destello de una sortija en sus dedos anulares.
Era lindo, Roronoa se cuestionaba si alguna vez llegarían hasta esa edad junto a su amada, y con ese pensamiento su estómago se revolvió satisfactoriamente y un calor se elevó hasta asentarse en sus pómulos angulares sintiendo el cosquilleo de su piel y la punta de sus extremidades. Un bello pensamiento, sus labios se curvaron al liberar un suspiro nervioso, aún se sentía como un torpe y bobo adolescente cuando se trataba del amor, todavía dando pequeños pasos seguros mientras aprendía y evitaba equivocarse.
ESTÁS LEYENDO
Ocean (One-Shots - One Piece)
FanfictionSegundo libro de One-Shot's. Sean bienvenidas a este pequeño espacio en donde los sueños se pueden volver realidad por medio de pedidos y de mucha imaginación. Libro de cortos y one-shot's. ¡¡Pedidos abiertos!! 🌊Publicaciones lentas 🌊No Copias Ni...