Moon es el nombre de la gata que vive en el departamento de Jung Hoseok, un chico que se dedica a escribir cuentos para los niños y que ha dejado de pensar en enamorarse, pero Moon es muy lista, sabe que su dueño necesita a alguien a su lado, despué...
Miraba como su dueño iba de un lado a otro en su habitación, sacaba del closet un conjunto de ropa tras otro, Moon se encontraba sobre la cama de Hoseok recostada mientras miraba a su dueño, algunas prendas terminaban en la cama, y Moon rodaba para que no le cayeran encima.
— Creo que esto está bien — mencionó Hoseok mirándose al espejo — no, es demasiado severo.
De nueva cuenta volvió al closet, Moon dio un suave bostezo mostrando sus pequeños colmillos, parpadeo un par de veces de manera lenta mi volvió la mirada hacia su dueño al escuchar cómo sus pasos se dirigían de nueva cuenta hacia el espejo que se encontraba del otro lado de la habitación.
— ¡Maldición, no! — Moon se vio sorprendida ante aquella exclamación, miró hacia su dueño.
Hoseok no era de vestirse nada elegante, tampoco le gustaban las ropas de marca, le gustaba cualquier prenda, pero ahora se estaba maldiciendo por no tener nada que fuera apropiado para llevar a una cita, ¿era una cita? ¡Ni siquiera sabía cómo había tenido el valor de pedirle una salida a Seokjin! Pero, allí se encontraba, buscando el atuendo perfecto para poder salir con
Moon dio un vistazo a su dueño y ladeo un poco su cabeza confundida, no entendía porque su dueño insistía en buscar algo que se viera bien en él, Moon estaba consciente de que al otro humano le daría lo mismo si el vistiese con ropas rasgadas, pues sabía que se querían y la apariencia no importaba en esos momentos, soltó un suave maullido, a lo que Hoseok soltó el aire que estaba reteniendo.
— Tienes razón, ¡me veo patético! — bueno, no era lo que Moon pensaba, pero si su dueño lo decía.
Moon se incorporó, estiró su cuerpo en la cama para después disponerse a bajar de la cama e ir hacia su dueño para restregar su cuerpo en las piernas de Hoseok.
Hoseok miro hacia Moon, y después miró hacia el espejo, sabía que a Seokjin no le importaría verlo de esa forma, además solo había dicho que sería una celebración de reencuentro, nada más, ¿Qué podría pasar? Además, sentía que había sido demasiado tiempo en el que han estado separados, seguramente hasta Seokjin estaría con alguien más y por eso le molestaba que aquel idol, le coqueteará.
— ¿Crees qué... aún pueda intentar algo? — pregunto al aire, Moon miró hacia arriba, podía ver tristeza en el rostro de su dueño.
¿Por qué se sentía de esa forma?
¿Qué es lo que quiere intentar exactamente?
Para Moon, Hoseok no tenía que intentar absolutamente nada, aquel otro humano sentía lo mismo que su dueño, solo era dar un pequeño paso hacia el frente.
— Moon, si Seokjin supiera que aún siento lo mismo que hace años por él — soltó un largo suspiro — me gustaría que él también me dijera que siente lo mismo, que nuestros sentimientos aún no han cambiado en lo absoluto, que podemos intentar de nuevo salir como antes, me encantaría eso.
Moon en esos momentos quería poder tener la capacidad de hablar como todos los humanos, para poder decirle a Hoseok que en realidad Seokjin siente lo mismo que él.
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