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Carrito de compras.

Tú:
¿Lo tienes?

J-Hope:
Aún no, pero ya estoy cerca.

Tú:
¿Por qué tardas tanto?

J-Hope:
Porque hay como 1800 Kims Jisoos en esa maldita universidad.

Tú:
¿Puedes o no, bebé llorón?

J-Hope:
Si no fuera porque te lo debo te habría mandado a la mierda hace bastante.

Tú:
Ya lo sé.

Lisa soltó un largo suspiro al bajarse de su auto, caminando sin muchas ganas hacia aquella casa blanca tan conocida para al llegar a ella tocar tres veces la puerta hasta escuchar pasos acercarse desde el interior.

—¿Lisa? Qué raro que estés aquí hoy, pensé que no venías los fines de semana —Comentó la mujer sorprendida en cuanto abrió la puerta, mirando con algo de confusión en el rostro a la adolescente parada frente a ella.

—En realidad no vengo a estudiar —Se escogió de hombros para después mostrarle una sonrisa llena de inocencia fingida—. ¿Está Rosé?

—En su habitación, si quieres puedes subir.

—Sí, gracias.

La castaña fue directamente hacia las escaleras, subiéndolas como si fuera su propia casa.

Aunque, después de tanto ya casi era así.

Abrió sin tocar la puerta llena de dibujos de rosas, sobresaltando así a la pelirroja dentro de la habitación, la cual dio sus horas de estudio por terminadas en cuanto vio al causante de la irrupción en su habitación.

—Vamos al centro comercial —Declaró la mayor, y antes de que Rosé tuviera tiempo de protestar volvió a hablar—. Si estás lista en menos de media hora te compraré todo lo que quieras.

Y en menos de tres segundos la neozelandesa ya estaba fuera de la habitación.

En quince minutos Rosé ya estaba vestida, peinada, maquillada y parada frente a la puerta de la casa.

Una sonrisa aliviada apareció en sus labios en cuanto vio el auto estacionado frente a su casa, al fin era un viaje que podría disfrutar sin temer por su vida.

A penas subieron al auto Rosé revisó la guantera, sonriendo al notar que el disco que le había regalado a la mayor estaba allí junto a algunos nuevos discos.

Por mera curiosidad tomó uno al alzar llamado +30mg y miró el reverso de éste, frunciendo el ceño al notar que esta vez la inscripción en ella estaba en inglés.

"16/01/14
Happy birthday to me.
Congrats for living a year more without killing yourself".

—¿Por qué está en inglés, Lisa? —Curioseó mientras le enseñaba la carátula a la castaña, ella lo miró brevemente y soltó un cansado suspiro.

—En ese momento estaba en Nueva Zelanda.

—¿Qué hacías ahí?

—Estudié allí desde los nueve, a los trece vinimos a Corea.

—¿En qué ciudad viviste?

—Auckland.

—¡¿Estás bromeando?! ¡Yo viví allí hasta los ocho! —Chilló con el usual tono emocionado de siempre, haciendo soltar una agotada sonrisa a la mayor—. ¿Te imaginas que nos hubiésemos conocido allá?

Under the Blooming roses [ Chaelisa adaptación ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora