Hailey Miller
Por supuesto que acepte la cita de Kaiden, no tenía más remedio, aunque admitiría que se lo debía por la horrible cita que nos hicimos pasar, la cual de solo recordarla se me revolvía el estómago. Ambos acordamos dejarla para hoy, y como él prometió se encargará de todo dejándome fuera de esto.
A los dos días siguientes volvimos al trabajo, y aunque dije que podía ir sola él insistió en dejarme frente a la oficina. Se estaciono y se giró para verme.
- ¿Tienes todo?
Asentí mostrándole mi bolso donde dos botellas de suero con sabor a fresa se podían ver, el asintió satisfecho y sinceramente le agradecía a Evan y a Kaiden por esto, porque necesitaba recuperar líquidos. Abrí la puerta del auto y antes de que pudiera salir el tomo mi brazo.
-Quisiera que me acompañaras mañana al club, tengo un juego de polo y me gustaría que mi hermosa prometida estuviera allí-no pude disimular mi sorpresa al saber que jugaba eso.
- ¿Juegas polo?
-Otra cosa que sabes de mi, sabes que estoy lleno de sorpresa-negué lentamente con una sonrisa- ¿Cuento contigo?
-Claro-el sonrió-Nos vemos más tarde.
-Pasare por ti en la noche-asentí antes de bajar del auto.
Cuando llegue a la oficina camine directamente a la sala de juntas, tenía una supervisión con Kevin porque había encontrado varias personas para el trabajo, mi asistente me espero adentro y recibió mis cosas cuando se las di.
-Bien, es una de las mejores y se ha encargado de muchas propiedades importantes, su agenda es muy ocupada, pero accedió a darnos un espacio si la eliges-empezó a decir dejando varias fotos en la mesa-Sus mejores trabajos.
-Muy buenos-le dije sacando una botella de suero de mi bolsa-Kevin te luces.
-Gracias.
-Ella no pudo asistir el día de hoy, pero mando sus trabajos-asentí tomando una imagen y viendo su firma.
-J. Cooper -leí-Muéstrame los otros.
Al ser un proyecto importante necesitaba asegurarme que elegía a la persona correcta, y no podía solo quedarme con la primera persona, pero en este caso pase al menos una hora observando todo hasta que llegue a la conclusión de que todos eran buenos aunque al final me seguía convenciendo la primera persona. Dejé las imágenes en la mesa y volví con ella.
-Contáctala y que cuando pueda venga a mi oficina, sus proyectos me encantaron y es a la que escojo.
-Perfecto-asintió- ¿Algo más jefa?
-Por el momento no.
Le di una última sonrisa antes de irme, debía de ponerme al corriente de todo.