Misted ✦ larry au! | ✓

capítulo 5

La semana pasa en una especie de abrir y cerrar de ojos que Harry sinceramente no se espera y el día de la supuesta fiesta llega tan rápido que llega incluso a estar impresionado por lo repentino que es. Ha conseguido el permiso de su madre para asistir a aquella tertulia probablemente no muy sofisticada con la ayuda de su abuela, porque quizás ha sido un poco, o demasiado obvio para él el hecho de que a su madre le preocuparía demasiado el dejarlo ir a una casa completamente ajena con un grupo de chicos, todos menores de edad o eso es lo que Harry supone, a los que acaba de conocer, lo cual, desde un punto de vista es bastante válido y Harry comprende su angustia totalmente.

Sin embargo, y aunque a él también le ha preocupado en cierto modo, sobre todo teniendo en cuenta que la primera vez que fue a una fiesta terminó teniendo una de las peores experiencias de toda su corta vida; él ha estado teniendo estas agradables conversaciones con Niall, Liam y Zayn, en donde ha conseguido la oportunidad de conocerlos poco a poco y culminar con la posible seguridad de que en esta ocasión no será tan malo como antes.

Le agradan esos chicos, esa es la verdad, y charlar con ellos durante las tardes se convierte en algo que ha estado disfrutando con toda sinceridad, porque son divertidos y graciosos, y Niall hasta ha llegado a compartir imágenes hilarante con él que lo tienen riendo por más tiempo del que es necesario y que definitivamente se amerita, y Zayn parece haberse leído todos los mismos libros que él, así que mantiene estas conversaciones sobre cada una de aquellas obras que funcionan como unas especies de debates en donde se emocionan o repudian alguna de esas historias que les haya encantado o sacado de los más mínimos nervios; y Liam de alguna forma siempre está preguntándole como se encuentra y qué anda haciendo, y soltando todos estos datos curiosos que dan cabida a charlas tan interesantes que Harry no puede evitar querer saber todo lo que tiene para compartir.

Y lo cierto es que la ha estado pasando tan bien con todos ellos que durante la semana a duras penas ha dejado el celular, y las únicas ocasiones en las que consigue apartarse de él es cuando sus ojos se agotan inevitablemente por estar demasiado tiempo observando a la pantalla, o cuando Gary se pone terriblemente pegajoso y demanda toda su atención o de lo contrario lo empieza a mordisquear sin llegar a hacerle verdaderamente daño, o cuando su madre quiere que la acompañe a hacer alguna diligencia con ella y deja el móvil en casa porque al final nunca ha sido un completo fanático de utilizarlo cuando tiene alguna compañía a su alrededor.

Anne se ha dado cuenta de ello, por supuesto, y así mismo lo ha hecho la abuela, a quien parece entusiasmarle bastante la idea de que su nieto se haya conseguido buenos amigos como cree que lo son aquellos chicos, y por alguna razón que Harry desconoce, ella insiste en agregar a Louis en aquella lista, asumiendo que el vecino malhumorado y el rizado hablan con la misma frecuencia que los demás, siendo una completa ignorante ante el hecho de que Harry ni siquiera tiene su número.

Ha intentado varias veces el decirle que no habla con Louis, que en realidad ni siquiera le apetece conocerlo porque sencillamente no puede lidiar con él, pero la mujer siempre termina mencionan lo buena amiga que resulta ser su abuela, y lo agradable y servicial que es su hija Johannah, y Harry ha escuchado tantas veces las historias de cómo la madre de Louis ha preparado esta cacerola celestial que hasta se la sabe de memoria porque ha estado sencillamente magnífica, cosa que es divertida y hasta fastidiosa en la misma medida.

Y al final no hace nada al respecto, porque decide darle el beneficio de la duda a Louis bajo la creencia de que quizás solo ha tenido un mal día la vez anterior, y que tal vez en esta fiesta el asunto entre ellos sea totalmente diferente, más amistoso, ligero, como con los otros tres chicos.

Si, Harry guarda esa esperanza, especialmente cuando sus pastillas hacen efecto y evitan que tenga todos estos espantosos y constantes pensamientos que en definitiva deterioran su salud mental, y que los consume para prevenir justamente eso.