Unas dos horas después, Adrien llegó a casa. Vivía en un boulevard de prestigio, al fondo de un callejón. Todas las casas parecían iguales por fuera, y todo estaba bien distribuido por el barrio. La casa de él estaba al fondo ya que su padre lo había pedido así por los negocios que hacía internamente. Adrien cargaba con unas bolsas de compras cuando entró, empujando la puerta con el pie y con el cigarrillo colgado de los labios.
- Padre, ya llegué...
Nada se oyó. Típico. Ya no le afectaba lo más mínimo que le correspondiera el saludo pero respetaba el hecho de seguirlo haciendo de todos modos. Fue a poner las bolsas a la barra de la cocina que era la primera habitación después de la puerta. A un lado del lavabo había una puerta que llevaba al patio, y de ahí entró su padre. Era un hombre muy alto, con una incipiente barriga cervecera pero con brazos fuertes. Tenía los ojos azules y el rostro cuadrado de los españoles de antaño.
- Muchacho- dijo a modo de saludo-. Traes mis puros?
- Siempre- dijo Adrien sin mirarlo.
- Y tu que sigues consumiendo esa chorrada- dijo señalando el cigarrillo-. Dijeran en Concha de ti...
- No estamos en Concha, supéralo.
- Que han venido a buscarte.
- A mi?
- Un amigo tuyo- el hombre encendió el puro y empezó a fumarlo-. Lo hice pasar a la sala, no tiene mucho.
Adrien estaba confundido pero se dirigió allá con su padre a pocos pasos de el. En la sala logró observar una bien peinada cabellera rubia bastante conocida. Era Cristhian, se puso de pie y le sonrió al verlo.
- Hola!- dijo, con su ensayada sonrisa de niño mimado.
- Que yo no sabía que teníais amiguitos así...- le susurró el padre con desagrado, para luego dirigirse a las escaleras y subir.
- Hola, hermano- dijo Adrien dirigiéndose a él-. Qué sorpresa- Cris levantó los hombros-. Os ofrezco algo...?
- Gracias, pero vengo de rápido. Solo tome unos pedacitos de.... Qué es...?- señaló un plato de vidrio al centro de la mesa con delgadas tiras de algo rosado con blanco.
- Jamón serrano....?- dijo Adrien.
- Exquisito. Pero oye, vengo a hablar seriamente contigo...
- Vale, que te puedo ceder la paternidad de André ahorita mismo...- bromeó Adrien con una risita.
- No juegues, Simard- Cris dijo severo, su voz se volvió ronca y seria-. Te suena acaso el apellido Demai?
Adrien levantó las cejas, pero levantó los hombros en negación.
- Es italiano- dijo Cris.
- Ah...- resopló aburrido cruzándose de brazos-. Y porque soy europeo vos creís que....?
- No es eso. Te suena o no?
- Jode, que NO- Adrien susurró pero en tono fuerte para no llamar la atención de su padre-. Que pasa ahora?
- Kitty estuvo involucrada en un accidente horrible con ese apellido. Y no quisiera que viniera al caso que tienes relación con ellos también.
- Calma, amigo, que no tenemos nada que ver con esa gente. No me puedo imaginar qué pasó con Kit y eso, pero....
- Más te vale. Porque me llego a enterar que tienes algo que ver con eso y te juro que lo vas a lamentar...
- Cris....- Adrien sonrió y se dirigió las manos juntas a la boca en gesto inocente-. Yo... Adoro a Catherine, y sería incapaz de hacerle algún daño. Que ya no me odies, hombre, pierde cuidado.
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RomanceNovela Erotica 😌 Solo para los de mente traviesa y versátil 😏 "El amor puede venir de diferentes partes, maneras.... Y tamaños ♥️😏"