Obito.

3.3K 134 4
                                    

Completamente felices.

Obito despertó en el hospital luego de un grave accidente de auto causado por un conductor ebrio... Él.

Su madre estaba sentada junto a su cama, se veía desvelada, cansada y preocupada; estaba ligeramente dormida, despertaba casi cada cinco minutos a ver cómo seguía su hijo.

Él no podía negar que le alegraba verla y también ver a alguien con él al despertar, pero no podía negar que hubiera preferido ver a (Tn)

Oh, su dulce y hermosa (Tn)... Pero no, ella no estaba, ya no estaba.

Suspiro frustrado haciendo despertar a su acompañante. Su madre le hizo preguntas antes de llamar al doctor para que él también le hiciera esas mismas preguntas.

No tenía huesos rotos, tenía un hombro dislocado, una de sus piernas estaba muy lastimada pero estaba sanando. Si seguía recuperándose así de rápido, lo darían de alta del hospital muy pronto.

*****

(Tn) era una chica muy trabajadora, acostumbrada a valerse por si misma se había hecho una rutina agotadora. A pesar de su corta edad, contaba con varios negocios en la ciudad; que un restaurante aquí, que una tienda de ropa allá, cositas así, que ella administraba y dirigía según le pareciera.

Casi no tenía tiempo libre, y tampoco le gustaba perder el tiempo. Y por está razón ella y su novio discutían con frecuencia, hasta el punto de que él le exigió que escogiera: él o su trabajo.

Al inicio pensó que era broma, el solía bromear al respecto últimamente. Jamás se imagino que la realidad pudiera ser así.

Ella lo amaba con todo su corazón, pero tampoco quería dejar de trabajar. Había tenido que madurar y ser independiente desde muy pequeña, el trabajo era prácticamente parte de ella.

Y por esta razón había escogido el trabajo.

*****

Un mes después Obito fue dado de alta, más o menos, más bien le habían permitido continuar con su tratamiento en casa. En ese mes, su corazón se había apretado más y más, había estado esperando una visita.

Una visita que jamás llegó.

Ahora, de vuelta en casa, sin nada que hacer, solo podía pensar en ella, en ir a pedir perdón, en ir a reclamar y armar un escándalo, en sus ojos, en lo injusta que ella era con él, en lo poco que le importaba, en lo mucho que él la amaba y la extrañaba... Pero sobre todo pensaba que tal vez le había sucedido algo, en su mente quería creer que ella no había ido a verlo tras el accidente porque algo le había pasado.

No quería aceptar que tal vez... Solo tal vez... Ella estuviera feliz sin él.
Ese pensamiento lo abordaba por las noches como agua fría, como un cuchillo afilado directo al corazón.

Y "disimuladamente" le preguntó a su madre si acaso ella, en algún momento, había tan siquiera llamado para saber cómo estaba, o si se había preocupado por él.

Su madre, harta de mantener guardado el secreto, le contó todo. Ella misma le había llamado a (Tn) para informarle de lo que había pasado, y (Tn) había llegado al hospital en menos de 30 minutos y se había quedado a su lado, día y noche, sin apartarse más que para ir al baño, todos los días hasta que despertó; dormía ahí, comía ahí, lo miraba, le hablaba, lo acariciaba, lloraba, pero jamás se apartó. Había dejado todo de lado por quedarse con él.

Cuando les dijeron que él estaba mejorando y que pronto despertaría, entonces ella se fue. No quería volver a pelear ni discutir, no quería que la viera con sus ojos llenos de enojo otra vez.

Obito no lo podía creer. Ella siempre había sido fuerte y resistente, pero la idea de perder a quién más amas puede quebrantar a cualquiera. Él lo sabía, ella lo había vivido.

Luego de eso, intentó llamarla una y otra vez, pero ella no le contestó. Así que cuando al fin le dejaron caminar (y cuando el dolor de caminar ya era soportable) se arregló y fue a buscarla.

*****

Un año después, él despertó gracias a la luz del sol, en su cama y abrazando a la mujer de su vida.

Había vuelto a soñar con aquel accidente que casi los separa para siempre.

Ella dormía plácidamente entre sus brazos, acurrucada contra su pecho, su respiración profunda siempre le había dado una sensación de paz a Obito. Acarició suavemente sus cabellos, mientras la miraba con cariño.

Un año antes casi había perdido toda esperanza de volver con ella y sin embargo, ahora, la tenía entre sus brazos.

Él le prometió ser más flexible y paciente con su trabajo, en ocasiones incluso le ayudaba cuando el salía de trabajar. Comprendió lo agotador que era, pero también entendió que el trabajo para (Tn) era parte de su seguridad y tranquilidad emocional.

Ella prometió no trabajar en exceso; de vez en cuando le delegaba el trabajo a alguien y se iba a pasar tiempo junto a Obito, le encantaba ver el brillo en sus ojos cuando le decía que tenía tiempo libre.

Ambos cumplieron con su promesa, aunque su trabajo les costó. Nada ni nadie pudo separarlos, ni el pretendiente intenso de (Tn), Kakashi, ni la chica que acosaba a Obito en su trabajo, Rin.

Ambos fueron completamente felices.

UchihasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora