SIMPLEMENTE FELICES
Inspirado en la canción Happily de One direction.
– Por favor, déjame ya… ya sabes cuál será mi respuesta – mencionó Lía – Ya hemos terminado. Que te quede bien en claro.
– No comprendes el daño que me haces Lía – respondió. – Mira, ven bebé… estábamos destinados a pasar por esto, pero igual lo resolveremos juntos, esto es pasajero – dijo Tobías intentando alcanzar la mano de su exnovia. Ella se negó.
– No, no lo resolveremos… entiende YA NO SOMOS NOVIOS… – dijo haciendo énfasis en las últimas palabras. – Y… y realmente creo que… nunca volveremos a serlo – dijo ella intentando ser ruda.
– ¿Y por qué no? ¿Por qué lo dice la gente? ¿Por qué quieres ser una buena niña? – preguntó el chico ya muy exasperado.
– No… o bueno sí… igual es cosa que no te importa – respondió la chica salvajemente.
– OK lo dejas muy claro… pero contéstame sólo una pregunta ¿por qué terminamos?
– Porque… por… por tu actitud… – respondió la chica algo confundida. Ella no podía tragarse totalmente esa mentira.
Hubo un silencio fúnebre, ambos querían decirse más cosas de las que habrían imaginado… pero no se atrevían a abrir la boca. De pronto una sonrisa fingida apareció en la cara de la chica, acto seguido alzo la mano como si estuviera saludando a alguien. Tobías volteó a sus espaldas para ver a quien saludaba la chica y se encontró con él… se encontró con Marc, el atlético y no muy ingenioso jugador principal del equipo de la escuela. ¿Por qué Lía se comportaba así? ¿Por qué Marc llevaba puesta una sonrisa triunfante?
Lo comprendió… Lía, su Lía, lo cambiaría por el atlético e inflado Marc. Le dio un ataque… y luego lo golpeó la realidad. Se sintió decepcionado.
– Ah ya entendí tu juego… – susurró antes de que el asno de Marc estuviera cerca de ellos. Lía se sintió culpable.
– Lía, nena, ¿estás lista? – preguntó Marc, haciendo caso omiso a la presencia de Tobías.
– Sí, claro que lo estoy – respondió la chica con una sonrisa, que, a pesar de parecer sincera, Tobías sabía que era más falsa que nada. Él no lo comprendía.
– Bueno, pues vámonos.
– Ah sí… adiós Tobías – la chica se despidió secamente y el atleta le cedió una sonrisa hipócrita al pobre chico pálido.
El chico se fue cansado y derrotado a su casa, reflexionó toda la noche… y no sabía que pensar… no sabía si era su culpa.
Al día siguiente la noticia se regó… Lía y Marc estaban comenzando un nuevo y meloso romance. Tobías se sintió idiota al saberlo… habían cortado tres semanas atrás y su chica ya se había conseguido a otro.
Se sentía mareado vio a Lía entrar a la biblioteca… no sabía si seguirle o no… al final decidió seguirle.
– Así que ¿qué se siente salir con un cara de burro? – preguntó él cuando se fijó que nadie los veía… ella se exaltó. – ¿Realmente tan poco te duro mi recuerdo? ¿Tan poco te importó que en menos de tres semanas, no sólo cambiaste tu forma de ser, sino que también me cambiaste a mí por otro? Dime…
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One shots
Short StoryHistorias de un sólo capítulo. Con uno sólo bastará para que te enamores.