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Flores para San Valentín

*Especial por el día de San Valentín*

¿Eres de los que odian San Valentín? ¿O eres de los cursis que aprovechan este día para demostrar el cariño que le tienes a los demás? 

Chloe no es ninguna de las dos. A ella San Valentín le da lo mismo. Cree en el amor y cree que es bueno expresar tus sentimientos, pero también cree que es algo absurdo hacerlo sólo en un día, aparte cree que el 14 de febrero es una fecha consumista.

Zacarías es del grupo de los primeros, es cursi a más no poder. A él no le importa que sea consumista esa fecha… 

Chloe adora a Susy, su mejor amiga, pero está consciente de que está fecha saca lo peor de ella.

– No entiendo Sus, o sea que si llega el tipo ese que acabas de conocer y te trae flores ¿dejarás plantado al tipo que te lleva rogando desde hace dos meses para que salgas con él? Creo que eso no es justo – dijo Chloe anonadada por el malévolo plan de su amiga.
–Ay Chlo, no empieces. Mira si salgo con Zacarías hoy es solo porque no puedo estar sola este día, pero si Johan me invita a salir pues obvio saldré con él, porque a pesar de que lo acabo de conocer es infinitamente guapo, mucho más guapo que Zacarias – respondió Susan mientras se pintaba los labios. 
– ¿Johan? – pregunto algo anonadada Chloe, ella estaba en el taller de fotografía y justamente el chavo que le gustaba iba con ella en ese taller y se llamaba así, Johan.
– Ahm creo que sí, no recuerdo bien como se llama, sólo recuerdo que está guapo.
– Hay un chico en mi grupo de foto que se llama así.
– ¿Y está guapo? – preguntó entre Susan entre risas.
– ¿Sabías que eres muy superficial? 
– Lo sé, querida, lo sé. Y creo que tú también deberías de iniciar a serlo – Chloe rodo los ojos, a veces no entendía porque eran amigas. 
– Mira hay algo en tu casillero – susurró Chloe mientras iban hacia allá. Susan corrió hacia el lugar.
– Son dos invitaciones, para “El rincón secreto” Una obviamente es del tonto de Zac, espero que la otra sea del guapo.

El Rincón secreto era un café que estaba justo detrás del instituto y era el refugio de los enamorados, no solo en estas fechas, sino todo el año.

Ambas chicas entraron a clases y cuando salieron se fueron juntas a sus casas.

– Chlo, estás obligada a acompañarme esta tarde – ordenó Susan en el camino.
– ¿Yo? ¿Por qué? Si son tus citas, no mías.
– Por si cualquier cosa sale mal… te necesito amiga.

Chloe aceptó a regañadientes ir con su amiga, para esto tubo que arreglarse como Susan le dijo. Como sabía que esa tarde sería aburrida se llevó un libro, no estaba dispuesta a ver a todos los melosos enamorados, ella prefería leer.

– Deja ese libro – se quejó Susan.
– No quiero – río Chloe.
– Mira, ahí viene – Susan cambió el tema radicalmente. Chloe alzó la vista y vio a varios chicos, entre ellos estaban, Johan, su Johan, ella sintió bonito. Pero luego se le rompió el corazón.
– Hola Susy, perdón por el retraso – saludó Johan, el cerebro de Chole se detuvo. ¿Su Johan era el Johan de su amiga? No lo podía creer, pero así era.
– Hola, pensé que no llegabas. Te presento a mi amiga Chloe.
– Hola Chloe, mucho gusto – sonrío el chico. ¿Cómo? ¿él no la recordaba? Chloe se sintió peor. 
–Mucho gusto – susurro. – Bueno diviértanse, tengo que ir al tocador… así que pásenla bien.

Mientras ella se volteaba y buscaba la puerta del baño no vio cuando Zacarías, el pobre chico que estaba enamorado de Susan, llegó. Y su reacción no fue mejor que la de Chloe. A él también se le rompió el corazón.

Chloe no sabía qué hacer, cuando regresó a su lugar simplemente tomó su libro y empezó a leer. Y así se quedó ahí por horas, cuando de pronto volteaba a las mesas siguientes notaba que cada vez había menos enamorados. En un momento bajo su libro para tomar un sorbo vio a un chico que se le hacía conocido, él también estaba sólo, pero tenía un gran ramo de rosas. Lo ignoró. Pensó que tal vez sería otro enamorado esperando a su chica.

Pasó otra hora y volvió a soltar su libro para tomar de su café y noto que el chico seguía ahí. Ella se le quedo viendo, él parecía triste, así que decidió sonreírle. Él le respondió con una tímida sonrisa.

– Tu libro está genial, ya lo leí y termina muy bien. – preguntó el chico de pronto.
– Lo sé, lo quería comprar desde hace tiempo y hasta ahorita se me hizo.
– ¿También estás sola? – preguntó el chico. Ella sonrío ante la obviedad de la respuesta.
- Sí, llegue sola y me iré igual.
– Bueno realmente estás muy bien acompañada con ese libro.

Los chicos comenzaron a platicar sobre ese y otros libros. Cuando se dieron cuenta ya había anochecido. Pero ambos se sintieron súper esa tarde, parecía que coincidían en muchos gustos.

– Ya es tarde, si quieres te llevo a tu casa. A propósito soy Zacarías – Chloe comprendió que él era el pobre tipo que andaba detrás de su amiga.
– Yo soy Chloe.
– Lo sé. Bueno te llevo.

En el camino iban platique y platique. Cuando llegaron a la puerta de la chica Zacarías hizo algo muy lindo.

– Hey Chlo, espera… ten, flores para San Valentín.
– ¿Para mí?
– Sí, sabes conocerte hizo de este el mejor de mis San Valentines. Pensé que este era el día más desastroso porque tu amiga me colgó, pero tú lo hiciste único, lo convertiste en el mejor. Creo que deberíamos de salir más a menudo.
– Gracias a ti.

Se despidieron y él le dio un pronunciado beso en la frente.

También fue el mejor San Valentín para Chloe…