Misted ✦ larry au! | ✓

capítulo 4

A Harry se le revuelven las tripas en el estómago cuando el chico cuya identidad aún desconoce también lo mira con esos ojos impresionantemente azules y este flequillo que adorna su frente de una manera lo suficientemente coqueta como para que Harry piense en él de esa manera. No está seguro de si él lo recuerda, porque la seriedad en su rostro no le permite adivinar absolutamente nada de lo que podría estar pasando por su cabeza en esos eternos minutos, y se llena de toda esta incertidumbre que para él no llega a tener el menor de los sentidos.

—Hola, compañero— Saluda el moreno, llamando la atención del rizado, que le agradece mentalmente por intervenir antes de que el silencio se hiciera terriblemente presente. —Yo soy Zayn, él es Liam, Niall y Louis.

Los señala en ese mismo orden a medida en que pronuncia sus nombres y Harry los va repasando con la mirada en el transcurso, con una ligera, casi diminuta sonrisa en los labios.

Liam toma la palabra con este tono igual de amistoso que el gesto que le ha hecho para que se acercara.

—¿Eres nieto de la señora Selley?— Cuestiona, tan sólo para ganarse una expresión incrédula por parte de Zayn, que le golpea el brazo con el dorso de la mano sin utilizar demasiada fuerza.

—Por supuesto que lo es, Liam— Le contesta antes de que Harry pueda siquiera abrir la boca para afirmar aquel dato. No es lo suficientemente veloz para eso. —¿Qué clase de pregunta es esa, hombre?

Liam se encoge ligeramente de hombros.

—Sólo quería confirmar, nada más.

—Espera un segundo— Interrumpe Niall entonces, extendiendo los brazos a los lados para evitar que alguien más diga cualquier otra cosa. Harry traga saliva y baja la mirada hacia Gary porque es el fin de sus orbes azules están enfocados. —¿No te arañó cuando lo cargaste?

La pregunta le parece tan rara como puede llegar a serlo, pero para ellos tres parece tener demasiado sentido, y resulta ser aparentemente impresionante cuando se les alzan las cejas y lucen sorprendidos, como si no pudieran siquiera creerlo. Todos a excepción del castaño, de Louis, que sigue con el semblante en blanco y no parece demasiado interesado en nada que tenga que ver con Harry, cosa que es desconcertante para él porque no deja de repetirse que no se conocen de absolutamente nada.

—Huh, no— Responde en un murmullo.

—¿Ni te mordió?

—Tampoco— Sacude la cabeza. —En realidad quiso que lo cargara.

—No puede ser cierto— El rubio se queja con la frente demasiado arrugada, de manera que le añade cierto énfasis a sus palabras. —Pero si a mí me muerde cada vez que intento tocarlo.

—A mí siempre me rasguña— Opina Liam con pesar

Zayn se ríe con suavidad resignada.

—A mí ni se me acerca, hombre.

Y quizás es un poco extraño que el tema de conversación actual sea sobre el gato que Harry lleva en los brazos y que aparentemente no se lleva bien con nadie más, pero no le molesta en absoluto porque eso sólo da inicio a una secuencia de anécdotas bastante graciosas acerca de cómo Gary resulta ser la mascota más grosera y odiosa de todo el mundo y un montón de cosas más en las que Harry es gratamente incluido en la medida de lo posible y Louis dice el mínimo número de palabras posibles, casi como si ni siquiera estuviera allí y sólo fuera capaz de responder preguntas dirigidas a él directamente y nada más.

Llega a sentirse cómodo con ellos en algún instante, le agradan lo suficiente como para por fin bajar la guardia y relajar los músculos de su cuerpo que se han tensado en algún instante del que ni siquiera es consciente, y no le incomoda en absoluto cuando pasan a la parte en donde les cuenta que vive en Londres y solo está de visita en Holmes Chapel durante el verano. Recibe un sin fin de preguntas sobre lo que es vivir allá y contesta todas y cada una de ellas entre risas y una buena sensación en las tripas porque resulta ser verdaderamente gracioso como ellos actúan como si Londres estuviera en un sitio completamente diferente o fuera esta utopía fantástica.