Sempiterno

Limite

Estoy tan lejos donde casi nadie termina. 

Pero también cerca de caer al precipicio.

Todos tenemos casi la misma historia.

Vivimos practicando para salir al mundo. 

Nos mantenemos a raya a ordenes de los demás.

Con algunos sueños rotos que nunca se podrán cumplir.

Estas en la cima tocando las estrella cuando el mundo es estable.

La rutina nunca fue tan mala al fin y al cabo.

Todos merecemos la estabilidad de encontrar tu centro cuando las luces empiezan a girar.

Luego de la nada la comodidad te rebasa y quiere desaparecer.

Aparece como palabras o situaciones donde la única pieza en juego eres tu.

Suficientemente buena pero no excepcional.

Todo el mundo es remplazable no es indispensable a menos que seas una estrella más.

Estas allí en medio de un arabesque y el piso se resquebraja, las voces te tensan, los músculos no aguantan y tal como en la vida real ese pedazo de cielo donde puedes descansar de todo, se rompe y llovizna.

Te rompes en el proceso de la perfección.

Igual que vez caer a otra estrella por la tensión comparas el punto donde tu y esa persona son iguales.

Comprendes su dolor de una manera extrasensorial y mantienes cálida la oferta de caer con propósito de permanecer ahí.

Ese es nuestro precipicio, las palabras, las situaciones, las acciones, las consecuencias, el futuro. 

Nadie te enseña a levantarte nadie te ayudará a levantarte. 

Rendirte es la opción más agobiante por el nudo en la garganta que sientes al dejar ese mundo.

Levantarte ? como ? si a penas en la vida haz aprendido a hacer un plié.

En la oscuridad lo único que se escucha es el eco de las voces acusadoras que piden que te retires.

Pero como hacerlo si no puedes caminar con la oscuridad que toma las piernas haciendo que sea imposible de salir.

Así es como la estrella se va entre el temor de ser y no ser.

La oscura realidad de las promesas futuras del momento de florecer.

De alcanzar aquel alivio que solo algunos pueden tocar.

Cada uno tiene su propio abismo algunos más profundos que otros pero al final todos nos encontraremos allí.