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Un día para la boda. El ambiente era de lo más tenso, la vigilancia era sumamente estricta en el castillo. Se arreglaban los últimos detalles para el día siguiente y en tan solo las primeras horas del día arrestaron a más de cien sospechosos, juntándose a los miles de otros de días atrás. Todos querían adueñarse del poder prometido a la princesa del reino de Fuego en primer lugar.
-No se demoren por favor. Sean uno solo cuanto antes –suplicaba nuevamente la princesa a su amiga del reino de Luz. Suplicante hasta el cansancio, su lucha iniciaba-. Protegeré a los tuyos y los míos, así tenga que dar mi vida. No seré para el enemigo, lo prometo con toda la potencia de mi alma, arriesgando mi cuerpo al límite, cascarón de mis sentimientos. Soy un trasto inútil que no puede siquiera abrazarlos.
-Deja de hablar así, y no te lastimes más. Todos somos amigos. Tu pie no tropezará, estaremos protegiéndote igualmente.
-¡Princesas!
Ambos Syaoran bloqueaban las puertas de la habitación principal en que se celebraría la boda. Vestían para la ocasión desde una semana antes. Llevaban refugiados en aquella sala alrededor de un mes.
Syaoran del ojo azul dio el aviso del maestro Kurogane. Las tropas enemigas estaban ya dentro del reino. Resistían con todo lo que tenían, pero antes del anochecer ya estarían sobre el castillo.
El pronóstico falló. El enemigo estaba rodeándolos por todas partes, entre sirvientes y los mismos soldados del reino habían traidores e infiltrados. Syaoran del reino de Fuego, tuvo su primera victima salvándole la espalda al otro Syaoran, protegiéndole de alguien a quien confiaban era un amigo.
-Mantente alerta.
El descuido no se volvió a repetir, pero en un segundo eran ellos dos solos contra un centenar de hombres armados hasta los dientes.
-¿Dónde estará el maestro Kurogane? ¿Divirtiéndose?
-No tengo idea. Tampoco veo que el maestro Fay esté utilizando sus artes de magia.
El enemigo se abrió paso a pesar de ellos y alcanzaron su objetivo: atraparon con el uso de cortinas a las dos princesas, sin que hubiera mucho que pudieran hacer sus candidatos por impedirlo.
Les dejaron inconcientes en el suelo, dándoles por muertos. Despertaron hasta que los maestros Kurogane y Fay los hicieron volver en sí.
-¿Dónde están las princesas? –más que un reclamo fue un: "digan lo que saben"
Contaron lo sucedido a brevedad. Aquéllos que habían raptado a las princesas eran de los peores enemigos del reino.
-Es peligroso salir, el castillo permanece sitiado, en cuidado de no dejar salir a ninguno de los nuestros –comentó Fay
-Conozco os pasillos ocultos, síganme –dijo Syaoran del reino de Luz.
Solamente ellos 4 bajaron desde aquella sala a los sótanos y mazmorras, donde gente recientemente atrapada clamaba por su libertad.
-Amo Syaoran –se escuchó una voz por encima de todo ese barullo de cadenas y gritos -¡Amo Syaoran!
Ambos volvieron el rostro, un muchacho algunos años mayor a ellos agitaba el brazo detrás de una reja, llamándolos. Prosiguieron caminando.
-¿Lo conoces? –preguntaron entre ellos.
-Yo conozco a sus padres, yo fui quien los llevó de pequeños con el anciano Ángel y la señora Eufrasia (XD)
Se detuvieron el par de muchachos, siguieron escuchando.
-Más aún, ustedes son idénticos a ellos.
-Tu nombre.
-Wa... Watanuki
-Chicos, no hay tiempo para presentaciones –apresuró Kurogane- la situación actual...
-Yo puedo llevarlos al reino del Cerezo, por una ruta segura y rescatar a las princesas.
-¿Cómo sabes que se las han llevado y quienes? –urgió el Syaoran ojiazul.
-Soy... un cocinero del castillo del reino del Cerezo. He visto a sus candidatos preparándose por lo de la leyenda. Sí, la conocemos, yo soy de allá.
-¿Cómo podremos confiar en ti, en que no nos pondrás ante el enemigo?
-Como dije, allá es donde nací y he crecido, pero no estoy del lado de ellos, pues fueron quienes encerraron a mis... nuestros padres. Yo cuido de ellos y juntos hemos esperado por que ustedes crecieran, para restablecer la paz entre los reinos, para evitar el deseo de nuestro rey.
-¿Qué cosa desea?
-Dominar a todos los reinos, tener a todo el mundo bajo su poder, en especial con ayuda de la princesa del reino de Fuego y su poder de "guerra" prometido desde sus ancestros. Y en cuanto a la otra princesa, exclusivamente para su reino. Tenemos hasta que el tiempo se cumpla para rescatarlas, de lo contrario podría ser imposible.
Lo liberaron inmediatamente y él los guió de forma segura aunque con lentitud, al ir a pie.

Luz y FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora