capítulo 9

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A Harry le pesan los ojos cuando se despierta en la mañana de un jueves cualquiera de alguna semana de la que no tiene demasiadas ideas. El cuerpo se le siente como plomo entre las sábanas en esta sensación extraña que se percibe a como si hubiese pasado por una rutina de ejercicio demasiado dura, y lo único que es capaz de hacer es girar el rostro hacia la izquierda, justo en donde la ventana se encuentra.

Los rayos del sol saliente no consiguen colarse del todo dentro de la habitación por culpa de las cortinas, pero el resplandor y la claridad resultan ser suficiente para iluminar las cuatro paredes y evitar que la oscuridad caiga sobre sus hombros. Harry parpadea con suavidad perezosa, casi con somnolencia, y deja escapar un pequeño suspiro al mismo tiempo en el que piensa en que es sólo un día más en el que nada malo puede pasar, o al menos tiene la esperanza de que no suceda, porque ya tiene suficiente con los sueños recurrentes que no parecen querer dejarlo tranquilo, justo como la noche anterior.

No tiene con demasiada certeza qué es lo que ha soñado exactamente, pero lleva consigo aquel sentimiento de haber visto algo entre su inconsciencia que se percibe como más de lo mismo, como lo que parece ser de siempre. Vuelve a suspirar, esta vez un poco más fuerte, más profundo, y con las pocas fuerzas que siente que le quedan, apoya las manos sobre el colchón y se impulsa hacia arriba hasta quedar sentado en la cama. Las sabanas se le acumulan en el regazo y Harry se pasa las manos por la cara mientras se inclina hacia adelante, cierra los ojos por un segundo, se dice a sí mismo que no pasa absolutamente nada y se permite quedarse en aquellos minutos de silencio y lo que parece ser un instante tranquilizador.

La hora es un misterio para él, y le llega a parecer un poco extraño el no sentir la presencia de Gary en alguna parte de sus piernas como últimamente ha estado haciendo. Separa los párpados cuando lo nota y recorre la habitación tan solo para enterarse de que, en efecto, el gato no está allí. Un pequeño sonido curioso resuena en su garganta, bajo, casi imperceptible, porque recuerda haberse ido a dormir a eso de las diez y treinta con él recostado en su pecho, acurrucado justo en donde se encuentra su corazón, probablemente sintiendo o escuchando cada uno de sus perturbados latidos hasta el momento en el que ha caído en los brazos de Morfeo y eso ha sido todo para su suplicio.

Se imagina que su abuela habrá ido a buscarlo en algún segundo de la noche, o quizás le habrá abierto la puerta para que fuera a realizar sus necesidades básicas, o cualquier cosa en realidad, y no piensa más en ello porque al final no tiene demasiada importancia y él solo se encuentra divagando en un tema tan trivial como ese porque no quiere pensar en nada más. Ha pasado una semana y media desde la última conversación con Louis en el patio, y desde entonces ha estado limitando sus salidas a aquel lugar aun cuando ha visto varias veces como el muchacho sale en momentos de desesperación y se derrumba bajo la creencia de que no hay absolutamente nadie cerca para verlo hundirse en la miseria que le provocan sus problemas familiares.

A veces Harry tiene ganas salir para poder consolarlo, hacerle saber que por más grosero y tonto que sea, puede contar con él para lo que necesite, para desahogarse hasta que crea que sea necesario. Sin embargo, eso hacer algo como eso implicaría mentir, y el chiquillo lo sabe, es plenamente consciente de que por mucha empatía que pueda llegar a sentir por Louis, no considera que merece su amabilidad, no cree que sea digno sus sentimientos confusos y buenos porque él no lo ha sido con él.

Louis lo ha tratado mal en todas las ocasiones en las que han estado involucrados, y si quita de la ecuación aquel beso que el mismo castaño le ha dicho que no significa absolutamente nada y que debe superarlo, entonces Louis queda simplemente en la misma categoría que los matones de su antigua escuela; personas de las que Harry se tiene que alejar. Y eso es lo que ha estado haciendo, y si se lo preguntan, va por muy buen camino, un gran avance si no cuenta los sueños que sigue teniendo sobre su vecino, y aunque ha tenido la desdicha de desvincularse lentamente de Niall, Zayn y Liam para poder lograr alejarse de Louis de una vez por todas, cosa que no le ha hecho demasiada gracia cuando aquel trío de chicos realmente le ha agradado; considera que es un buen sacrificio a cambio de un poco de estabilidad emocional, esa que de alguna forma y sin que él lo supiera, Louis le ha arrebatado.

Misted ✦ larry au! | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora