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Estudio inútil.

—¿Quieres que te lleve a casa? —Propuso Jennie con una cálida sonrisa mientras caminaba junto a su "novia" hacia la salida del instituto, cargando con su propia mochila en el hombro y la de Rosé en la mano.

—¿No ibas a ver a tu novia? —susurró la más baja después de comprobar que no hubiera nadie que la pudiera escuchar, Jennie se encogió de hombros en respuesta.

—Tú eres mi novia, Rosie.

—Sabes a qué me refiero.

—Saldré con ella a las cuatro, me daría tiempo hasta de echar un polvo contigo —bromeó, riendo con fuerza al ser golpeada en el hombro por su mejor amiga.

—Cállate, Jennie —Bufó nerviosa, tapando su sonrojado rostro con su cabello.

—¿Quieres que te lleve entonces?

—No, iré caminando —Suspiró de mala gana, arrancándole su mochila a la más alta de las manos.

—Venga, Rosie. No te puedes molestar por una simple broma.

—No me gusta que bromees de eso conmigo.

—¿Por qué no?

—Porque no soy tu novia.

—Técnicamente sí lo eres, al menos aquí.

—Estamos solas, lo haces por gusto.

—No te voy a negar que es divertido ponerte nerviosa.

Rosé abrió la boca para protestar, pero se calló enseguida cuando Jennie la tomó de la mano y volvió a quitarle su mochila, ya habían llegado a la salida, completamente llena de estudiantes.

—Déjame llevarte, por favor —Susurró Jennie, apretando con más fuerza la mano de Rosé, quien a su pesar asintió mientras soltaba un suspiro.

—Está bien.

Una sonrisa apareció en el rostro de Jennie y empezó a correr hacia el estacionamiento jalando tras ella a una nerviosa Rosé, su fuerte nunca habían sido los deportes, e intentar seguir el trote de una gacela era una misión suicida.

Soltó un suspiro aliviado cuando al fin llegaron al Porsche amarillo de Jennie, Rosé sabía muy bien que a su mejor amiga le encantaba correr en él, pero siempre iba a una velocidad segura cuando estaban las dos allí, Jennie podía ser tosca, pero era muy linda a veces.

Las dos se subieron al auto y Jennie lo puso en marcha, entrando a las concurridas calles de Seúl mientras encendía la radio a un bajo volumen para charlar con su acompañante.

—¿De qué es tu prueba de mañana?

—Inglés.

—¡¿Y me dijiste que tenías que estudiar para eso?!

—Es mejor prevenir que lamentar.

—Rosie, literalmente tu lengua materna es el inglés.

—A veces olvido cosas.

—Eso no es verdad, olvidas cosas en coreano, no en inglés.

—No importa, me siento segura estudiando antes.

—Tienes que empezar a tomar riegos, Berry. En la vida no puedes estudiar antes de que lleguen los retos.

—Para algo es la escuela.

—Como tú quieras pensar...

—¿A dónde vas a llevar a tu novia?

—Al cine, ese que está a las afueras de la ciudad, al que fuimos una vez y vendían palomitas de fresa, ¿lo recuerdas?

Under the Blooming roses [ Chaelisa adaptación ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora