Capítulo 9

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Por la noche estaba la fiesta en el hotel. Los Sinesterra habían armado la fiesta en grande en el hotel Waldorf de las Vegas, de los más ambiciosos de la ciudad. Demian y Kitty tenían suites separadas para cada uno, y el resto de los invitados en suites por familia. Habían rentado uno de los salones privados de fiesta del hotel, que estaba ocupado a lo largo por la gigantesca mesa de bebidas y alimentos, con el enorme pastel de tres pisos tan elegante en blanco y plateado, en la otra esquina estaba una gran mesa de regalos que ya estaba llena y habían regalos tambien en el piso. La pared entre las mesas estaba cubierta por una gran cortina de pedrería en plateado y frente a ella una silueta de un gato enorme en dorado. A la fiesta habían acudido aproximadamente cincuenta personas, y todas reían, bailaban y disfrutaban con los otros. Demian reía con sus cuñados y amigos, usaba un elegante traje azul marino con corbata plateada, y Kitty exhibía elegante un palazzo muy escotado del frente en color plateado y hermosas plataformas negras lisas. Cristhian había sido invitado, pero no había salido muy bien en calificaciones y no se le había permitido salir, pero Kitty tenía muchos primos y se llevaba bien con los hijos de amigos de sus padres.

La habían pasado de maravilla, y pasaban de las 5 de la mañana cuando se retiraron a dormir. Y el día domingo nadie se levantó hasta pasadas las 2 de la tarde. Comieron todos juntos en el comedor del hotel y los amigos empezaron a retirarse; quedaron Fons, Gilles y su familia y unos primos de Vittoria, tambien 2 amigos de Demian. En la noche los adultos se fueron a los casinos a pasar la madrugada, y los chicos se quedaron a cargo de Helena, menos Kitty que ya era mayor y tenía su propia suite. Salía de darse un delicioso baño de tina a eso de las 10 de la noche cuando oyó que su teléfono timbraba alegremente con mensajes. Se secó las manos y enredó el cabello en la toalla para ir por el celular. Sonrió al ver el número de Eugene en pantalla y abrió los mensajes:

"Hola, bonita. Adivina a quien acabo de ver".

"Hola! No sé, al presidente de la Nación? 🤔"

"Mejor😏. A ti."

"A mi? Imposible. No estoy en la ciudad."

"Yo tampoco. Asómate por la ventana."

Kitty frunció el ceño. Rápidamente tomó su bata de dormir y fué a asomarse. Por su ventana se podía ver el otro extremo del hotel, y a la misma altura que su suite pero casi terminando el edificio vió una muy conocida silueta agitando el brazo para saludarla. Era Eugene! Kitty le mandó un mensaje:

"Estás aquí??? 🤭"

"Sip😁😁😁. Oye, no quería ser atrevido pero, quisiera que vinieras a tomar una copa conmigo. Puedes?"

"Claro! Sólo me arreglo."

Rápidamente se metió a la habitación. Secó el cabello rápidamente y se puso unos tubos en lo que se vestía y maquillaba. Eligió un vestido muy corto negro con brillos, del frente llegaba a la clavícula pero de atrás la espalda solo estaba cubierta por una ligera tira de lentejuelas hasta donde terminaba la espalda. Se puso unas hermosas plataformas plateadas brillantes y su joyería sencilla en plateado. Soltó el cabello en unas delicadas ondas y solo delineó los ojos azules con un poco de sombra café pero enmarcados por rizadas pestañas, y labial rojo. Tomó la cartera plateada que había comprado para el día anterior para cargar su tarjetero, su celular y el labial y se roció de perfume. Salió de la habitación y pasó con sumo cuidado la habitación de enseguida, ahí estaban Helena y los chicos, y caminó hacia el otro extremo del hotel. No se topó a nadie, ya era muy tarde, y que bueno pues no quería llamar la atención. El área donde Eugene se encontraba también eran suites y tenían acceso rápido a las piscinas. Llegó a la habitación de Eugene y llamó quedamente con los nudillos. De adentro escuchó su voz:

¤ø,¸   𝒫𝒶𝓅𝒶𝓀𝒾𝓉𝒾   ¸,ø¤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora