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♡ y de una u otra forma seguro te vas a acercar a mi ♡
Cuando Richie se plantó por primera vez en su empleo de locución no pensó que sería la gran cosa, sólo un espacio para decir las cosas que se le vinieran en gana (exceptuando algunas malas palabras) y poder conversar y hacer sus imitaciones. No esperaba que se convirtiera en el programa más oído en todo el condado, y mucho menos se imaginaba que atraería la atención del sector que menos atención le ponían en todos sus años de escuela, las chicas.
Solo era un sujeto conversando a un micrófono y poniendo canciones de vez en cuando, con un teléfono por siempre ocupado y con voces temblorosas de damas respondiendo a sus pícaras preguntas con extraña afección.
Una de esas chicas era Alice, quien todos los días en las noches llevaba su pequeña radio a su habitación y escuchaba el programa mientras hacía anotaciones llenas de fervor de cada chiste divertido o de las canciones que Richie decía disfrutar más. Aquel día tirada en su cama había decidido a estirar el cable de su teléfono de casa directo a su cuarto y estaba intentando una y otra vez que su llamada fuera tomada.
Un pequeño grito salió de sus labios cuando le tomo la llamada un sujeto del staff comunicándole que en cuanto terminara la llamada actual ella seguiría, que se mantuviera en la línea. Suspiro, sus mejillas carmesí tronando en su rostro, no sabía que diría a pesar de haberlo estado planeando por muchísimos días.
Verán, ella tenía este loco plan escrito en su diario, de llamar constantemente a su programa hasta hacerse notoria, sería algo estúpido pero ella aún así moría por intentar, aunque parecía absolutamente lejano que él siquiera se interesará en una chica de 17 años, ella no podía quedarse con la duda.
-Hola, hola ¿A quién tenemos del otro lado de la línea? - la voz salió tanto del teléfono como del radio haciendo interferencia, la chica casi cuelga pero reaccionó a tiempo para apagar la radio, demonios estaba pasando -Tenemos a una señorita vastante tímida o a un pervertido, amigo, será mejor que te dejes ahí antes de que me pongas en aprietos.
-Hola- su voz surgió suave en los audífonos de Richie, sonrió, ella lo sintió, carajo - Soy Alice, soy fan del programa.
-¿Solo del programa o sólo de mi?- risas enlstadas surgieron en el altavoz con suavidad, ella río un momento con ellas, él hacía eso todo el tiempo, quizá era momento de ceder.
-Bueno, basta lo acepto, soy fan de usted.
-Cielos tenemos a una señorita de casa con nosotros en este momento, bastante irrespetuosa para estar escuchando mis porquerías. Bien decía Edery Jones "Las chicas buenas gustan de los sujetos más hijos de puta que hay" y Edery nunca decía mentiras.
Alice no sabía quién coño era Edery pero al parecer ella sabía cosas, no pudo evitar reír.
-Dime, cariño, ¿De dónde nos escuchas?
- De Baltimore, específicamente de Jacksonville.
-Bastante cerca de la estación, menuda suerte de ubicación para mí más grande fan.
-Si, de hecho ya estoy planeando ir a buscarle un día de estos. Ya sabe, Edery nunca miente.
Ahora fue turno de Richie de reír.
-Claro, dulzura, yo encantado. Pero hey, antes de hacer planes descarados, ¿Cuántos años tienes, bebita?
Alice titubeó en si decirle la verdad o no.
-Tengo 17 años pero parezco de 21.
-Madre, mía pero que ha pasao. Yo vivo de apariencias pero aprecio no despertarme en una celda todos los días, Alice. Eres una pequeña jovencita, y dime Alice, ¿Que canción quieres que te ponga en esta noche?
Mierda, perdió la oportunidad. Pero aún así le faltaba su carta final, ella sabía todas su canciones favoritas.
-Pongame Buddy Holly si es tan amable, señor.
-Genial elección, Alice. Un gusto conversar contigo, esto es Buddy Holly de Weezer, son las 8:33 y esto va así...
La canción comienza y cuando está a punto de decir su super planeada despedida la voz de Richie surge en su teléfono más no en la radio.
- Tienes una voz bastante dulce, Alice. Quizá quieras llamar luego, hasta pronto, cariño.
Alice gritó sin poder evitarlo, Bocazas era su programa y persona favorita y había hablado con él, joder no hallaba el momento de contarle a sus mejores amigas de lo ocurrido.
