❝A la tenue Luz de las velas, amores florecen y la música los acompaña.❞ Donde por cada vela que se enciende, una canción suena y un amor se manifiesta.
༺Las clásicas parejas en mí y una sorpresa.
༺Saint Seiya no me pertenece.
Esta es la segunda parte de la décima segunda vela "One Thing" Aquí aparecerá una OC pertenencia de mi amiga Nallelydeleo. ━━━━━ • ஜ • ❈ • ஜ • ━━━━━
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❝La vida es como una bicicleta de diez velocidades. Algunos no utilizamos todas las velocidades.❞
—Linus.
Definitivamente, Saga maldecía el día en el que su hermano y Aioros supieron de sus sentimientos por Katya ¡Porque lo estaban volviendo loco esos dos!.
Más loco de lo que ya de por sí está.
Y es que desde la última charla que tuvo con la Saintia ambos no hacían sino emboscarlo en dónde quiera que estuviese, instándolo a confesar sus sentimientos. Le metían notas en cualquier lugar (Incluida su ropa interior y su comida) exigiéndole que se confesara a Katya y constantemente se inventaban toda clase de mañas para dejarlo solo con la platinada (En las que de un modo u otro siempre caía).
Cosas como aquella vez en la que Kanon escribió en su desayuno con Ketchup “Declárate ¡Ahora!”, o cosas como cuando el antes mencionado y Aioros lo sorprendieron en su armario gritándole “¡Declárate!”, estando él desnudo y recién salido de la ducha, por poco se le salió el corazón del susto.
¡Cosas como esta!
Justo en esos momentos Saga observaba atónito como las paredes y armario de su habitación estaban llenas de notas que decían “¡Declárate!” en tres idiomas, inglés, griego y japonés (Seguramente Aioros había acabado involucrando a Seiya en esto). Al mirar hacia arriba notó que había notas incluso en el techo ¡¿Eso siquiera era posible?!.
Corrió hacia la ventana dejando su bolso en el suelo y fue a abrirla.
—¡Demonios, Aioros! ¡Sé que fuiste tú! —Y las sorpresas no habían terminado para el Geminiano, porque al revisar su celular—.¡¿Pero qué... ¡¿Cómo cambiaste mi fondo de pantalla?!. —¡Declárate a Katya! —Aioros junto con su alumno saltaron de la nada y tiraron una patada voladora a la cabeza de Saga, quien tuvo que agacharse para evitar que le rompieran la cabeza.
Al día siguiente Seiya le arrojó una pelota de fútbol a la cabeza (A saber de dónde la sacó) que tenía escrito en pintura roja “Declárate”.
Definitivamente, debía sincerarse con Katya porque las cosas no podían seguir así.
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