❝A la tenue Luz de las velas, amores florecen y la música los acompaña.❞ Donde por cada vela que se enciende, una canción suena y un amor se manifiesta.
༺Las clásicas parejas en mí y una sorpresa.
༺Saint Seiya no me pertenece.
Este es un Drabble exclusivo que le debía a mi amiga Nallelydeleo. ¡Ojala lo disfrutes, linda! ┏━━━━━°❀•°:🎀 🎀:°•❀°━━━━━┓
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❝En el libro de la vida, las respuestas no están en la contraportada.❞
—Charlie Brown.
Si había algo que los hermanos de Géminis tenían en común era que ambos eran personas desconfiadas. Uno lo demostraba más que el otro claramente y por razones distintas.
Kanon había sido rechazado toda su vida; su existencia fue deliberadamente oculta por el Santuario. Le quitaron su libertad a una edad tan corta que siente que fue así desde que nació; le quitaron su derecho a existir, a tener una identidad.. Simplemente por ser el segundo.
Su interior se llenó de historias que él no podría contar nunca a nadie. Fue callado de manera completamente injusta.
Esta carencia de libertad, su incapacidad de hacer algún amigo o de tener su propia voz; esta maldición que tuvo que cargar pese a que nunca había hecho nada para merecerla terminó contaminando el alma del gemelo. Ocasionándole una amargura irremediable y un pérfido odio hacia los dioses.
Los dioses eran seres crueles y caprichosos. Demasiado inmaduros como para cargar una responsabilidad tan grande como lo era la dirección y protección del mundo. Juzgaban a familias inocentes enteras por el simple hecho de no acoplarse a sus estándares y condenaban porque sí; por saciar su infinito narcisismo.
Él podría gobernar el mundo mucho mejor que cualquier dios. Él sí sabría escuchar a quienes lo necesitaban.
Con esto en mente, Kanon comenzó a maquinar una estrategia para derrocar a esos dioses que tanto daño le habían hecho comenzando por Athena.
Pero para su desgracia, Saga no compartía esta oscura visión de su gemelo que ahora sólo parecía creer en su insaciable ambición. Ese hombre que se presentó ante él sugiriéndole acabar con la princesa Athena y gobernar en su lugar no era su querido hermano. No podía ser él.
Y con todo el pesar del mundo; comprendiendo que no había manera de recuperar la sonrisa inocente de Kanon. Saga terminó apresando a su propio hermano en Cabo Sunion, tal vez así Kanon podría recapacitar o cuando menos. La muerte lograría expiar su blasfemia.
Saga no pudo ver que, lo que él creía que era lo correcto. Estaba causando un terrible mal en su único familiar, quien al verse traicionado y abandonado por su propio hermano dejó de creer totalmente en la bondad de las personas.
Atrapado en aquella celda, sediento, pasando hambre y con su muerte por ahogamiento asegurada. La soledad no hizo sino volverse aún más pronunciada para Kanon. Sintiéndose más abandonado que nunca.
Él nunca quiso ser así, no pidió ser el gemelo de la desgracia.
El primer día y la primera noche que pasó en aquella celda, involuntariamente la lastimada alma de Kanon decidió ocultarse, sus sentimientos se rodearon de láminas protectoras disfrazadas de crueldad infinita.
Su corazón abierto y solitario; que ansiaba cariño pero que había aceptado que no lo recibiría se cerró definitivamente.
Y acabó transformándose en el rufián que la orden de Athena conoció años después; el hombre cuyo corazón fue tomado por la maldad a muy temprana edad, para todos Kanon sería siempre el villano de la historia.
Kanon se transformó en un experto en el Ilusionismo; por un lado él representaba al subordinado directo de Poseidón, reencarnado en un joven inexperto que poco o nada sabía de su verdadera esencia divina o la verdadera naturaleza de sus seguidores.
“El hombre que engañó a un dios” Al parecer eso sería lo que pusiesen en su lápida cuando muriera.
Pero ella, Athena. Aquella chiquilla a la que pretendió degollar con ayuda de su difunto hermano de alguna manera consiguió mirar a través de ese teatro que Kanon había montado; pudo notar aquello que ni siquiera el propio Saga pudo entender.
Kanon no era el villano que todo el mundo decía que era. Era sólo un niño asustado que tuvo que conocer demasiado pronto la atrocidad de la realidad.
Y le dio una oportunidad; Saori Kido le dio a Kanon aquello que siempre había pedido. Tan sólo una oportunidad obviando sus extremadamente reprochables errores.
Kanon recuperó su camino, se dio cuenta de que aún había cosas que salvar en esta podrida sociedad.
Kanon decidió abrir una vez más su pobre corazón que yacía en una jaula.
Y hoy pasados ya muchos meses en los que pasaron un montón de cosas. En los que la misma muchacha que le abrió los brazos y lo recibió en su ejército le había devuelto la vida, en los que la relación con su hermano a quien a pesar de todo nunca dejó de amar fue reparándose con pasos pequeños y lentos pero seguros.
Meses en los que Aioria se había conseguido una aprendiz, una aprendiz que llamaba poderosamente su atención. De una manera incluso aterradora, porque su mirada amielada es capaz de moverle el suelo y hacer que ese corazón que alguna vez consideró muerto se emocione de sobremanera.
Saori le ha aclarado que no es un problema; porque ya las leyes del Santuario han sido modificadas, ya no tiene porque esconderse o esconder esos sentimientos que comienzan a surgir en él. No hay obstáculos significativos en el medio y su alma solitaria no encuentra otra salida que aferrarse a Nallely.
El único problema es, que él no cuenta con la paz mental.
Él no posee esa calidez que Nallely ansía, y aunque ella afirma que no le importa Kanon no puede evitarlo. No es su culpa, él traicionó y fue traicionado, su psique está todavía dañada.
Y aún así, la presencia de la mujer le contagia alegría, evita que pierda la esperanza y lo hace comprender mejor ese mensaje de amor que Saori les da.
La mirada de la mujer le quema, cuando le sonríe siente que esa sonrisa es capaz de opacar el propio sol. Toda ella es calidez, lo ilumina como la luz del amanecer ilumina las colinas.
Él sigue teniendo un corazón indomable, que por más roto que esté. Sigue funcionando.
Al principio le cuesta, porque él no tiene ni idea de qué hacer con esos sentimientos que hasta hace un tiempo eran completamente desconocidos para él y además... A veces siente que no es digno de ella. Es decir, ella es como el Sol en las nubes, completamente inalcanzable.
Pero reacciona, porque no dejará que la historia de su vida le impida confesar sus sentimientos, y después de una paliza y un par de regaños de su hermano mayor, finalmente se decide.
Correrá el riesgo y se sincerará con Nallely. Porque él es un caos, pero ella podrá con ese desastre. Y le servirá del soporte que por tanto tiempo requirió.
