Segundo libro de One-Shot's.
Sean bienvenidas a este pequeño espacio en donde los sueños se pueden volver realidad por medio de pedidos y de mucha imaginación.
Libro de cortos y one-shot's.
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T/N era consciente que la tarea de cuidar de un infante era una misión verdaderamente difícil, pese a que muchos solo acusaban a ser sobrevaloradas, quienes verdaderamente tenían ese peso sobre los hombros notaban que no era nada sencillo como se les había prometido en un inicio.
Si, cuidar de un niño era una tarea compleja y difícil, ahora, cuidar de un niño que se encogía en un rincón del navío metálico mientras señalaba a los adultos a su alrededor con dos filosos bisturí, nadie sabía cómo actuar pues el pequeño con ojos enloquecidos parecía seguro de enterrar el filo de la herramienta quirúrgica en la garganta de quien estuviera más cerca de sus canicas de plata bañadas en la vesania y ponzoña, era una serpiente enroscada sobre sí misma y preparándose para enterrar los colmillos huecos en los que sea.
—Ve tu, T/N-san —la mujer giro la cabeza como si del exorcista se tratara, un par de venas brotando por su rostro con el semblante avinagrado al notar como todos los piratas de Heart.
Diablos, varios de ellos ya conocían a un Law más joven, pero ellos estaban de los últimos en el montículo de personas, retrocediendo tan lentamente que parecían buscar pasar desapercibidos, desgraciadamente, fueron los primeros en ser atrapados para buscar una solución aparente y los mismos quienes no dudaron en lanzar al agua a la fémina para salvarse el pellejo. Y nadie los cuestionaba, porque demonios, el capitán serio e imperturbable ahora era un pequeño que quien sabe de donde, pero poseía no solo uno sino que dos bisturí y amenazaba a todo lo que pasaba por su campo de visión.
T/N no quería aceptarlo pero su piel también estaba erizada y fría mientras se cuestionaba internamente que debería de hacer sin ponerse en riesgo. Era satírico como los adultos parecían los verdaderos arrinconados por un pequeño niño, varios incluso se habían retirado con la excusa de que tenían trabajo que hacer, pero no eran más que excusas para huir del peligro. Suspirando al ver tal cobardía, la fémina pellizco el puente de su nariz, tomando valor y paciencia para ver de soslayo al pequeño que continuaba sin bajar la guardia, las manos no le temblaban y sus labios fruncidos contrastaba con su semblante aniñado, su pequeño cuerpo solo era cubierto por la enorme sudadera que era inicialmente de Law, con sus mangas totalmente arremangadas y la parte de abajo arrastrando; de no haber sido por esas armas, serían algo lindo de ver.
Suspirando, y totalmente resignada a ser la carnada y segura de que acabaría con mínimo un corte, se acercó a paso lento al pequeño, mostraba sus manos libres y al estar lo suficientemente cerca, no tanto para que el niño le apuñalara gracias a sus pequeños bracitos, T/N se agacho para llegar a su altura, deseando que esto no fuera contraproducente. Law observó a la extraña mujer con ojos crudos, la mandíbula le crujía por la fuerza que le ejercía y con un paso temeroso se adhirió a la pared a su espalda. El pequeño estaba confundido, hace poco estaba rodeado de fuego y cuerpos de personas a las cuales conocía, ahora en cambio estaba en un extraño lugar, muy genial por cierto, rodeado de personas extrañas y con ropas raras, realmente solo tenía esa sudadera amarilla.
