No necesite decirle nada sobre lo ocurrido a Damon. Su mirada al salir de la habitación, me decía a gritos que había escuchado todo dentro de ella. Debo admitir que una parte de mi se quebró, y que esa parte siempre se quedará con él. Después de todo también lo quería. Claro que no la misma intensidad que a Klaus, pero en el fondo. Sabia que lo amaba.
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Ha pasado una semana. Hoy sería la boda. Sí, Klaus se quiso casar una semana después. En realidad fue lo máximo que pudo esperar.
Me encontraba vistiéndome para la ceremonia, cuando llegan mis hermanas a la habitación. Ya estaban cambiadas con sus hermosos vestidos largos. Ros y Yetzani tenias vestidos iguales, a excepción del color. Ros vestía con un vestido corto, cubierto por una tela algo transparente. Un poco antes de las rodillas comenzaba a caer una tela algo transparente con flores de encaje en ella, de color rosa pastel, y Yetz uno de igual manera en color azul pastel.
Ninel tenía un vestido de color oro rosa, satín, hasta los hombros. Al cuerpo y de la cintura hacia abajo era holgado. Y bueno, mi vestido. Es blanco de tirantes, las telas de cruzan sutil mente en el pecho, con escote v en el pecho. Al cuerpo y de la cintura hacia abajo holgado, dejando caer el tul hasta mis pies. Mis zapatillas de punta plateadas, hacían que éste no se arrastrara por el piso.
Ximena vestía con un vestido corto, un poco antes de las rodillas. Al cuerpo y de la cintura hacia abajo era holgado, de color lila lavanda.
Ros: ¿Quieres ayuda para arreglar tu cabello? —Dice con un ferro para hacer hondas en el cabello.-
Emma: Por favor. —Digo con una sonrisa.-
Me siento en mi tocador y mis hermanas comienzan a arreglar mi cabello. Después de algunas horas, me encontraba ya lista para la ceremonia.
Ninel: No creo que sea necesario decirlo. Pero, si Klaus, llega a tocarte un pelo. Juro que lo mataré. —Dice y a mis demás hermanas y a mí se nos escapa una pequeña risa.-
Ros: No creo que puedas hacerlo antes que yo. —Dice levantando las cejas.-
Ninel: Prométeme que lo dejaras vivo hasta que llegue yo. —Dice mirando a nuestra hermana.-
La pelea entre mis hermanas me hace rodear los ojos con una sonrisa en el rostro.
Algunas horas después mis hermanas salen de la habitación, dejándome totalmente lista. Salgo de la habitación y en mi camino cruzo con Stefan, Damon y Klaus. Quienes me miran atentamente y luego me regalan una cálida sonrisa. Damon y Stefan se miraban radiantes en esos asombrosos esmoquin negros. Y ni hablar de mi prometido en su deslumbrante esmoquin blanco.
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Al ver que me encontraba lista se dirigen rápidamente a sus lugares. No creo en lo más mínimo que en la absurda idea que los novios no se pueden ver antes de la boda. Pocos segundos después me dirijo en el lugar en donde emprendería mi recorrido hacia el altar.
