Llegamos de nuevo al recinto, todos volvimos a nuestras antiguas habitaciones, a excepción de los gemelos. Ellos tienen una nueva habitación, que para nuestra sorpresa ya estaba lista y decorada cuando llegamos, era color azul pastel con algunos toques blancos, una cuna para cada uno de color blanco, una pequeña mesas con sillitas, una silla mecedoras de color blanco con toques azules, incluso un caballito de juguete, entre otros juegos para los pequeños.
Mis hermanos se fueron a sus habitaciones a reacomodar sus cosas. Dejo a los bebés en cada una de sus cunas y salgo de la habitación. Tomo mi bolso, y mi celular, me dispongo a salir, pero me encuentro con Klaus en la puerta.
Emma: Voy a buscarle un obsequio a mis hermanas, mañana es su cumpleaños numero 16. Cuida a los niños, por favor. —Digo para después depositar un cálido beso en su mejilla-.
Klaus: Ve con cuidado, amor. —Dice con una sonrisa-.
Salgo y camino por las calles de Nueva Orleans, entro a algunas tiendas pero nada me parece lo suficientemente agradable para un obsequio de sus dulces 16. Un poco exhausta y decepcionada por mi búsqueda, entro a una joyería, un collar de nombre "Lagrimas de sirena" ha llamado mi atención, es de plata, con un diamante azul en medio, mientras unas enredaderas de color plateado lo rodeaban. Me pareció el regalo perfecto. Me dirigí al mostrador y compro dos. Los guardo en mi bolso y salgo de la tienda.
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Satisfecha con mis comprar me dirijo al recinto, a mitad de mi camino recibo una llamada de Klaus.
Klaus: Amor, ¿En dónde estas? Ya es tarde.
Emma: Tranquilo, estoy bien. Cuando recibí tu llamada pensé lo peor.
Klaus: Descuida, los bebés están perfectos. Son muy tranquilos.
Emma: Muy bien, ya voy para allá. —Digo y después cuelgo la llamada-.
Entro al recinto y veo como Rebekah carga a Stefanie, y Elijah a Nik. Mientras que Klaus observa jugar a mis hermanos pequeños, junto a Hope. Sonrió ante la linda escena.
Rebekah: ¿En donde estabas? —Dice frunciendo el ceño-.
Emma: Fui a comprar los obsequios de mis hermanas, cumplirán 16 en dos días. —Digo mostrando las pequeñas bolsas con el nombre de la joyería en medio-.
Rebekah: ¿Tus hermanas cumplen 16 y sólo les darás un regalo? Digo, no es como que no tengas los medios para hacerles la mejor fiesta de la ciudad —Dice sorprendida-.
Emma: Rebekah, tener dos hijos de un año y seis hermanos cuidar, es algo que no te deja tiempo para organizar una fiesta.
Rebekah: Déjamelo a mí. —Dice con una sonrisa-.
Emma: La organización es toda tuya.
Subo a mi habitación para darme una ducha, entro a la tina y siento como mi cuerpo sumergido en la cálida y tibia agua, me da algo de tranquilidad esto. Termino mi ducha y salgo, tomo mi atuendo y me coloco las prendas.
Son las diez de la noche, así que me dirijo a la habitación de mis hermanos para verificar que todos estén en ellas. Después voy a ver a los bebés a su habitación. Para mi sorpresa me encuentro con una linda imagen. Klaus arrullando a Nik en la silla mecedora.
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Me recargo en el marco de la puerta y sonrió. Klaus dirige su mirada hacia mí.
Klaus: Al fin está dormido. —Dice casi en su susurro-.
Se levanta de su asiento y acuesta a Nik en su cuna. Miro a Stef quien esta profundamente dormida en la cuna de al lado de su hermano.
Salimos de la habitación y cerramos la puerta cuidadosamente.
Klaus: Rebekah me ha mandado decir que mañana deben ir de compras, tú, tus hermanos y los bebés. —Sonríe-.
Emma: ¿Para que? —Frunzo mi ceño-.
Klaus: Algo elegante, para la fiesta de las mellizas. Aunque sé, que sin importar lo que te pongas, te veras hermosa —Dice sonriendo de lado-.
Emma: Gracias. ¿Hope ya tiene que ponerse? —Digo de la misma manera-.
Klaus: No, y seria de mucha de mucha ayuda si la llevaras contigo. No soy un experto en modas de chicas. —Dice con una sonrisa-.
Emma: Claro, mañana la llevaré conmigo y los niños. Tendrás que cuidar a los bebés de nuevo.
Klaus: Encantado. —Dice sonriendo de lado-.
Emma: Buenas noches, Klaus. —Deposito un beso en su mejilla, para después dirigirme a mi habitación-.
Como era de costumbre el menor de mis hermanos ya se encontraba ahí, entre las cobijas y con su pijama puesta.
Amilkar: Te estaba esperando. —Dice intento que sus ojos no se cierren-.
Emma: Pues ya estoy aquí. —Digo metiéndome entre las cobijas a su lado-.
Se gira para abrazarme de la cintura y yo hago lo mismo quedando frente a él. Rápidamente logro conciliar el sueño, pues la búsqueda por los obsequios de hoy, me ha dejado un poco cansada.
