Misted ✦ larry au! | ✓

prólogo

Pasar el verano en la casa de su abuela en Cheshire para Harry no ha sonado como un mal concepto en absoluto, en realidad, considera que la idea de su madre de es bastante buena teniendo en consideración lo muy alejado de Londres que quiere estar ahora mismo y probablemente por el resto de su vida, por lo que cuando ella ha llegado con la propuesta de pasar las vacaciones en otro lugar que no sea aquel, Harry ha estado de acuerdo sin siquiera pensárselo dos veces.

La abuela ha estado muy contenta con la noticia y ha hablado con Harry durante treinta minutos exactos acerca de lo emocionada que se encuentra por tenerlo allí durante aquel tiempo. tienen una buena relación, la mejor de todas en realidad, y aunque Harry es un adolescente en crecimiento con todos y cada uno de esos cambios de hormonas terribles que lo ponen de mal humor o increíblemente triste e incluso seriamente cruel; él verdaderamente adora ser consentido por su abuela, y su familia en general.

Sabe que tiene mucho que ver con el hecho de que su pequeña familia sea exactamente eso, un conjunto reducido de cariño para darse entre ellos mismos, en donde son solamente su madre y él, y a veces, como pronto lo será, la progenitora de su mamá. Y él está bien con eso, de verdad que sí, porque tal vez ha estado demasiado chiquito como para haber sufrido la muerte de su padre para aquel entonces, porque quizás su madre se las ha empeñado en ser la mujer más fuerte que ha conocido en su vida y porque probablemente le ha dado todo lo que ha necesitado para ser el muchacho que es ahora.

¿Quién es Harry ahora mismo?

Ni él tiene la menor idea, pero supone que toda esta crisis por la que suele pasar es parte del crecimiento y probablemente de la vida también, así que no queja sobre eso, en absoluto, aun cuando se lo está comiendo por dentro y lo hace sentir sinceramente miserable.

Un largo suspiro escapa de sus labios tan pronto deja su maleta en la cajuela del coche y se regresa al interior de la casa para recoger la de su madre y hacer la misma trayectoria hacia el vehículo y acomodar la valija junto a la suya. Cierra la compuerta y se sacude las manos cuando el polvo en el auto se le ha quedado en las manos.

—¿Ya está todo listo, cariño?

La voz de su mamá llama su atención y Harry arrastra la mirada hacia ella. Está cerrando la puerta de la casa y para cuando Harry llega al lado del asiento del conductor ella se está encontrando con él. Le regala un asentimiento de cabeza para hacerle saber su respuesta y la mujer le sonríe suavemente antes de darle una caricia de cabello e irse a su lado del automóvil.

Harry aprieta los labios, le echa un último vistazo a su hogar y no sabe por qué se siente como si no fuese a volver nunca más. Está siendo exagerado, por supuesto, tiene bastante claro que las vacaciones no son para siempre y que en septiembre estará de regreso para el inicio de clases y todo ese martirio por el cual Harry sinceramente no quiere volver a pasar.

Se introduce en el coche cuando escucha cómo su mamá enciende el motor y cierra la puerta con seguro de manera automática, se coloca el cinturón de seguridad y Anne le echa un último vistazo antes de ponerlos en marcha de la forma más sencilla de todas. El silencio en el interior del vehículo no es tan incómodo, pero aun así Hary extiende la mano hacia la radio para encenderla. Empieza a cambiar las estaciones hasta encontrar alguna con una canción que a Harry le guste, y cuando lo hace tiene la oportunidad de apoyar la sien en el cristal de la ventana y simplemente cantar en su cabeza.

Bien, de acuerdo, él no es el muchacho más alegre de todo el mundo, en realidad tiene que asistir a citas con el psicólogo porque hay ciertas cosas que no puede discutir con su madre que es arquitecta y no tiene demasiados conocimientos sobre el cerebro ni el comportamiento humano. Pero está bien, no se avergüenza de ellos, sobretodo porque Anne le ha dado esta larga charla acerca de que su salud mental es increíblemente importante y que no debe considerarse un loco por necesitar ir a sesiones de terapia porque se siente miserable y desdichado.