Y sin querer... todo por un celular.

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Me estaba arreglando para la dichosa fiesta de Meli (la mejor amiga de mi hermana), esa sin duda sería una de las fiestas más enormes a las que podría asistir.

- ¡Tavo bájate ya! – me gritó Lía (mi hermana) no quiero que lleguemos tarde.

-Ya voy Lía, no te desesperes- le dije mientras me perfumaba.

Mientras iba bajando mi hermanita puso cara de asombro, al parecer le gustaba como iba vestido.

-Ohh Tavo, nunca pensé decir esto, pero te ves incre- me dijo mi hermana casi boquiabierta.

-¿Ah sí? Pero al fin y al cabo de que me sirve, no conozco a nadie de los que irán a esa fiesta- le refunfuñe.

-Ay ya no seas gruñón, es una oportunidad para que conozcas a alguien nuevo o nueva jajajaja- me dijo riendo. -Hoy es una buena noche, ¿no crees que algo bueno puede pasar?- me pregunto.

-Lo único bueno que podría pasar es que esa fiesta se cancelara- le conteste abriendo la puerta del coche.

-Ay, de verdad, contigo no se puede, ¿por qué no te consigues una novia?- me dijo algo enojada, yo ya no supe que decirle, así que solo me abstuve a manejar.

Al fin llegamos, Lía nada más se bajó, se desapareció con sus amigas, yo me quede solo, moría de la aburrición como nunca hasta que de pronto una chica topo con migo, al parecer no aguantaba sus tacones y se venía tambaleando hasta que cayó sobre mí, la chica era alta, delgada, ojos color miel, un hermoso cabello chino y largo color castaño, y un muy agradable aroma, todo eso hizo que olvidara que la chica había caído sobre mí con todo y su coctel de frutas con mus de chocolate, yo estaba batido a más no poder.

-Ahhh discúlpame, de verdad que torpe soy- me dijo la chica asustada. Su voz era tan melodiosa.

-Ehh no, no te preocupes, no pasa nada- le dije todavía embobado por su voz.

-¿Cómo no va a pasar nada? Ven déjame ayudarte- me dijo más tranquila.

Subimos y agarramos unas toallas, el chiste es que me ayudo a quitarme todo el muss y crema que tenía encima.

De pronto y sin querer estábamos platicando muy a gusto, ella me platicaba de su vida y yo de la mía, como si nos conociéramos de años, reíamos mucho. Yo sinceramente me enamoraba de ella, fue como “amor a primera vista”

De pronto nos dimos cuenta de que ya había anochecido, entonces me dijo que si bajábamos, que ella ya tenía que irse, yo acepte con gusto… estaba a punto de preguntarle su nombre y pedirle su número, pero de pronto la llamaron y cuando colgó simplemente salió corriendo, trate de detenerla.

-Fue un gusto, me divertí mucho contigo- me dijo mientras corría.

Yo fui tras de ella pero tomo un taxi, cuando iba de regreso a la fiesta, me tope en el pasillo de la entrada con el celular de mi chica misteriosa, jaja ya hasta la llamaba “mía” sin siquiera saber su nombre.

Yo me sentí triste por no saber su nombre, pero já tenía su celular, abrí su agenda e intente hablar con alguien, pero resultó que no tenía saldo, mi problema ahora era el ¿cómo meterle saldo a un teléfono, del cual desconozco el número?... no podría ser peor.

Cuando la fiesta estaba terminando ya en la madrugada, mi hermanita se acercó y nos dispusimos a irnos.

-¿Qué tal te fue? ¿Conociste a alguien?- me dijo sarcásticamente.

-Pues sí, si conocí a alguien.- le dije dejándola con la boca cuadrada.

-¿Cómo está eso?... a ver cuéntame- me dijo al acto.

Le platique todo lo que sucedió, ella me dijo que no me preocupara, que alguien llamaría… y así fue. A la mañana siguiente como a las 10 de la mañana el celular sonó, al parecer era una de las amigas de la chica:

---inicio de la llamada telefónica---

-Melisa, amiga, ¿cómo estás? Ya ni me llamaste, me preocupe, ¿cómo te fue en la fiestecilla de tu prima?- me pregunto la chica muy entusiasmada.

-Ehh hola, yo no soy Mel…- intente decir apenado pero ella me interrumpió.

-¿Cómo? Pero si este es el número de mi amiga, ¿se lo robaste?- pregunto algo asustada.

-No obvio no, mira lo que sucede es….- entonces le conté todo lo que ocurrió y de pasada le planteé mis sentimientos. –Sé que es algo loco, porque no la conozco, pero y si nos pudiéramos conocer, ayúdame.-

-Jajajaja ok. Esto suena a película, pero te ayudaré, por cierto me llamo Pamela, ¿y tú?- me pregunto.

-Yo Gustavo, Tavo- le respondí sin dudar.

-Muy bien Tavo, esto es lo que haremos…- entonces ideamos un plan, ella iría por su amiga y la llevaría a un café, entonces ahí aparecería yo.

-Ok muchas gracias, allá nos vemos Pam- Le respondí muy feliz.

---fin de la llamada telefónica---

-¿¿¿Y bien??? ¿Qué pasó?- pregunto Lía.

Entonces le platique todo, vi la hora, me duche, me arregle y salí con Lía rumbo al centro comercial donde está la cafetería en la que nos habíamos citado Pamela y yo.

Lía se fue a comprar algo y yo me encaminé a la cafetería. Y ahí estaba, mi hermosa misteriosa. Oí como Pamela le dijo algo que casi hace que me haga pipi.

-Sabes Mel, no todo pasa por que sí y ya… todo tiene un sentido, no existen las casualidades, una nunca se imagina que se va a encontrar a un lindo desconocido en una fiesta de desconocidos, ¿o sí?...-

-¿Por qué lo dices Pam? No empieces con metáforas, ahhh estoy preocupada por mi cel… pero ¿oye tu eres adivina o qué?... ayer conocí a un desconocido muy lindo… lástima que Alexandra me llamo y me fui, me dijo que era una urgencia… y ni le pregunte su nombre al chico… fue muy lindo estar con él- dijo, y yo me quería morir de la felicidad. –Pero aun así, ¿qué aré con lo de mi celular?

-Pues a lo mejor un príncipe te trajo tu celular- dijo Pamela guiñándome el ojo.

Melisa volteó y se sorprendió mucho al verme. Me acerque, me hinque como si fuera a entregarle un anillo o algo y le di su celular.

-Princesa, creo que esto le pertenece- susurre.

Ella estaba atónita, entonces Pamela nos dejó.

-Mira, sé que es tonto, y que no nos conocemos… pero ¿qué tal si nos conocemos? Dame chace... Yo podr…- de pronto ella puso su índice sobre mis labios.

-Acepto- me dijo con esa hermosa sonrisa.

Entonces me acerque y de pronto y sin querer nos unimos en un tierno beso que jamás olvidaré.

One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora