Segundo libro de One-Shot's.
Sean bienvenidas a este pequeño espacio en donde los sueños se pueden volver realidad por medio de pedidos y de mucha imaginación.
Libro de cortos y one-shot's.
¡¡Pedidos abiertos!!
🌊Publicaciones lentas
🌊No Copias Ni...
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Sanji guardo silencio al momento de apagar su cigarro, con una mano retiraba la colilla y con la otra miraba fijamente la piel sangrante de los tobillos de la mujer, la tela delgada que asemejaba a la seda siendo un material más barato estaba manchado por el plasma de fuerte olor.
—Sanji, no es necesario —murmuró la mujer avergonzada.
El blondo la miro y negó con una suave sonrisa al tomar con delicadeza los pies de la mujer al arrodillarse frente a ella y examinarlos con cuidado. Retiro su zapato y las joyas manchadas, vio la piel áspera y oscura por las cicatrices ya viejas que tenían y ahora sangraba.
Sanji había escuchado a Zeff quejarse del dolor de su pierna ausente, a veces, cerca de la fecha en que la amputo el dolor era mayor. Por ello comprendía la molestia de T/N, las heridas de sus tobillos y muñecas jamás habían sanado bien y solamente los buscaba ocultar, ahora sangraban ocasionalmente tras en esfuerzo que se ejercía al danzar.
Mientras Luffy, Chopper y Usopp reían como niño por la danza de T/N, la muchacha sufría por sus heridas sin decírselo a nadie. Sanji se entero por accidente cuando la encontró en la cocina en la madrugada tratándose sus heridas con el rostro fruncido y las mejillas con suaves lágrimas claras que le conmovieron el corazón.
Le había rogado que no le dijera a nadie sobre sus heridas, y Sanji le dolía admitir que era débil al rostro triste y desesperado de T/N al verlo, al punto de soltar lágrimas abundantes y aferrarse a su camisa como si él fuese lo único que pudiera ayudarla. Y Sanji había decidido que eso haría de ese día en adelante, ayudar a la bella bailarina que causaba alegrías y traía diversión a los piratas de sombrero de paja guardando su propio dolor en un pequeño cajón al cual poco a poco iba abriendo buscando como ayudarla. Tal vez no podría salvarla, o arreglarla, pero Sanji se sentía satisfecho con solo saber que podía estar ahí para ayudar a aquella mujer que hacía su corazón brincar de su pecho y sus labios suspirar embelesado por su aparición. Con sólo estar a su lado el rubio ya estaba satisfecho, solo con ver su perfil mientras estaban todos sentados en la mesa comiendo juntos como una familia ruidosa y desordenada lo hacía sentir lleno.
—Lo es, querida, estas herida —respondió al tomar algo de suero y dejarlo caer.
Lavo la herida sin miedo o disgusto alguno incluso con su horrorosa apariencia. Acaricio los pies de la bella bailarina que usualmente estaban llenos de parches y vendas, masajeo con cuidado su piel desnuda ayudando a la circulación y aplicando un desinfectante y un ungüento comenzó a venderla con suma delicadeza.
Luego se inclino y beso el dorso del pie de la mujer con suma delicadeza, luego beso las vendas que se marcharon por el ungüento de hierbas.
—¡Sanji! ¡Esta sucio! —Chilló horrorizada la mujer, tratando de apartar su pie.
—Para nada, T/N-swan, nada de ti es sucio —tomó con delicadeza sus pies y los volvió a besar—; solo es hermoso.
Hizo un camino de besos subiendo por la tibia, se centro en sus cicatrices difuminadas con su piel y los lunares que veía por el camino. En la cocina abandonada solo se podía escuchar el sonido húmedo de los labios suaves del cocinero contra la piel de la bailarina, el repiqueteo de las decoraciones de su baile y los jadeos de sorpresa de la mujer.
—¡Espera, no, no es necesario! —Chisto con el rostro rojo, empujando suavemente el rostro del cocinero cuando este se detuvo en su rodilla.
Sanji le sonrió al tomarle de la mano y verla desde su posición, aun de rodillas, tomó de la pequeña mano disfrutando de su tacto y de su apariencia débil y minúscula comparada contra su mano, más grande y áspera, con cicatrices por su tiempo en la cocina y la marca de nicotina en sus dedos. Luego la beso, T/N aguanto la respiración con el corazón acelerado en cuanto el hombre apoyo su frente en sus nudillos, casi haciendo un juramento de lealtad a una princesa de la edad media.
Luego la miro con sus profundos ojos azules y le sonrió con las orejas ruborizadas al ver el rostro abochornado y tembloroso de la bailarina que lo miraba con ojos cristalinos, avergonzada. Y Sanji sintió su corazón calentarse al apoyar su rostro en la pequeña mano de la mujer, disfrutando de su calor contra su mejilla y tarareando suavemente una canción que su madre le cantaba cuando era niño, la que tarareaba mientras cocinaba, la misma que le cantaba a T/N cuando no podía dormir.
—Oh, mon chéri —canturreo con voz dulzona al mirarle con amor.
¿Desde cuando habia comenzado? Sanji ya no lo sabía, y tampoco le importaba cuando empezó, solo sabía que ya no era una coquetería simple y caballerosidad, solo podia ver a T/N dentro y fuera del escenario, buscar sus facetas y sus expresiones, se esforzaba más en sus platillos y postres que le servía a ella y disfrutaba de sus sonrisas y su voz suave agradeciéndole, incluso llegando a innovar más solo para sacarle una sonrisa y ese brillo animado en sus ojos tristes.
—Vamos, Sanji, no juegues así conmigo —rogó con los labios apretados y la mirada apartada.
—No estoy jugando —aseguró el rubio firme—. Nunca jugaría con una bella dama como lo eres tu, T/N, no cuando cautivaste mi pobre corazón —canto con voz melodiosa y una suave sonrisa.
Y entonces, volvió a besar la mano de la mujer.
—Por favor, cuida de este pobre corazón —pidió, casi siendo una suplica oculta en sus ojos azules.
Ambos se miraron por un largo segundo en el cual los dos estaban solos en la cocina con el corazón acelerado.
—¿Me aceptarías, mon chéri? —Las mejillas cálidas de la mujer solo se volvían más y más rojas, haciendo que el rubio sonriera enternecido.
La mujer lo miró con cierta duda al extender su otra mano para acunar el rostro de Sanji y asentir con cuidado, formulando un pequeña sonrisa de ojos cristalinos al asentir con la cabeza. Sanji aún arrodillado se apoyo en las suaves manos que lo acunaban con una suave sonrisa, agradeciendo suavemente.
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¿Soy la única que tiene la teoría (headcanon) de que Sanji tiene pesadillas en la noche además de tener fobia a los espacios cerrados? Pensando en ello, creo que podría escribir algo relacionado a ello ^^.
¿Qué les pareció el capítulo?
De paso promociono mis dos libros nuevos y los otros de One-Shots, por si les gusta mi escritura. Pasen por mi perfil para darle una mirada ^^
