Itachi.

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Profesor II.

-¿¡Qué carajos está pasando aquí!?

Preguntó Madara entrando al aula de clases, (Tn) brincó del susto, se hizo hacia atrás con media blusa desabrochada y cubrió sus labios con una mano mientras con la otra señalaba a Itachi, sus ojos se empezaban a poner llorosos.

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/Media hora antes/

Itachi terminaba su clase, sus alumnos realmente disfrutaban sus enseñanzas, era como una enciclopedia viviente. Y no era solo el contenido de sus clases sino su persona también, todas las alumnas lo miraban con intensidad, buscaban llamar su atención haciendo preguntas y fingiendo tirar sus lápices para ganarse una mirada suya, las faldas cada vez más cortas. Tambien sacaba suspiros de algún alumno por ahí.

Cuando la campana sonó todos se tomaron su tiempo para alistar sus cosas, Itachi espero sentado en su escritorio, fingiendo anotar algunas cosas para evitar las miradas lacivas. De pronto su teléfono sonó, echo un vistazo y vio un mensaje de (Tn) que no tenía texto sino una fotografía. Fotografía que no abrió de inmediato por precaución, sino que espero hasta estar solo, cosa que sucedió diez minutos después.

Luego de preguntas, invitaciones, insinuaciones y demás al fin estuvo solo y pudo abrir la imagen que tan ansioso lo ponía. En ella se veía una selfie, no se apreciaba la cabeza de la chica, solo del cuello hacia abajo, estaba desnuda excepto por las medias blancas y tacones rojos, el cabello largo y negro se veía por los lados de su cinturita. Al mirar con más detalle se dió cuenta de que estaba en uno de los salones, más específicamente en el salón de artes y literatura, salón ubicado exactamente al lado de la oficina de dirección.

Itachi sabía lo que quería, esa era su manera de provocarlo, de enviarle un mensaje, de llamarlo a su encuentro. Guardó sus papeles en su portafolio y pensó en no ir a verla, claro que quería follarla, pero estaba en un lugar de demasiado riesgo y algo podía salir mal. Terriblemente mal. Justo estaba convenciendose de irse a casa cuando, una vez más, recibió una campanada de su celular seguida de otra foto de la chica dónde ya no se apreciaba su cuerpo completo sino solo sus largas piernas abiertas sobre el escritorio, sin ropa, dejando ver su rosada y depilada vagina. Entonces él cambió de opinión.

Mientras caminaba no podía dejar de divagar en lo que pasaría, en la excitación de lo prohibido y la adrenalina de penetrarla contra la pared cuyo otro lado alojaba la oficina del director, su tío, el padre de (Tn), su prima. Comenzó a sentir una molestia en su entrepierna. Camino más rápido con su portafolio al frente para cubrir aquella extraña protuberancia que se asomaba por debajo del pantalón.

La dirección quedó frente a sus ojos, había primero una puerta que llevaba a un saloncito dónde había un escritorio con una secretaria malhumorada que siempre fingía estar muy ocupada cuando en realidad solo era mañosa. Luego otra puerta, más grande y de madera oscura, en el interior estaba la oficina de Madara, su jefe, recubierta de Madera y con el piso alfombrado, tres de las cuatro paredes estaban forradas con estantes llenos de libros y, al centro, el escritorio, grande y negro de madera. Fue en esa oficina donde se reencontró con (Tn) luego de años de no verse.

Cómo sea, paso discretamente por ahí, mirando la silla vacía de la secretaria, seguramente estaba adentro con Madara, recibiendo instrucciones o teniendo sexo, pues era sabido de todos los profesores que se la tiraba cada que quería.

Avanzó hasta estar frente a la puerta del salón de artes y puso su mano en la perilla pero se detuvo al escuchar una voz masculina del otro lado de la puerta. Pegó su oreja con cuidado de no hacer ruido y pudo distinguir los sollozos de su prima, bajitos, y luego a un chico diciéndole que se callara o le iría peor.

Itachi se alarmó, en parte era por causa suya que ella estaba ahí, pues lo estaba esperando, así que intentó abrir la puerta pero no pudo porque tenía seguro por dentro. La desesperación lo consumió y dió una fuerte patada que abrió la puerta de golpe y la quebró. Miró a la chica sobre el escritorio sin ropa y asustada, luego al chico que la tenía agarrada de las muñecas.

Ya lo había visto antes, nunca habían hablado pero sabía quién era, su nombre era Rock Lee, un deportista que habían expulsado del torneo anual escolar por usar esteroides antes de la competencia, estos lo volvían más fuerte y mucho más agresivo. Pelear con él y ganar no iba a ser cosa fácil pero ella lo miraba como si fuera su única esperanza.

Entonces se dió cuenta de lo que había pasado, probablemente Rock Lee la descubrió mientras se tomaba la segunda foto y decidió que él también quería divertirse con ella.

Entró tan rápido como pudo y lo golpeó en la cara con el puño cerrado provocando que el chico golpeara la pared y cayera brevemente al piso.

-Vistete. -Le dijo a (Tn) luego de quitarla del escritorio. La chica corrió temblorosa buscando sus cosas.

Rock Lee se levantó y se le lanzó encima golpeándolo con ambos puños, pero se notaba que no estaba bien, quizás estaba drogado o quizás era producto del golpe que le había dado Itachi, como sea, se tambaleaba y sus golpes no eran certeros ni tan fuertes como el Uchiha estaba esperando.

En un momento de distracción Itachi logró conectar otro golpe directo a la cara de Rock Lee que lo tiró al suelo, dónde el pelinegro aprovecho para seguir golpeándolo, completamente fuera de si, enojado.

-¡Itachi, ya basta!

Le gritaba (Tn) pero parecía que no lograba escucharla, ella temía lo peor, ya era malo que un profesor golpeara a un alumno pero si seguía así podía mandarlo al hospital... O peor. Y las consecuencias serian igual de graves.

-¿¡Qué carajos está pasando aquí!?
Preguntó Madara entrando al aula de clases, (Tn) brincó del susto, se hizo hacia atrás con media blusa desabrochada y cubrió sus labios con una mano mientras con la otra señalaba a Itachi, sus ojos se empezaban a poner llorosos.

Madara no perdió tiempo y corrio hacia los dos chicos, quitó a Itachi de encima y le echo un vistazo a Rock Lee, también ya lo conocía.

Y por eso no le resultó difícil unir los puntos, o más o menos. Dedujo que Rock Lee había acechado a su hija y la había tomado por sorpresa en aquel salón para abusar de ella pero, antes de poder lograr su objetivo, Itachi había pasado por ahí en su camino a la salida de la escuela y se había percatado de la situación, se había involucrado porque eran familia y quería protejerla así que lo había golpeado con todo su enojo.

Madara se enojó, dió una leve palmada en el hombro de su sobrino y comenzó a golpear a Rock Lee en el suelo, completamente inconsciente. Itachi se giró a ver a (Tn), se acercó y la abrazó, sintiéndola temblar un poco. Luego entró la secretaria de Madara, abrochando su blusa y acomodando su falda, sin saber que su cabello era un desastre.

Cuando lograron quitar a Madara de encima, y ya estando más calmados, llevaron al muchacho al hospital dónde descubrieron que tenía tantas drogas en su sistema como para drogar a un caballo y al final lo expulsaron de la escuela.

Madara les pidió mantener el incidente en secreto para no desprestigiar la escuela.
Itachi recibió su ascenso y a raíz de ese evento dejó de acostarse con (Tn) pues aún se sentía mal y creía que era su culpa que eso pasara.
(Tn) lo entendió y ya no intentó provocarlo, más bien se veían para, ahora sí, estudiar. (Tn) Uchiha tenía un gusto por lo prohibido y, pasado un tiempo, fijo sus ojos en otro familiar suyo que también estudiaba en esa institución, era hermano de Itachi, su nombre era Sasuke y era, por lejos, más impulsivo que Itachi.

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