Cuando May salió de la habitación se levantó, tomó la ropa y se fue a bañar.
Se estaba viendo en el espejo, había que ser sinceros, May tenía razón, la ropa era demasiado bonita, y le quedaba a la perfección.
Cuando estaba bajando las escaleras sintió un aroma muy delicioso, May estaba cocinando, se dirigió a la cocina para ver qué estaba cocinando May.
— Oye May, ¿Qué cocinas? — Dijo sentándose en una de las sillas de ahí.
— Estoy haciendo unas enchiladas, espero que te gusten — Le dijo con una sonrisa.
— Son platos mexicanos, ¿Verdad? —
— Sí, soy de México, vine aquí por un trabajo, y me gustó, así que decidí quedarme — Dijo mostrándole una sonrisa.
— Lo supuse, tu acento te delata, y dime, ¿Cuánto tiempo llevas aquí en España? — Era bastante curioso, esperaba que no esté incomodando a May.
— Si mal no recuerdo, dentro de unos días se harán dos años —
Estuvieron conversando un rato mientras Andrés ponía la mesa y May seguía cocinando.
Escucharon la puerta principal abrirse cuando justo terminaron de servir la comida en los platos.
Andrés iba le iba a hablar, pero Ari en cuanto abrió la puerta se fue corriendo escaleras arriba, después de eso escucharon cómo Ari se había entrado a bañar.
— ¿Pasó algo? — Dijo mirando confundido a May.
— Quizás salió a correr y sudó demasiado — Dijo May encojiéndose de hombros.
— Está bien, ¿Comenzamos o lo esperamos? —
— Comencemos — Dijo May, y con eso comenzaron a comer tranquilamente.
— Disculpen que haya entrado así, quería darme un baño rápido — Dijo Ari bajando las escaleras.
— No importa, siéntate a comer — Le dijo May, Ari le hizo caso, se sentó al lado de Andrés y comenzó a comer.
Al terminar todos ayudaron a acomodar la mesa, una vez terminado May se fue a trabajar y Andrés quedó solo con Ari.
— ¿Pasó algo en mi ausencia? — Preguntó Ari sentándose al lado de Andrés en la cama.
— Mhh... No, y... ¿Tú a dónde fuiste? — Le preguntó Andrés mirándolo fijamente.
— Salí a correr un rato — Dijo elevando sus hombros levemente.
— ¿Puedo salir a caminar también? Me gustaría volver al bosque un rato — Dijo Andrés haciendo un pequeño puchero.
— ¿Tú sólo? — Preguntó Ari arqueando una ceja.
— No necesariamente, si quieres puedes acompañarme — Le dijo con una sonrisa. Ari soltó un suspiro.
— Está bien, vámonos — Dijo Ari levantándose.
Se dirigieron al bosque, estuvieron caminando un rato y charlando.
Escuchó unos ruidos en los arbustos, siguieron caminando, tenía un poco de miedo, luego sintió cómo Ari se transformó en lobo.
— Ari... ¿Sucede algo? — Le dijo en un susurro.
El lobo le negó con la cabeza, sintió otros pasos, se rompían unas ramitas.
Vió cómo un lobo había saltado para atacarlos, pero Ari fue más rápido, lo atacó, estaban peleando, él estaba en un tipo de shock, unos minutos después los dos lobos se transformaron en hombres.
— ¡Sabes perfectamente que esto es nuestro territorio! — Gritó el otro hombre.
— ¡Lo lamento, no me había dado cuenta, estábamos paseando, no presté atención al camino! — Contestó Ari en una disculpa.
— Bien, los perdono, pero para la próxima, Ari Gonzalo, avisa, ¿Sí? — Dijo con una sonrisa, ok... Ahora no entendía nada, el otro hombre parece amigable.
— Sí, sí, me lo dejaste claro Sebastián — Dijo Ari acercándose a él y rodando los ojos.
Ambos lobos sólo tenían sus pantalones, contrario a Ramón y Rubén, que cuando se transformaban en humanos estaban totalmente desnudos... Qué raros son los lobos.
— ¡Sebastián! — Escuchó un grito, al parecer la persona que esté llamando al tal “Sebastián” no estaba muy feliz, y Sebastián lo sabía, pues éste se puso tenso. — ¡Sebastián! ¿Dónde rayos estás? —
Luego de esos gritos apareció un chico, tenía las puntas de su cabello de color azul marino, se le veía bastante bonito.
— ¿Dónde...? — La pregunta del chico quedó en el aire.
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Eres mi Debilidad •Spartor•
Fanfiction- Ella me dijo que estaría a salvo contigo... - Estaba nervioso, no sabía qué hacer, ni qué decir. - Lo estás, no tienes porqué preocuparte - Le dijo con una sonrisa. - Mi aveva detto che parlavi e capivi l'italiano, ma non pensavo che capissi per...