¿Qué se hace cuándo te gusta mucho un chico y crees que tú no pasas ni por el más mínimo de sus pensamientos? ¿Intentar superarlo? ¿Intentar que él te quiera tal y como eres? ¿Intentar cambiar para ser el prototipo perfecto de novia?
¿Tú qué harías? Sea cual sea tu respuesta, antes que nada deberías de poner más atención a tu alrededor, fijarte si realmente no le interesas al chico en cuestión y si ese es el caso pues superarlo… aparte si te fijas bien a tu alrededor tal vez aparezca alguien que te quiere tal y como eres o puede que descubras que ese chico especial sí te quiere tal y como eres.
Bueno pues Marianne un día se hizo esas mismas preguntas, no, no un día, yo diría que más bien muchos días, casi años… y por no fijarse bien, por no mirar a su alrededor no notó muchas cosas.
Te contaré un poco de su historia, Marianne desde muy pequeña siempre se había equivocado, se equivocaba en los exámenes, se equivocaba de baño, se equivocaba de uniforme, se equivocaba en elegir a sus amigas… oh y también siempre se fijaba en el equivocado.
En lo único en lo que había acertado era en ser amiga de Bruno, ese chico que la conocía desde pequeña y que desde pequeña siempre la apoyaba a levantarse después de caer por tantos errores. Algo en lo que también acababa de acertar era en conocer a Ana Lilia o como ella la llamaba Anali, esta chica era la única buena amiga que se había encontrado y que se encontraría. Ah y debes saber que se hicieron amigas gracias a nada más y nada menos que Bruno.
Lo ves, Brunito siempre había sido el ángel guardián de Marianne.
Marianne acababa de haber tenido otra de sus múltiples equivocaciones, se había fijado en Antony, el “más guapo, sexi, deportivo” de la escuela, según la chicas. Y a pesar de las advertencias de Anali y Bruno, Marianne se había acercado a Antony y este le había roto el corazón.
– Ya no llores, ni siquiera es guapo, es un total estúpido – la consolaba Anali en el baño de niñas.
– Ahh soy una tonta, siempre me pasa. Te hubiera hecho caso y también a Bruno.
– Ay bueno, equis, no pasa nada, de esto tienes que aprender, pero ya no llores.
Las chicas salieron del baño y ahí afuera estaba Bruno esperándolas con una caja de pañuelos. Los tres se fueron a clases y de ahí a sus casa, y como Bruno y Marianne era vecinos se fueron juntos y en el camino fueron platicando como siempre… lo único que cambió ese día fue que Marianne creyó descubrir algo, algo muy bonito.
– Antony es un idiota, cualquier chico quisiera salir contigo.
– Bruno tú más que nadie sabe que ningún chico nunca quiere salir conmigo.
– Claro que no, yo conocí a alguien que quiso salir contigo, y conozco a otro alguien que quiere salir contigo – dijo Bruno hablando de sí mismo, Marianne se emociono al oír eso, porque pensó que esos alguienes eran alguien guapo, desconociendo que ese alguien era su mejor amigo.
– ¿Quiénes? Dime quienes.
– Oh no, no te puedo decir… es que él es muy, muy penoso.
– ¿Pero es guapo?
– Ahm pues eso si no sabría decírtelo – respondió un poco desilusionado el chico, optó por apresurar el paso.
– Oh entonces ese alguien no existe – dijo la chica a su vez haciendo que Bruno se sintiera chiquito.
– Ay si no es guapo, entonces no existe verdad, a veces pienso que eres ciega – dijo el chico apresurándose y dejándola sola.
Esa reacción en él hizo que Marianne abriera los ojos y comenzó a sospechar que Bruno era ese “alguien”, ella se horrorizó al pensarlo… pero después de tres segundos recordó lo guapo que siempre se le había echo su amigo.
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One shots
Short StoryHistorias de un sólo capítulo. Con uno sólo bastará para que te enamores.