Capítulo 9

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Esta mañana a trascurrido de lo más normal, desayunamos todos juntos, esta vez con Hope y Klaus. Fue algo lindo.

Me encontraba jugando a las escondidillas. Debo confesar que siempre termino cediendo ante la petición de cualquiera de mis hermanos. Y Amilkar me pidió hace un rato que jugara un poco con ellos, y aquí estoy, buscando a mis hermanos.

He buscado en algunas habitaciones del recinto, pero aun no logro encontrarlos. Entro a lo que parece ser una oficina, hay un gran estante con libros y un escritorio con hojas, lapiceros y demás. Busco un poco y no encuentro. Me percato de que Klaus esta en el marco de la puerta, quien me mira un poco desconcertado. Así que decido aclarar su duda antes de que haga la pregunta.

Emma: Juego a las escondidillas con mis hermanos. —Digo para después soltar una pequeña risita-.

Klaus: Bien, no quiero interrumpir demasiado en tu búsqueda, pero, si hay algo que quiero hacer antes de que prosigas. —Dice acercándose a mí con una sonrisa de lado-.

Cada paso que él daba hacía mí, yo daba otro hacia atrás. Me asustaba un poco lo que quería hacer. No por que no quisiera, si no, por que también quería hacerlo, pero sabia que no era del todo correcto. Mis pasos se detienen al chocar contra el escritorio, haciendo que Klaus me acorralara. Se acerco hacia mis labios y sin pensarlo dos veces, los unió, claro que correspondí a su beso. Al principio fue un beso lento y suave, pero a medida que pasaba más tiempo, iba subiendo de intensidad. Tomo el rostro de Klaus y lo acerco más hacia mí, él me envuelve de la cintura con sus brazos, apegándome más a él. 

Klaus se separa de mí para cerrar la puerta

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Klaus se separa de mí para cerrar la puerta. Los dos sabíamos hacia donde iba esto, y con siete niños andando por aquí no debíamos ser descuidados. Regresa hacia mí, y entre beso y beso, tira todas las cosas que se encontraban en el escritorio. Me toma de la cintura y me sienta sobre él. Rápidamente me quito la blusa y la lanzo al suelo. Poco a poco va bajando sus besos por mi cuello, hasta llegar a mis pechos. Regresa hacia mis labios y rápidamente le quito la playera. De un momento a otro estábamos completamente desnudos. Sin darme cuenta ya estaba dentro, bajando un poco la intensidad, sus movimientos eran lentos y suaves. Pero de igual manera se sentían bien, de nuevo comenzó a subir un poco la intensidad haciéndolo cuidadosamente, mientras miraba sus ojos y él los míos. Mientras luchábamos para no hacer ningún tipo de ruido. Unos minutos después nos corrimos. El sexo con el hibrido inmortal ha sido realmente maravilloso.

Besa mi frente y recargo mi cabeza en su pecho.

Sé que dije que jamás había tenido un novio, pero eso no quitaba el hecho de que fuera una virgen.

—¡Emma! -.Escucho como el menor de mis hermano me llama desde la planta baja.

Rápidamente me pongo mis prendas de nuevo, Klaus hace lo mismo. Rápidamente salgo de ahí y unos segundos después llego con mis hermanos.

Ximena: Se suponía que tus nos buscarías, no nosotros a ti. —Dice al molesta-.

Emma: Lo lamento, no podía encontrarlos y me distraje un poco. 

Ros: Y en medio de tu búsqueda, ¿Se te atravesó un tornado? —Señaló mi cabello despeinado, para después soltar una pequeña risa-.

Pongo los ojos como platos, y lo peino rápidamente. Sé que mi hermana a entendido el motivo de mi distracción.

Unas horas después salgo en búsqueda de nuestro nuevo hogar.

Después de ver cientos de casas, por fin una logra convencerme. Es demasiado grande, y con suficientes habitaciones para cada quien e incluso algunas de sobra. Los colores café y beige resaltan en todas partes, también hay mucho mármol. Es demasiado vintage, con algunos toques modernos y extremadamente bonita. No hay duda, esta es. Es nuestro nuevo hogar.

Hago el papeleo, y en un abrir y cerrar de ojos, la casa ya es de nuestra propiedad.

Regreso de lo más contenta al recinto, entro y mis hermanos se encontraban jugando con Hope.

Alzo las llaves de la casa con una gran sonrisa en mi rostro, rápidamente mis hermanas se acercan y comienzan a gritar.

Ninel: ¿Cómo es? ¿Es bonita? —Pregunta desesperada por conocer su nuevo hogar-.

Emma: Tranquilas, mañana la conocerán. Pero si, si es muy bonita. —Dijo sonriendo sin mostrar mis dientes-.

Yetzani: ¿Como? ¿Mañana nos mudamos? —Dice frunciendo el ceño-.

Emma: Así es. 

Yetzani: Pero, ¿Podrán ir a visitarnos? —Dice apuntando hacia los Mikaelson-.

Emma: Las veces que quieran. —Digo sonriente-.

La noche pasó demasiado rápido. De un momento a otro nos encontrábamos acomodando nuestro nuevo hogar. Ya estaba amueblada, y nuestras cosas eran muy pocas, por lo que terminamos demasiado rápido.

Cada quien escogió su habitación. Yo me quedé con la principal, la más cercana a mía era la de Amilkar, seguido de la él estaba la de Emiliano, la cual estaba frente a la de Ximena. Las habitaciones de mis demás hermanas estaban más retiradas, incluso tenia que pasar por la sala de juegos y la biblioteca para llegar a ellas. Ninel tenia su propia habitación y las mellizas decidieron quedarse juntas.

Ya estando todo en orden, me dirijo con Klaus hacia la puerta, él sale y yo me quedo recargada en ella.

Klaus: Admito que preferiría que siguieran con nosotros. Es mucho más seguro. —Dice un poco serio-.

Emma: Lo sé, pero soy capaz de cuidar a mis hermanos sola. No te preocupes. —Digo regalándole una sonrisa-.

Klaus deposita un cálido beso en mi mejilla, sube a su auto y se va de ahí.

Me dirijo a mi habitación después de verificar que mis hermanos estén en las suyas.

Tomo el móvil y le escribo a Damon. Le cuento sobre la nueva casa y mis nervios por mañana, al ser el primer día de escuela de mis hermanos. Ha quedado en acompañarme.

Me envuelvo en las cálidas cobijas y a los pocos minutos quedo dormida.






Loco o no, ese tipo de amor nunca muereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora