MOROHA Y LA PERLA NEGRA - CAPÍTULO 13

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A lo lejos se podía apreciar claramente una nube oscura que se estaba aproximando a la zona. Dentro de esa gran nube se encontraban ocultos miles de demonios y espíritus malignos que estaban decidido por atacar todas las aldeas vecinas, pero en especial la aldea donde se encontraban nuestros héroes. El albino fija su mirada en aquella inmensa nube, atento para atacar en cualquier momento y destruir a todos los monstruos con su poderoso "colmillo explosivo". El peli-plateado al ver que su hermano mayor ya no le prestaba atención mira hacia la misma dirección que él, viendo también aquella inmensa nube. La energía que transmitía era tan grande, pero a la vez podía asegurar que no eran gran cosa; sabía claramente que podrán acabarlos sin ningún problema. No permitirá por ningún motivo que aquellos demonios se acerquen a la aldea, ni mucho menos a la casa de la anciana sacerdotisa. Él protegerá con su propia vida a las personas que tanto ama. No permitirá que aquellos demonios le arrebaten lo más preciado que tiene y mucho menos ahora que por fin se han reunido. A lo lejos nuevamente logra ver que es lanzado aquel potente rayo amarillo. Sin dudarlo, el peli-plateado se apresura a lanzar su poderoso ataca "viento cortante" para desviarlo.

—¡Viento cortante! — grita al momento que agita su gran espada haciendo exitosamente que el rayo se desviara junto el viento cortante hacia arriba, despareciendo en el cielo. — ¡Je! Su ataque es demasiado débil — dice confiado al momento de caer de pie en el suelo.

—Solo son unos seres insignificantes — dice el albino al ver que algunos de los demonios se han desprendido de la nube para atacarlos, pero no les permite acercarse a la aldea. —¡Colmillo explosivo!

Corre hasta ellos y ágilmente agita su colmillo explosivo, logrando así deshacerse rápidamente de ese grupo de monstruos y los próximos que estaban detrás de ellos. El peli-plateado no pretende quedarse de brazos cruzados, ni dejar que su hermano mayor se lleve toda la diversión, así que decide por correr también hacia ellos y poder atacar con su poderoso ataque, pero antes de que pudiera crear el viento cortante nuevamente, como si se tratara de una pequeña brisa hecha de poder espiritual que se extiende por todo el lugar, hace que los demonios se retiren rápidamente del lugar, regresando al interior de aquella nube negra.

—¿Q-Que fue lo que sucedió? — duda el peli-plateado al detenerse y ver como aquellos demonios se alejaban. — ¡Tks! Huyeron como unos completos cobardes.

—No. Más bien fueron ordenes de su jefe — dice el albino al percatarse que la nube seguía estando en su misma posición, como si estuvieran esperando nuevamente la orden de atacar. — Los hizo regresar cuando sintieron esa aura espiritual. ¿Qué estarán planeando hacer? — duda ahora mirando hacia la casa de la anciana.

Por un momento me pareció haber sentido un aura espiritual... ¿acaso fue de Moroha? O quizás sea de... — se pregunta el peli-plateado también mirando hacia la casa esperando poder sentir nuevamente aquella aura.

—¡Amo Sesshomaru! ¡Inuyasha! — les grita a lo lejos el demonio verde, el cual había salido del campo de energía para correr hacia ellos. Ambos sin dudarlo se aproximan a él de un salto.

—¿Qué sucede, Jaken? — le pregunta su amo llegando primero hasta él. Para después llegar el hermano menor cercas de ellos.

—E-Es la señorita Kagome. Ella está... — dice apresuradamente, pero el peli-plateado ha dejado de escucharlo para así correr hasta la casa rápidamente. Solo basta con escuchar el nombre de su amada pelinegra para saber que debía correr hasta ella.

—¡Espera, Inuyasha! ¡Primero tengo que abrir la barrera! — le grita a lo lejos, mientras corre detrás de él y levanta su báculo agitándolo un poco para hacer que el campo protector desapareciera por completo.

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