Si no es mucha molestia...

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-Ceci, silencio por favor- le dije a mi amiga, acostada sobre el césped, haciendo ruidos molestos y escuchando música.Trataba de estudiar, pero con Ces a mi lado, al aire libre, era muy difícil. La sombra del árbol era perfecta para estos días de calor, razón por la que no me quería parar. Pero ella me estaba sacando de mis casillas.

- Val será mejor que vayas a estudiar a la biblioteca.- dijo, sonriendo con una sonrisa pícara, mientras miraba un punto detrás de mi.Seguí su mirada, y oh por supuesto. Ahí venía su novio Juan Carlos. Por primera vez en la vida me había sentido agradecida de Juan Carlos, pues me había dado una excusa para irme sin dejar a mi mejor amiga sola.

- Está bien- le respondí, tomé mis cosas y, a pesar del calor, me fui contenta y aliviada a la biblioteca bajo los sofocantes rayos del sol.

Dentro de la biblioteca estaba fresco y casi vacío. Unos cuantos chicos utilizando las computadoras, y otros cuantos estudiando. Agradecí tanto por el silencio que tanto había esperado junto con Ces.Me senté junto a la ventana, para poder ver así los verdes árboles del exterior, paisaje que siempre me relajaba.

- Eres... ¿Valeria Soto? - preguntó un chico, que de pronto apareció a mi lado.¿Luís Espinosa? ¿Del equipo de Soccer? ¿Aquel que jamás me había hablado, a pesar de tener la mitad de las clases juntos? Pero, ¿qué hacía aquí, preguntando por mi?

- Ehh sí, soy yo- respondí, algo sorprendida.

- Me preguntaba si podrías ayudarme con matemáticas... claro, si no es mucha molestia- me dijo, parecía urgido. 

Era lo lógico: necesitaba buenas notas -a pesar de que jamás había sabido que tenía problemas con ellas- porque sin ellas, la selección de futbol, y cualquier otro deporte, serían imposibles para él.Realmente sentí pena y lástima por él.

- Por supuesto que no es molestia- sonreí.

Para mi sorpresa se sentó a mi lado. Habría jurado que era para darle clases o algo parecido en otra ocasión. Sacó de su mochila un cuaderno y un libro pesado, y los puso sobre la mesa mientras sacaba sus lápices.Suspiré para mis adentros y miré mis cuadernos. Adiós al estudio de Biología.

He de admitir, que lo encontraba adorable. Tenía un cabello ligeramente rizado de color dorado oscuro, y unos ojos cafés simples, pero una mirada atrayente. Así que, no quise objetar.Comencé a explicarle los ejercicios, los cuales no le costaron demasiado. Tal vez no necesitase mucho tiempo de estudios.

Cuando eran las seis, y ambos teníamos que irnos. Estábamos caminando al estacionamiento, y yo trataba de hacer conversación, así que me decidí a hablarle.

- Y... ¿te está yendo muy mal en matemáticas? – pregunté.

- De hecho, no me va mal. - dijo. Me detuve en seco.

- Entonces, ¿por qué estuve enseñándote toda la tarde? – pregunte súper sorprendida.Si no le iba mal, significa que desperdicié mi tarde que iba a ser dedicada a biología.

- Era una excusa - dijo sonriendo, ya junto a su auto - para acercarme a ti.

Esto, sin duda, me sorprendió. Me sonrojé, incluso. Jamás me había pasado algo así... y de Luís, no me lo esperaba para nada. Tampoco sabía qué decir. Ces era la coqueta, no yo.

- ¿Necesitas que te lleve? - señaló su auto.Reí, saliendo del shock, y asentí con la cabeza.

- Si no es mucha molestia...

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