Segundo libro de One-Shot's.
Sean bienvenidas a este pequeño espacio en donde los sueños se pueden volver realidad por medio de pedidos y de mucha imaginación.
Libro de cortos y one-shot's.
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Rosinante supo que algo estaba mal en él cuando miraba más de lo necesario a T/N, ya no solo era debido a sus extravagantes atuendos ni por el coqueto menear de sus caderas al andar, ni siquiera era por el típico repiqueteo de sus altos tacones con una punta tan larga y fina que el hombre estaba seguro que fácilmente atravesarían la carne como si no fuese más que plastilina pues siempre sus propios pies estaban cercanos a sufrir tal destino. Tal vez se estaba involucrando más de lo necesario en aquella artimaña en la cual decía vivir, pero ver a la mujer de su hermano no era algo que estuviera bien.
El blondo amaba a su hermano, amaba a su familia incluso tras su dramático deceso de cada integrante a sabiendas que posiblemente el suyo sea el siguiente, otro más en una larga lista de sangre tras los pasos de Doffy, pero el menor ya no sabia que hacer.
Se había apoyado en la muralla fingiendo discreción al prender un cigarrillo con la mirada perdida mientras escuchaba las dos voces más importantes de su vida discutir, su corazón se estrujo con fuerza al instante de escuchar el fuerte impacto de la carne al chocar con violencia, unos muebles se movieron y algo cayó con dureza contra el suelo como un cuerpo sin vida, Donquixote menor se encogió en su escondite tratando que el cigarro no se le cayera de los labios e incendiara su abrigo de plumas oscuras. Aguardo, escuchando como las voces subían hasta ser gritos, seguidos del ruido de la carne ablandándose con violencia, un lujoso trozo de carne suave tras ser golpeado para hacerlo tierno, la puerta se abrió y se estrelló contra el marco, silbando y crujiendo cuando Doflamingo salió del cuarto acomodándose su cabello y escupiendo un par de palabras al alejarse de su cuarto personal que compartía con quien era su mujer y Rosinante sabia que la angustia incrustada en su pecho generando un nudo en sus vísceras mudas iba en aumento, como pudo se puso de pie tras tropezar y con pasos tímidos, todo lo contrario a su hermano mayor, se acercó al cuarto cuya puerta jamás se cerró.
Y ahí la vio, otra vez en aquel deplorable estado, T/N ya no tenía ese bonito labial rojo pasión en sus labios ni ese maquillaje que la hacía ver más bonita todavía, aunque el blondo sabía que esa base y corrector eran usados para ocultar los cardenales de su cuerpo de los ojos de la familia criminal. Verla tirada en el piso, temblando como un recién nacido mientras se abrazaba el estómago tratando de sobrellevar el dolor de la reciente paliza de su pareja destruyó al marín encubierto, T/N era una hermosa muñeca de porcelana que Doffy destruía a su gusto y placer.
Apretando los labios dio cuatro golpecitos al marco de la puerta, aguardo escuchar algo del otro lado mientras mordía su cigarro.
—¿Ro-Roxy? —Quería responderle, deseaba de verdad abrir la boca y contestarle para al menos hacerle saber que era él quien la acompañaba, pero solo dio dos golpes más como un 'sí'.
Comenzaba de nuevo su rutina, y esta vez fue peor que las anteriores.
T/N estaba tirada en el suelo, ya no realizaba ni el amago de moverse mientras apretaba su estómago, el piso tenía vómito y sangre, el bonito maquillaje arruinado al igual que su cabello. Hasta sus dientes tenían sangre y Rosinante solo pudo llorar mientras se arrodillaba cerca de la mujer sin importarle el charco de suciedad entre ellos. Ella alzó su cabeza con sus ojos agudos y trató de emular una sonrisa, pero sus labios rotos se lo impidieron.
