¿Sólo amigos? [L.S]

Capítulo 19: Crimen y castigo

Sábado. Departamento de Harry y Louis. 5.00 de la tarde.

—Debes estar bromeando.

Louis se quedó plasmado e indignado, al ver como un Harry semidesnudo (únicamente con sus boxers apretados) se recostaba a un lado suyo en el sofá.

—Hey. Acabo de volver de correr y hace calor—Se justificó, desplomándose aún más en el sillón, con sus piernas entre abiertas y la cabeza apoyada en su antebrazo.

Louis entrecerró los ojos.

—Si, claro. Cómo si no te conociera. Te encanta provocar.

Harry lo miró casi ofendido.

—Eso no es cierto.

—Entonces vístete.

—No.

—Hazlo. Ahora.

—No. Bájale una rayita a tu histeria.

—¡No es justo lo que haces!

—¿Qué demonios te hago? ¡Estoy literalmente recostado en el sofá!

—Desde anoche que estás haciendo esto—Continuó hablando Louis, sin escucharlo en lo más mínimo—Saliste literalmente desnudo de la ducha y te acostaste a mi lado así. Eres el Mal personificado, Harold.

—¡Mentira!—Se defendió, molesto—Me puse la ropa interior.

—Porque te la tiré por la cabeza—Contestó Louis—Sino ibas a quedarte así, desnudo en mi cama y con tu maldita loción de baño recién puesta.

—Hey, creí que te gustaba—Expresó el rizado, apenado.

—Me encanta. Ese es el maldito problema.

Harry abrió y cerró varias veces su boca, sin decidir qué contestar.

—Oye, si mal no recuerdo tu me pediste que durmiera contigo. Prometiendo que no pasaría nada, claro. Y no especificaste nada acerca de cómo debería dormir.

Louis resopló, sin poder evitar mirar los pectorales y la clavícula de Harry. Tenerlo así estirado en el sofá, semidesnudo y algo agitado por su entrenamiento lo estaba desquiciando.

Demonios. No era tan fuerte.

—Precisamente, sabiendo que no podía tocarte, no tenías por qué acostarte desnudo a mi lado y luego mover tu trasero contra mi entrepierna. Eres un criminal. Uno muy cínico.

Harry se llevó las manos al pecho, fingiendo estar sumamente ofendido.

—No empieces a insultar. Y no me moví a propósito, ya te lo dije.

—Pero lo hiciste.

—Pero no fue a propósito.

Louis se llevó los dedos índices a las sienes, al tiempo en que cerraba sus ojos. Estaba comenzando a dolerle la cabeza.

—Esta conversación no tiene sentido—Le contestó dramáticamente el castaño, al tiempo en que se paraba del sofá—Me vas a volver loco.

Harry le sonrió socarrón, acomodándose mejor en el sofá. Louis lo miró embobado, casi maravillado. Era como si se encontrara en medio de un desierto a punto de morir por deshidratación, y Harry fuera un maldito vaso de agua, él único sobre la tierra que podría salvarlo de tal martirio. Sin embargo, tenía prohibido tomarlo.

¿Parecía exagerado? Tal vez. Pero se trataba de Harry, maldita sea.

De repente el rizado cambió su risa socarrona por una mucho más seductora. Miró de arriba a abajo a Louis, sin vergüenza alguna.