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Kaiden Fairwood
Mientras caminaba por todo el aeropuerto con la idea de llegar a casa y poder descansar, después de haber tomado ese vuelo de emergencia a medio día con la idea de no perder el contrato del que había estado detrás por un mes entero. Eran casi las ocho de la noche y me sentía demasiado cansado como para no hacer algo más que llegar a casa. Me detuve en una tienda para comprar una botella de agua, revise mi teléfono y note que tenía tres llamadas perdidas de Hailey de la última hora. Pero antes de que pudiera llamarla mi pantalla se iluminó con la llamada de Gabriel.
- ¿Hola? -salude extrañado, porque recibir una llamada de uno de mis primos no pasaba todos los días. Era normal pasar tiempo sin escuchar de ellos ya que todos estaban fuera del país.
- ¡Kaiden! -dijo más alegre que de costumbre-Escucha estoy en Nueva York, vine a pasar unos días con mis padres, pero en el camino conocí a una chica-el suspiro- ¿Recuerdas esa vez cuando cumplí dieciocho y me dijiste que entre hombres nos apoyábamos?
-No recuerdo eso, pero puedes seguir-le pagué a la cajera y seguí mi camino a la salida del aeropuerto.
-Pues lo hiciste, el punto es que esta chica es turista ¡Italiana! Así que la conocí en el camino, queríamos pasar el rato, pero yo no podía llegar a casa de mis padres con una mujer.
-No me gusta a donde va esto sinceramente.
-El punto es que no preguntes cómo, conseguí las llaves de tu apartamento cuando vi que no estabas y después de que te llame varias veces, la lleve allí con la idea de servirle una copa de vino y charlar, ¡Ella creyó que era mi apartamento! Todo iba bien hasta que me fui al baño. Ella estaba allí con un gato blanco, cuando la puerta se abrió, no supe quién era, pensé que eras tu, pero dijo que fueron dos chicas, una castaña y rubia, dijo que se fueron enojadas.
- ¿Qué pasó que? -le pregunté enojado a Gabriel mientras bajaba de a dos escalones en las escaleras del aeropuerto-Gabriel te asesinare.
- ¡No es mi culpa! -trato de defenderse, pero claro que era su culpa.
- ¿Cómo se te ocurrió hacer eso?
-No iba a hacer algo con ella, más allá de tomar algo y besarla.
- ¡¿No podías llevarla a un hotel?!
-Tal vez le hable de un gran apartamento con vistas a la ciudad para impresionarla, ¡No creí que me creería!
-No me interesa, a mi me da miedo la reacción que tuvo Hailey-entre al auto y cerré de un portazo-Debo de cambiar esa cerradura-me repetí una y otra vez- ¡Maldición!
- ¿Entonces ella era es prometida?
Gabriel era el hermano menor de Elliot, era todo lo opuesto a él, era ingenuo, no pensaba mucho al actuar y esto lo demostraba. Estudiaba en España negocios internacionales por lo que al igual que muchos de mis primos no los veía casi.
