MOROHA Y LA PERLA NEGRA - CAPITULO 19

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El peli-plateado junto al albino recorren a paso veloz la gran distancia hacia aquella nube negra. Con el poder de sus espadas, ambos podrían hacerse cargo fácilmente de ese nido de demonios, acabándolos con un simple movimiento de cada uno. Durante su trayecto eliminan con facilidad a varios demonios que intentan impedirles que se aproximen a su objetivo, pero estos seres son demasiado débiles. Ambos hermanos se desasen de ellos fácilmente con el poder de sus garras. Los demonios ni siquiera son capaces de esquivar los ataques rápidos del híbrido y el albino. Estando a unos cuantos metros de llegar, el albino logra captar el olor de aquella demonio pálida. Era débil, pero fácil de detectar. Esto le confirmaba que aquella mujer demonio era uno de los que lideraba aquel ejército de demonios. El peli-plateado se detiene de repente y comienza a olfatear rápidamente, ha logrado captar un olor conocido que lo hacía sentirse con más ganas de pelear.

Mi olfato no me engaña. Puedo percibir el olor de ese maldito de Kirinmaru — dice volviendo a agudizar su olfato intentando descubrir la dirección exacta.

—Si, es el olor de Kirinmaru — le confirma el mayor al también percatarse de él — pero no es importante ahora, Inuyasha. Ese maldito está demasiado herido. Dudo que tenga fuerzas para atacarnos ahora.

—¿Qué? ¿Ahora lo estas defendiendo?

—No digas estupideces — le dice fijando su mirada a la nube buscando las energías malignas más fuertes — Por un momento llegue a pensar que se ocultaba dentro de la nube. Pero... — desenfunda su poderoso colmillo explosivo — Son solo escorias — dicho esto el albino agita su espada para así gritar su poderoso ataque — ¡Colmillo explosivo!

El ataque da justo en aquella nube creando así varias explosiones consecutivas, destruyendo a todos los demonios que habían sido tocados por su poder. El peli-plateado al ver que algunos cuantos demonios han comenzando a dispersarse para escapar del ataque, se decide por también atacar creando primero el viento cortante con un rápido movimiento para después dar su ataque final.

¡Meido Zangetsuhaaaa! — grita con fuerza agitando su espada y expulsando su ataque para crear, detrás de aquella nube, un círculo perfecto, el portal hacia el inframundo, el cual comienza a absorber a todos aquellos demonios y pedazos de carne de los demonios ya descuartizados — ¡Je! Se lo merecían.

A lo lejos las gemelas junto al moje y la exterminadora, observan impresionadas los ataques que han hecho ambos hermanos. Las gemelas hanyo han quedo sorprendidas al ver aquel gran portal que comenzaba a tragarse a todos los demonios sin darles oportunidad de escapar. Era asombroso. Ambos hermanos eran demasiado poderosos. ¿Qué otras habilidades ocultaban que ellas no conocían?

—¿Qué es eso? — pregunta asombrada la albina —¡Es increíble! ¡Está tragándose toda la nube!

—Es uno de los ataques de Tessaiga, llamado Luna infernal. Es un portal directo al inframundo — le responde el monje aproximándose a ellas, después de haber acabado con los últimos demonios que habían llegado a la aldea.

—Ya veo. Entonces fue un ataque del tío Inuyasha — el monje, junto a la gemela castaña, guardan silencio y observan a la albina.

—¡Vaya! Que extraño es escuchar eso — dice la exterminadora aproximándose también a ellos y escuchar como había llamado la gemela albina al peli-plateado.

—Si, pero también adorable — dice el monje con una sonrisa. Era la primera vez que escuchaba que alguien llamaba al peli-plateado como tío, aunque sus hijas llegaron a hacerlo de algunas veces, escucharlo de alguien de sangre, era aún más adorable.

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