¿Sólo amigos? [L.S]

Capítulo 7: El Príncipe

Fue dramático cuando al otro día Louis fue a rendir su exámen. Sufrió de un ataque de histeria cuando la maqueta que tenía que presentar casi no había entrado en la LR Range Rover Sport de Harry, pero al final a duras penas lo hizo. Por otro lado, el rizado sintió que se infartaba cuando pintura sin secar de esta había manchado su asiento, pero vio a su amigo tan fuera de sí y nervioso que calló y no le dijo nada al respecto. Por supuesto que algún día cuando Louis le reprochara algo se lo echaría en cara, pero ese era otro tema.

Al llegar al destino Harry lo abrazó y le deseó suerte, dejando un tierno beso en su mejilla que quizá había dejado a el ojiazul más nervioso de lo que estaba (pero no tenía como saberlo). Y aunque Louis le insistió que se fuera y que luego volvería en autobus, Harry no lo escuchó y lo esperó en el buffete de la Universidad.

Habían pasado dos horas cuando al fin apareció el ojiazul con su libreta de notas en manos. El rizado se paró de su asiento mirándolo atento, y solo vio como Louis corría hacia él con una sonrisa radiante en su rostro. Harry etendió sus brazos y dejó que lo abrazara, abrazándolo de vuelta. Había sacado 9, y no pudo sentirse más feliz y orgulloso porque había presenciado todo el tiempo que Louis le había dedicado a su trabajo y estudio, sumando todo el estrés que especialmente esa asignatura le había causado desde hacía mucho tiempo.

Era una persona inteligente, perseverante y que amaba lo que hacía. Harry sabía que sería un exitoso arquitecto y que se merecía el mundo entero, y también que si ese tal ''Profesor Adams'' (o cualquiera que no apreciera lo talentoso que era) no lo aprobaba, lo golpearía. Bueno, quizá no podría, pero si querría hacerlo.

Cuando se separaron del abrazo y vio a el castaño sonriendo, con sus preciosas arruguitas aldededor de sus ojos azules y mirada cansada pero aliviada, quiso besarlo en medio del buffete. Por supuesto no lo hizo, pero para festejar lo invitó a que fueran a comer un desayuno tropical, tal como la noche anterior había dicho Louis que quería.

●●●

Al día siguiente, un sábado a la tarde, se encontraban preparándose para irse a una pequeña juntada de amigos en el departamento de Nina y Lily, a la que habían sido invitados sorpresivamente. Louis se estaba bañando, y Harry estaba acostado, sólo con sus pantalones, en el sillón leyendo "El Príncipe" de Maquiavelo. Su lectura fue interrumpida por un llamado del castaño desde adentro de la ducha.

-¡Harry! ¿Podrías traerme una toalla?-Le pidió, gritando fuerte para que lo escuchara.

El aludido puso los ojos en blanco, cerrando su libro. Era automático que entrase al baño y luego se escuchara su grito pidiéndole que le llevase algo.

-¡Harry!-Volvió a gritarle, alargando la "y".

-¡Ahí voy!-Le gritó el nombrado, mientras iba a la habitación.

Cuando lo tuvo en mano abrió la puerta apenas para que el castaño se lo recibiera, pero este le gritó que se lo pasase porque estaba empapado y no quería mojar el piso. Entonces entró al baño, encontrándose a Louis de espaldas a él completamente desnudo, al parecer cerrando el agua de la ducha. Jamás lo había visto así, por lo que tragó en seco y abrió mucho sus ojos, sintiéndose nervioso. Apreció su precioso y grande trasero, sus curvas y definida cintura, además de su hermosa espalda. Frunció el ceño al percatarse de lo poco heterosexuales que eran las cosas que deseó hacerle a Louis en ese momento, comenzando por follárselo en la ducha mientras le comía la boca y le susurraba cuánto había esperado por ese momento.

-Gracias...-Le dijo el castaño, sacándolo de su pequeño trance sexual, al momento en que se daba vuelta para recibirle el toallón.

Se quedó mirando a Harry fijamente a los ojos, y como este estaba tieso en la entrada y no se le acercaba a entregarle lo que le pidió, se acercó él mismo. El rizado volvió a tragar saliva con nerviosismo, y sintió que su corazón se aceleraba de solo ver a Louis acercársele completamente desnudo. ¿Por qué le pasaba esto a él? ¿Qué había hecho mal en la vida para merecer semejante tortura?