Capítulo 5

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Ximena me despierta de un leve movimiento, me siento al borde de la cama algo adormilada.

Ximena: Hermana, es hora del entrenamiento. —Dice parada justo frente a mí-. 

Emma: ¡Por Dios!, ¿Qué hora es? —Digo tomando rápidamente mi celular en la mesita del al lado de mi cama-.

Lo enciendo y miro en la pantalla que son las once de la mañana. Me levanto rápidamente y me cambio de ropa. Mientras cambio mi atuendo Ximena regresa al entrenamiento. Ya estando lista, me dispongo a dirigirme al centro del recinto, en donde es el entrenamiento, pero una bonita escena hace que me detenga al borde del balcón, antes de que baje las escaleras. 

Para mi sorpresa, mis hermanos ya están entrando con los Mikaelson, esta vez se unieron Freya y Rebekah, los Salvatore también, bueno, eso era lo que creía, hasta que busque con mis vista a Damon, pero no pude encontrarlo. La escena que acabo de ver me dibuja una sonrisa en el rostro.

Después de observar unos segundos, frunzo mi ceño, al recordar que en algún momento esa pelea que están teniendo en estos momentos, podría ser por su vida, y no simplemente un entrenamiento.

Ese temor me persigue todos los días. A veces sólo quisiera poder encerrar a mis hermanos en una burbuja aprueba de todo, y que jamás puedan ser lastimados. Pero es imposible, hay un mundo malvado esperándolos ahí afuera, y me guste o no, tienen que enfrentarlo.

—¿Estas bien? -.Pregunta detrás de mí, una voz que claro que puedo reconocer, Damon-.

Emma: Si, claro. —Digo aún con mi ceño fruncido y observando a mis hermanos-.

Damon: Eres muy mala mintiendo. —Dice frunciendo el ceño-.

Me quedo callada por unos segundos y después hablo.

Emma: Sólo no quiero que nadie los dañe. —Digo mirando con preocupación a mis hermanos-.

Damon: Eres y son fuertes, dudo mucho que alguien llegue a tocarles un pelo. —Dice mirándome-.

Lo que ha dicho hace que sonría y dirija mi vista hacia él.

Damon: Te entiendo, siempre queremos protegerlos. Incluso yo, aún intento proteger a Stefan. —Dice mirando a su hermano con una sonrisa de lado-.

Emma: Es duro ser el hermano mayor. —Digo aún observándolo-.

Damon: Créeme que lo sé. Y por eso debemos ir a entrenar a tus hermanos. —Dice tomándome de la mano para dirigirnos con mis hermanos-.

Al llegar rápidamente todos dirigen su vista hacia nuestras manos, especialmente Klaus, que sin darme cuenta siguen entrelazadas. Rápidamente las separo y me dirijo hacia Amilkar, lo aconsejo sobre lo que tiene que hacer y comienzo su entrenamiento. Pocos segundos después volteó hacia Klaus y Damon, quienes se miraban desafiantes uno al otro. Frunzo mi ceño, desconcertada ante esa escena.

Elijah: Por si lo no haz notado le atraes a mi hermano. —Dice detrás de mí, con las manos dentro de sus bolsillos de su elegante traje-.

Stefan: Y al mío. —Dice acercándose mientras apretaba sus labios-.

No se que responder y sólo sonrío algo apenada.

Ninel: Mi hermana le atrae a todos. Cientos de príncipes están esperando casarse con ella. —Dice alzando su rostro con una sonrisa-.

Emma: ¡Ninel! Vuelve al entrenamiento. —Digo regañándole-.

Sin más, me giro y me dirijo con Emiliano.

Lo que me han dicho me deja algo apenada. Mi celular suena sobre la mesa, corro hacia él, con ansias de descolgar la llamada, pensando que son mis hermanas. Pero en la pantalla sólo aparecía un número desconocido. Algo indecisa descuelgo la llamada y la llevo a mi oído. Las palabras que escucho del otro lado de la llamada me han dejado helada por unos segundos, incluso dejo caer mi celular al suelo, haciendo que todos voltearan hacia mí. En cuestión de segundos mi estado cambia a uno lleno de ira y rabia, por lo que mis dientes vuelven a saltarte y me dirijo rápidamente hacia la bruja.

Emma: ¡Freya quita ahora mismo el hechizo y déjame salir! —Dijo casi gritando-.

Freya: No puedo aún está...—No la dejo terminar la oración y vuelvo a hablar-.

Emma: ¡Se han llevado a mis hermanas! ¡No esperare un segundo más! ¡Quítalo ahora o te mataré para que se caiga! —Digo demasiado exaltada-.

Klaus: Amor, no te dejare ir sola.

Rebekah: Nik, no puedes salir, aún hay ahí afuera una estaca que puede matarnos.

Klaus: Eso no importa. Te aseguro que no lo lograrán.

Damon: También iré.

Stefan: Damon es...—Lo interrumpe Damon-.

Damon: Y no trates de detenerme, Stefan. Por que no funcionará.

Emma: Pues dejen de pelear y vámonos.

Elijah: ¿Sabes en donde están? —Dice frunciendo el ceño-.

Emma: Si, pidieron el rescate a cambio de grandes cantidades de dinero. Pero lo único que tendrán será una muerte lenta y dolorosa.


Freya comienza a quitar el hechizo y yo me dirijo hacia mis hermanos.


Emma: Tienen que prometerme que se quedarán aquí. Pronto volveré con las mellizas. —Digo mirando la preocupación de todos mis hermanos-.


Amilkar: ¡Golpéalos! —Dice entre cerrando sus ojos, lo que hace que su respuesta nos robe una pequeña risita-.


Emma: Los amo, y lo haré por siempre. —Digo mirando con una sonrisa a mis hermanos-.


Elijah: Cuidaremos a tus hermanos, y tú cuida a los nuestros. —Dice con una sonrisa-.


Le devuelvo a la sonrisa a Elijah, y Damon, Klaus y yo, salimos del recinto. Subimos a la camioneta de Klaus, que le conducía, claro, mientras yo iba en el asiento de copiloto y Damon en el de atrás.

Loco o no, ese tipo de amor nunca muereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora