capítulo 18

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Harry inhala profundamente al mismo tiempo en el que recobra la consciencia, los párpados se le separan como acto seguido y le toma todo un segundo el enfocar la mirada en algún punto fijo en el techo. El color blanco hueso se convierte en una especie de campo de hipnosis cuando se queda observando aquel lugar sin ningún propósito en especial, y su pecho sube y baja con cada respiración lenta que da al mismo tiempo en el que intenta poner en marcha su cerebro.

Todavía se siente medio somnoliento, como si tuviera ganas de volver a sumergirse en aquel buen suelo o no haber salido de él en primer lugar. La almohada se percibe especialmente cómoda debajo de sus rizos esparcidos por la tela y la temperatura es lo suficientemente buena como para no molestarle tener las sábanas colocadas de la cintura hacia abajo.

No recuerda el momento en el que se ha cubierto con ella ni nada por el estilo, pero supone que debe de haber sido en algún instante de la noche en el que se ha levantado y no le da demasiada importancia cuando tiene ganas de volverse a dormir.

Va a hacerlo, llega incluso a colocarse sobre su costado con todas las intenciones del mundo de regresar a sus ensoñaciones, y consigue cerrar los párpados con letargo cuando de repente, como una especie de rayo que le cae justo en la cabeza y le da una especie de clarificación; Harry recuerda lo que ha sucedido la noche anterior.

Es algo rápido, una secuencia veloz de imágenes que sirven como representación para los sucesos de anoche, esos en donde primero se ve a sí mismo leyendo tan sólo para encontrarse con un Louis devastado en el jardín trasero de la casa de su abuela con la noticia de que su madre le ha sido infiel a su padre y que ya no hay ninguna clase de salvación para ellos cuando en serio se van a divorciar, y tiene presente a Louis y el abrazo que se han dado, y su intento por consolarlo aun cuando no ha encontrado las palabras correctas para una situación como esa, tan solo para terminar recostados en la cama como si ese fuese el único lugar en el que podrían estar sin que les llegara a doler.

Y han dormido juntos, han compartido aquel espacio en su habitación y Harry no puede evitar abrir los ojos de golpe para mirar al lado vacío de la cama que se encuentra a su lado. Está desolado, ni siquiera tiene que ser un verdadero genio para darse cuenta de que no hay absolutamente nadie allí, y por más que se incorpore entre las sábanas y repase las cuatro paredes con la mirada no es posible que el muchacho se materialice de la nada y aparezca allí.

Louis se ha ido, se ha marchado en algún instante en el que Harry no ha tenido la menor idea y lo ha dejado completamente solo en aquel espacio sin siquiera decirle adiós o avisarle que se irá aun después de lo que ha sucedido entre ellos en aquellas horas nocturnas pasadas. Un sentimiento de malestar se instala en alguna parte de su vientre bajo aun cuando no se lo explica en lo más mínimo, y llega a arrugar el entrecejo cuando no comprende por qué le molesta el hecho de que no le haya informado sobre su partida.

No puede evitar preguntarse en qué momento de la noche se ha retirado, o si lo ha hecho en algún segundo de la mañana y ha corrido el riesgo de ser atrapado por su familia. Las cejas se le alzan ante la posibilidad de que su madre lo haya visto salir de la recámara, o incluso su abuela, y la preocupación empieza a crecer como maleza entre un jardín de flores cuando no tiene ninguna justificación para la presencia de Louis además de la verdad, la cual piensa que no tendría demasiado sentido para sus parientes cuando no conocen todo el contexto de la relación tan peculiar que ellos mantiene.

Ni siquiera el mismo Harry la comprende, así que no se cree capaz de intentar explicarle a su madre qué está sucediendo exactamente, por lo que es probable que le ruegue al cielo porque ninguna de ellas se haya encontrado con el castaño.

Se retira las frazadas de encima cuando ha logrado despabilarse con la cantidad de pensamientos que le han llegado a la cabeza y se pone de pie sin más preámbulos con la misma sensación de incertidumbre creciendo dentro de él. Intenta no mortificarse tanto por nada, porque al final ninguna de sus ideas son objetivas y la única forma de saber qué ha sucedido realmente es bajando a la cocina y enfrentando a su familia.

Misted ✦ larry au! | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora