Misted ✦ larry au! | ✓

capítulo 13

Louis extiende la mano para tocar el timbre tan pronto como llegan a la casa de Niall y tienen este intercambio de miradas que abarca todo el silencio que llevan dentro y que han reflejado durante el resto del camino en donde ninguno de los dos ha dicho absolutamente nada aun cuando las palabras han estado en las puntas de sus lenguas, o por lo menos en la de Harry, quien ha querido decir tantas cosas, hacer tantas preguntas, que al final el revoltillo en su cabeza no ha tenido el más mínimo de los sentidos y ha terminado por optar en no decir absolutamente nada para no fastidiar a Louis ni mucho menos.

Ya le ha quedado claro que la tolerancia del muchacho es bastante pobre, y no cree que sea una buena idea presionar sus botones ahora que está haciendo algo así como un esfuerzo por dejar de ser un imbécil, cosa que Harry agradece en su mente y no en voz alta porque tampoco sabe si es un espacio seguro mencionar algo como eso.

Un suave y silencioso suspiro escapa de sus labios y ambos escuchan el reperpero del otro lado de la puerta junto con la voz chillona de Niall, quien les grita que ya va justo después de avisarle a su madre que él se encargará de abrir. Harry se muerde el labio inferior, y no llegan a pasar ni seis segundos completo cuando la madera finalmente es abierta.

Hay una enorme sonrisa repentina en los labios del rubio, la hilera de frenillo con adornos de color verde oscuro ahora reluce en su dentadura y Harry considera que ese color le sienta increíblemente bien al de sus ojos, y que su vida de seguro debe de ser una tortura por tener aparatos como esos. No dice nada al respecto, por supuesto, simplemente se fija en como Niall saluda a Louis con un choque sencillo de puños y dirige su atención hacia él antes de envolverlo en un repentino abrazo.

—Harry, qué bueno que estás aquí— Dice animado mientras se aparta con la misma velocidad con la que ha ejecutado aquella acción, sin siquiera darle la oportunidad al rizado de alzar los brazos para devolverle el gesto.

No ha sido un abrazo demasiado incómodo, en realidad, quizás ha sido un poco gracioso y lo comprueba porque Louis suelta una ligera risa, algo totalmente silencioso que pasaría desapercibido por completo si tan solo Harry no hubiese volteado la mirada hacia él por un instante.

—Gracias por, por permitirme estar con ustedes esta noche— Le dice intentando ser lo más casual, aunque en su cabeza ha querido agradecerle por haberlo invitado. Sin embargo, recuerda que quien le ha hecho la invitación ha sido Louis, y no ha creído que fuera una buena idea darle el crédito cuando no tiene las cosas demasiado seguras. — Le dice intentando ser lo más casual, aunque en su cabeza ha querido agradecerle por haberlo invitado. Sin embargo, recuerda que quien le ha hecho la invitación ha sido Louis, y no ha creído que fuera una buena idea

Niall le dedica un movimiento de mano cuando quiere quitarle importancia a la situación y desea mantenerlo lo más informal posible cuando en serio quiere hacer que todo vuelva a cierta normalidad.

—No pasa nada, amigo— Le dice y se hace a un lado en la puerta. —Pasen. Zayn y Liam ya están arriba y mamá ya pidió la pizza, así que podemos ir jugando en lo que llega.

Harry es el primero en ingresar al interior de la casa, su mirada vaga por los alrededores de la sala casi como un acto reflejo automático sin demasiadas intenciones cuando resulta ser su primera vez en aquel lugar. Se parece a la de su abuela en términos de construcción, a excepción de algunos detalles menores que en realidad pasan desapercibidos, y si no fuera por la decoración, que es una mezcla completa de tonos cafés y crema que hacen que Harry se sienta en alguna especie de casa de películas, podría llegar a pensar que se encuentra en su segundo hogar.

Ha estado tan despistado con todo a su alrededor que no ha podido prestar atención a lo que dice Niall en ese instante, pero se imagina que les indica el camino hacia las escaleras cuando empieza a caminar en aquella dirección. Louis lo mira por un segundo antes de menear la cabeza, como si hubiese pensado en algo sobre él y quisiera alejarlo lo más pronto posible, o casi como si creyera que es algo patético por distraerse con algo tan básico como el contexto físico en el que se encuentran.