Caminos sin retornos.
El silencio en su habitación era tan profundo que era capaz de escuchar sin ningún esfuerzo los trazos sobre el papel del lápiz que sostenía entre sus dedos, su cabeza estaba demasiado ocupada maquinando todo tipo de fórmulas y despejes como para siquiera pensar en la última vez en que se podía sentir tanta calma dentro de aquellas cuatro paredes, lo cual magnífico para su salud mental.
Un corto pitido proveniente de su celular llamó su atención repentinamente, y estirando un poco su mano para tomar el aparato pudo distinguir el mensaje entrante que acababa de emerger en la pantalla.
Im Nayeon:
Iremos a un karaoke mañana después de que Momo termine con sus clases, ¿vienes?Roseanne soltó un suspiro entre una sonrisa, le parecía casi absurdo recibir un mensaje así cada noche de parte de la castaña.
Los dedos de la neozelandesa comenzaron a teclear en la pantalla, pero sin esperarlo un fuerte estruendo golpeó los oídos de la chica, haciendo a estar pegar un respingo que la desorientó por unos segundos.
Al momento de reaccionar Roseanne se levantó de su escritorio y abrió la ventana frente a ella, sacando la cabeza por esta para ver la cabellera rubia que acababa de salir del auto estacionado frente a la casa de Namjoon.
—¡RM! ¡RM! ¡MUEVE EL MALDITO CULO, TENEMOS QUE IRNOS, RÁPIDO!
Junto a los gritos del chico el desquiciante sonido del claxon de su camioneta llamó la atención de todo el vecindario, y a pesar de los gritos y quejas el rubio no se detuvo hasta que vio a su mayor salir de su casa con una camiseta negra y unos pantalones de pijama verde oliva.
—¿Qué mierda ocurre contigo, Hoseok?
—Es Lalisa —Masculló sin aliento—. Está a punto de cometer el peor error de su vida, y yo no puedo detenerla.
—¿E insinúas que yo sí? —Cuestionó con una ceja alzada, el rubio frunció el ceño en respuesta—. Es su vida, lo que quiera hacer con ella no es mi problema.
El pelinegro se dio media vuelta dispuesto a volver a su casa, pero entonces las fuertes pisadas de Hoseok se hicieron escuchar tras él, deteniéndose solamente cuando él también lo hizo.
—Fue con G-Dragon, no tengo idea de cuál es su fin, pero él le dio una misión para recuperar su confianza.
Con una lentitud desquiciante, Namjoon se giró sobre sus tobillos, escondiendo tras de sus ojos una preocupación tan pura que hizo que la garganta del menos se cerrara al asimilar la gravedad del asunto.
—¿Qué misión?
[···]
Su respiración estaba acelerada, sus manos temblaban y tenía la sensación de que se desmayaría en cualquier momento, pero a pesar de eso su cerebro la seguía presionando a seguir metiendo armas y municiones a su bolso que pudiera ayudarla a cumplir su cometido.
Sacó su teléfono de su bolsillo para encenderlo y apagarlo rápidamente después de ver el reloj digital que marcaba las 10:32pm, y bajo de él, un mensaje de Namjoon.
RM:
Sabía que eras estúpida, pero no pensé que tanto.Sabiendo que debía estar en camino la castaña colocó el bolso sobre su hombro y salió como un rayo de la oficina, no podía arriesgarse a que intentaran detenerla, ya la decisión estaba tomada.
Había tanto silencio que podía escuchar sin problema alguno su propia respiración acelerada y la velocidad en la que su corazón corría dentro de su pecho, estaba aterrada, y lo estaba tanto que ni siquiera notó que la puerta de salida frente a ella se abrió de par en par hasta que levantó la mirada del suelo.
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Under the Blooming roses [ Chaelisa adaptación ]
FanficEl mundo de Roseanne se derrumba cuando descubre que la persona en la que más confía en el mundo resulta haberle mentido por mucho tiempo, dejándola en un estado de suspensión muy confuso. Pero justo cuando más lo necesita llega una persona a su vid...