ԃҽ́ƈιɱα ƈυαɾƚα ʋҽʅα | ƚҽ ϙυιҽɾσ ραɾα ɱί

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Johari no creía en las casualidades, mucho menos a estas alturas en las que ella ahora juraba que la vida le había dejado un hermoso sentimiento disfrazado de “casualidad”

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Johari no creía en las casualidades, mucho menos a estas alturas en las que ella ahora juraba que la vida le había dejado un hermoso sentimiento disfrazado de “casualidad”.

Empezando por aquella tarde en la plaza, en la que conoció a un hombre muy agradable. A primera vista se habían agradado el uno al otro, algo bastante típico en la vida.... Excepto por una cosa.

Congeniaron casi de inmediato, poniéndose a conversar por un largo tiempo como viejos amigos de toda la vida. Parecía una simple y bonita amistad iniciando.

Pero Johari nunca pensó que la sonrisa de aquél brasileño la enamoraría tan rápido.

Era algo realmente extraño ya que a ella nunca le había importado mucho eso del amor a primera vista. Pero había sido algo casi instantáneo, le había agradado incluso su voz desde que se saludaron.

Cuando sus miradas se encontraron aquella tarde de verano, sintieron una sensación magnética que los impulsó a acercarse. Y Johari se encontró perdida en esos ojos gris tormenta.

En estos momentos, en los que Aldebarán se había convertido en alguien tremendamente cercano para la africana. Ahora ella deseaba algo más ambicioso.

Quería al brasileño, lo quería más de lo que ella hubiese esperado alguna vez.

Lo quería para ella, sólo para ella. Pues sabía que una persona como Aldebarán no era tan fácil de encontrar, era una oportunidad que no se debía desaprovechar.

Se abstuvo incluso a ser constantemente molestada por sus amigas, quienes jamás habían esperado que ella se fijase en otra persona después de su desastrosa relación anterior. Johari sabía que en realidad ellas estaban muy felices por ella, porque habían notado que Aldebarán no era como Julián en ningún aspecto, él sí cuidaría y valoraría a su amiga.

Por su parte, la morena juraba sin miedo que sus sentimientos por Aldebarán eran amor, más allá de un mero capricho o atracción. Un amor real y completamente natural.

No estaba segura si Aldebarán se sentía atraído por ella, pero sí sabía que quería estar a su lado. Porque nunca había hallado y seguramente nunca hallaría a nadie como él.

Aldebarán era uno entre un millón, una persona totalmente llena de calidez y pura dulzura que resultaba desconcertante debido a esa apariencia tan ruda que poseía.

Tanto que a veces, Johari sentía que alguien como el taurino estaba fuera de su alcance. Y a pesar de eso seguía deseando quedárselo, quedarse con su corazón.

Porque ese amor que sentía por él no hacía sino crecer, su corazón advertía haber encontrado al ser ideal con el que compartiría su vida. Claro está, si Aldebarán se lo permitía.

Sería complicado para Aldebarán explicar con palabras la cantidad de afecto que llegó a sentir por cierta entusiasta morena

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Sería complicado para Aldebarán explicar con palabras la cantidad de afecto que llegó a sentir por cierta entusiasta morena. Era esa clase de amor que uno siente sólo una vez, ese que uno nunca olvida.

En lo que llevaban andando juntos Alde había descubierto el intenso e inquieto espíritu aventurero que la mujer poseía, haciendo que al taurino deseara llevarla de la mano a conocer el mar, muchísimos lugares que conocía tan sólo para ver sus lindos ojos onix chispear con emoción.

Por el hecho de que Aldebarán se ha enamorado de ella y de alguna manera el puede sentir que Johari lo quiere de igual manera, por más imposible que sea eso para su razonamiento.

Desea conocer el sabor Melifluo de los labios de la africana, quien está dotada con una sinceridad y alegría contagiosas, a la vez que un grado de fidelidad que pocas personas poseen.

Aldebarán le ha entregado su corazón a Johari, sólo para ella.

Pues Johari es una mujer como pocas, él ve en ella una luminosidad y belleza natural que lo deslumbran, y con su auténtico entusiasmo le ha llenado de ilusiones y alegría.

Johari para él es una canción, la canción más bonita que él ha tenido el placer de conocer.

Lo mismo para Johari, la africana ha llegado a considerar al brasileño su amor verdadero, esa obra de arte que tristemente pocas personas valoran y esa canción que la llena de motivación. Si intenta escapar ella lo perseguirá hasta donde sea.

El corazón del uno le pertenecía al otro.

Bendito sea aquél lugar donde se comenzó ese amor, esa tarde de verano en la que se conocieron.

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Finalmente me he aparecido por acá! Creo que las canciones latinas no se me dan tan bien.

Vҽʅαʂ, ɱύʂιƈα ყ αɱσɾ 𝄞𝄢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora