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El sonido de las teclas era lo único que estaba escuchando en ese momento, solo estaban él y Moon, así que no debía de preocuparse por nada, y aun así sentía que algo estaba mal, pero sentía que debía dejar de preocuparse por aquello, quizás solo se trataba de su imaginación jugándole una terrible broma pesada.

Termino de escribir el párrafo para después darle una leída, siempre hacia lo mismo, escribir párrafo por párrafo y pensar en lo siguiente de la historia, nunca planeaba algo, y si lo hacía solo eran el principio de todo y el posible final, y casi siempre el posible final no resultaba muy bueno para su gusto y terminaba cambiándolo, haciendo a la historia mucho mejor a su gusto.

Soltó el aire que estaba reteniendo, acomodo los lentes en el borde de su nariz y dio un Enter, de nuevo a continuar con el siguiente párrafo. Para Hoseok, escribir cuentos había sido una pasión desde un inicio, recordaba cuando su madre le pedía que le platicara de historias fascinantes que pasarán por su imaginación, y él de inmediato le narraba una historia sobre personajes heroicos y bellas princesas que se la pasaban en una increíble aventura llena de dragones escupe fuego, y bosques embrujados llenos de hadas que ayudaban a los protagonistas.

Claro que conforme había ido creciendo, sus gustos por los cuentos habían pasado a ser de libros, pero eso no dejaba atrás su potente imaginación, aún relataba cuentos a su madre cuando ella se los pedía, y por supuesto gustoso relataba una nueva historia, su madre iba corrigiendo su lenguaje poco a poco para que pudiera ir mejorando, a veces se le dificultaba mucho pronunciar algunas letras pero su madre siempre le había enseñado la manera correcta, y cuando había aprendido a leer en voz alta, no quería parar, simplemente había sido perfecto.

Y cuando menos lo espero, estaba escribiendo en cuadernos muchas de sus historias, las iba corrigiendo y después su madre lo había sorprendido con una máquina de escribir, ese había sido el mejor regalo de todos, y el último de parte de su madre, le habían diagnosticado cáncer de pulmón, no era una novedad, su padre fumaba demasiado, y por ende su madre había recibido más rápido las consecuencias, pero aun así, le había prometido que no dejaría de escribir, y así fue como lo hizo, antes de que su primer trabajo fuera por fin publicado, su madre había fallecido.

Miro el reloj en el computador, apenas era medio día y estaba muriéndose de ganas de agarrar su celular y teclear el número de Seokjin para poder llamarle y preguntarle si estaba bien, pero tendría que hacerlo después, o pensará que es un paranoico por completo.

Leyó todo lo que tenía escrito, no estaba nada mal, a los niños les encanta este tipo de cuentos, les gusta mucho la narrativa, la imaginación crece sin medida alguna, es el espacio perfecto de escape hacia otros mundos llenos de magia que la realidad no puede darte, eso siempre lo hacía sentir de maravilla, por eso cuando no se sentía con muchas ganas de escribir algo, buscaba las formas para poder hacerlo, no quería quedarse sin ideas.

— Bien, necesito un poco de café —mencionó para sí mismo, coloco sus manos sobre sus piernas y se incorporó de la silla, empujándola con sus piernas hacia atrás y comenzar a caminar hacia la cocina.

No se le hacía para nada extraño no escuchar algún tipo de ruido, Moon la mayor parte del tiempo se la pasa recostada en la estancia, o a veces en la habitación de invitados, así que no tenía nada de qué preocuparse en realidad.

Al menos había sobrado un poco de café, así que decidió tomarlo, después le daría algunos bocadillos a Moon, los merecía por ser una buena gata, le debía agradecer el hecho de poder ver a Seokjin.

— ¿Piensas que te esperare todo el tiempo? —Seokjin estaba enfadado, su mochila estaba algo pesada, lo atribuía al suéter, después de todo, la ropa es pesada al igual que el papel, y además Taehyung lo había citado en la plaza y no se había dignad...

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— ¿Piensas que te esperare todo el tiempo? —Seokjin estaba enfadado, su mochila estaba algo pesada, lo atribuía al suéter, después de todo, la ropa es pesada al igual que el papel, y además Taehyung lo había citado en la plaza y no se había dignado en aparecer hasta ahora.

— Perdóname, cariño, pero necesitaba darme una ducha.

Odiaba que le dijera de esa forma, ¿Quién se creía? Taehyung le regaló una sonrisa para después quitarse las gafas de sol.

— ¿Gustas que te ayude con la mochila?

No, la última vez que lo ayudó, terminó rompiendo algo que tenía dentro, así que era mejor que Seokjin la llevará, no importaba, así que negó rotundamente.

— Estoy bien así, ahora ¿Qué se supone que vamos a tomar en una playa? ¿Arena, mar y palmeras?

— Puede ser, pero estaba pensando en algo mucho más artístico, las playas son hermosas tanto en el amanecer como en el atardecer, estaba pensando en tomar esos momentos.

— ¿No crees que eso es un cliché enorme?

Si algo no le gustaba a Seokjin era tomar paisajes que siempre podía encontrar en cualquier fotografía, no le agradaba hacerlo, le gustaban paisajes más auténticos y mucho más relajantes, si veía una playa con un sol ardiendo de por medio mientras se hundía detrás del mar, sería un cliché excelente, y por la mirada de Taehyung, sabía que eso es lo que quería.

— No, no lo será, ¿sabes por qué? Porque estaré allí, y tú —lo señalo—, quiero que te tomes la foto conmigo, ¿no te agrada la idea?

— No, no me agrada.

— ¿Cuándo será el día en que dejes de comportarte como el chico más difícil del mundo?

— Cuando dejes de comportarte como el idol que solo busca ser demasiado coqueto, a mí no me agradan ese tipo de personas, Kim.

El idol rodó los ojos, pero bueno, pasaría una tarde excelente al lado de Kim Seokjin, sin ninguna clase de interrupción, todo iba a ser perfecto.

Seokjin sintió que algo se movió dentro de su mochila, se le hizo algo extraño, pero quizás solo había sido su imaginación, soltó un suspiro, sería una tarde muy larga para él, solo esperaba poder soportar el mayor tiempo posible los intentos de ligue de Taehyung, porque sinceramente no estaba en sus planes el seguirle la corriente, si intentaba algo no dudaría en patearle en la entrepierna.

Moon ronroneo gustosa al sentir la calidez del suéter, se quería estirar un poco y había logrado su objetivo, pero aun así sentía que no había sido una muy buena idea, posiblemente Seokjin estaría sospechando de que está dentro, así que debía soportar solo un poco más. Después saldría dándole una grata sorpresa a ese humano.

Gato Calicó :: HopeJin ׂׂૢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora